Secretaría de Cultura define si el grafiti es arte o vandalismo
La dependencia menciona que se debe pedir permiso para pintar en espacios públicos
GUADALAJARA, JALISCO (30/JUN/2017).- ¿Cuál es la diferencia entre el grafiti con el que ayer amanecieron los muros exteriores del Ex Convento del Carmen y el grafiti que el artista Israel Martínez colocó al exterior del recinto durante una exposición de temática punk? Para Julio Herrera, director de Patrimonio de la Secretaria de Cultura Jalisco, la diferencia radica en el permiso que el artista pidió para su elaboración y el contenido social-cultural que propone, a diferencia del otro que es considerado como acto vandálico.
En abril de 2017, el artista Israel Martínez elaboró un grafiti en color negro y rojo al exterior del Ex Convento del Carmen con motivo de la exposición “Nunca escuchas lo que te digo”, un recopilado de manifestaciones auditivas y visuales sobre el movimiento punk en Guadalajara. La noche del miércoles, tres adultos fueron arrestados por rayar con aerosol los mismos muros del recinto, siendo la segunda vez en esta semana que edificios culturales y de valor patrimonial (Teatro Degollado, Museo Regional) son intervenidos, alterados o dañados por ciudadanos con aerosoles y sin consentimiento por parte de autoridades culturales y municipales.
“Partimos de la idea de que hay una condición de pensamiento, una idea que se desarrolla por parte de un artista con una intencionalidad plástica, las técnicas y procedimientos son ligeramente diferentes para el caso de los grafitis artísticos que se hicieron para la exposición, hubo tratamiento de la pared y toda una gestión alrededor de ella”.
Para Myriam Vachez, secretaria de Cultura de Jalisco, lo realizado tanto en el Teatro Degollado y el Ex Convento del Carmen, no es grafitti: “porque para mí el grafiti es arte, pero podríamos llamarle rayas, letras… que no tienen ninguna estética (…). El arte urbano es totalmente respetable, hay mejor arte urbano, hay distintos tipos de arte urbano, hay grandísimos grafiteros de renombre internacional. [El grafiti] creo que es rescatable en donde debe ser. Lo que ha sucedido aquí es dañar el patrimonio, es una cuestión de educación, de civismo, es una manera que se popularizó de rebeldía y motivos que se quieran”, señaló Vachez Plagnol.
¿Cuándo es vandalismo?
Julio Herrera responde: “cuando la gente llega con una lata de aerosol y raya por rayar es un acto vandálico, eso no tiene nada que ver con el arte, no hay contacto con el propietario de los bienes, se hace de manera artera, se convierte en una intromisión en la sociedad pública o privada, es lo que hace un gran diferencia entre un acto vandálico o un delito o un artista, que tiene respeto, técnica, conocimiento y una serie de elementos que hacen que su obra tenga un valor, intención plástica o contenido intelectual”.
El director patrimonial señala que cuando un artista desea realizar una intervención de esta naturaleza deben recurrir a las autoridades municipales correspondientes o directamente con los responsables del inmueble a intervenir, como se hizo para la aplicación de grafiti en el edificio Manpower (de ocho pisos), ubicado en Juárez y López Cotilla, y que se apega a un modelo de gestión aplicable por igual en todos los municipios del Estado.
“Se elaboró un proyecto, se presentó el boceto, se llevó toda la gestión y se determinó la paleta de colores. El contenido y la valoración artística en eso no nos metemos pero sí se desarrolla dentro de un contexto de patrimonio histórico, artístico o cultural. Lo que hacemos es que proyecto artístico nos cuente cuál es la intención plástica de intentar colocar una obra a la intemperie. Los artistas urbanos acuden normalmente a la autoridad municipal, la Secretaría de Cultura está en posibilidades de hacer un dictamen técnico. Hay cosas que son viables y otra que no lo son tanto”.
Atentos a posibles daños
Si bien la respuesta suele ser rápida en caso de daños al patrimonio del Estado, la SC menciona que no existe un registro de lugares en riesgo de ser intervenidos de manera ilegal. “No tenemos un registro especial para este tipo de cosas. Lo que tenemos es una lista patrimonio donde se presentan proyectos de intervención. Cuando ocurren este tipo de eventualidades no se puede considerar una contingencia porque es impacto menor”, explica al añadir que en caso más graves como en el Teatro Degollado –por la importancia del inmueble- el caso pasa a manos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El Teatro Degollado libre de pintura
Las columnas del Teatro Degollado que fueron vandalizadas por dos jóvenes, se encuentran limpias de nuevo después del trabajo realizado por parte de la Secretaría de Cultura, con apoyo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). La Dra. Myriam Vachez Plagnol, secretaria de cultura, agradeció a dicha institución por su rápida respuesta de materiales que debían utilizar para que la limpieza no dañara la cantera.
Fueron dos días de labor con las ocho columnas, sin embargo, todavía realizarán una limpieza general a dos columnas (las céntricas), ya que sólo se limpió la zona donde fueron rayadas, por lo que la claridad se ve dispareja entre esta sección y el resto de la columna; mientras que en las demás sí se aplicó una limpieza a todo el cuerpo.
Respecto a los castigos impuestos a los jóvenes, la secretaria de cultura resaltó que hace falta valorizar y concientizar a toda la población respecto al patrimonio histórico así como al patrimonio de particulares, pues también se vandalizan casa y edificios privados.
“De nosotros depende enseñar a valorar el patrimonio, lo que más me gustaría que se hiciera con estos jovencitos es que vinieran aquí a hacer trabajo comunitario. Retomaría la opinión dada por Dolores Tapia, que vinieran a ver qué es el Degollado, asistir a sus eventos, conocer su historia e incluso ser guías”.