Cultura

Sexualidad que hierve, como gotas de agua sobre piedras calientes

Presentarán obra del alemán Fassbinder dentro del marco de los eventos culturales del país invitado a la FIL

GUADALAJARA, JALISCO (01/DIC/2011).- Inicia con un encuentro donde yace una atracción. Con el tiempo la atracción se vuelve amor, pero el amor puede traer consigo dependencia. Y la dependencia abre las puertas al masoquismo o incluso a la esclavitud. El cineasta y dramaturgo alemán Fassbinder conoce muy bien este proceso, y lo demuestra en el guión de “Gotas de agua sobre piedras calientes”; obra que se pondrá en escena en el Teatro Experimental de Jalisco este jueves y viernes, en el marco de eventos culturales del país invitado a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
 
Dirigida por Martín Acosta y ambientada en la década de los sesenta, en una Alemania de posguerra, la pieza teatral cuenta la historia de Leopold (Tomás Rojas) y Franz (Ricardo Polanco), de 35 y 19 años de edad, respectivamente, quienes inician una relación sentimental. Si bien la tensión dramática aumenta con la personalidad destructiva y egoísta de Leopold, llega a un punto de ebullición con la inmersión de Vera (Laura Almela), la ex esposa del mayor y Anna (Gimena Gómez), la ex novia de Franz, las cuales participarán de esa relación enfermiza.
 
Escrita con tan sólo 20 años de edad, la estridente, trágica y absurda obra, retrata a las malas relaciones y los fatídicos apegos y dependencias en las que uno de los amantes termina por olvidarse de sí mismo. Muestra de cómo no se necesita de un régimen totalitario para lastimar y manipular a las personas.
 
La puesta en escena se caracteriza no tan sólo por el desequilibrio emocional de los personajes, sino también por el desequilibrio estético. La atractiva y bien lograda escenografía se ve inmersa en un marco mal posicionado que juega con la visión del espectador, engañándolo. Incluso este encuadre sirve de premonición a la trama por desarrollarse en el entarimado. Además, el escenario se encuentra separado por una serie de ventanas. Aparentemente es un departamento regular, sin embargo, detrás de esas ventanas se encuentra otro apartamento pero en desnivel, como si un edificio continuo hubiese colapsado; imagen que remonta a un escenario bélico del Berlín de mediados del siglo XX.
 
Melodrama álgido sobre la decisión de dominar o ser dominado, que desenmascara lo subversivo de una sociedad y un tiempo, pero que esencialmente habla del amor. De una entrega en la que el amor llega a un punto mórbido de ebullición hasta que los amantes se evaporan, como gotas de agua sobre piedras calientes.
 
EL INFORMADOR / RUBÉN GIL
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