Cultura

Se fue Leonora Carrington; al rato me toca a mí: Poniatowska

La escritora y periodista mexicana se encontró entre las escasas personalidades que asistieron a los servicios funerarios de Leonora Carrington

CIUDAD DE MÉXICO (26/MAY/2011).- La escritora, activista política y periodista mexicana Elena Poniatowska (París, Francia, 1932) expresó esta tarde aquí, evidentemente consternada, que “hoy se va Leonora Carrington; al rato me toca a mí”.

Poniatowska se encontró entre las escasas personalidades del mundo cultural que asistieron a los servicios funerarios de Leonora Carrington, entre ellas Consuelo Sáizar, presidenta de Conaculta y el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma.

La autora dijo en entrevista que con la muerte de Carrington, la noche de ayer en esta ciudad a los 94 años de edad, a consecuencia de una neumonía, se va “un ser humano excepcional, a quien toda la vida quise entrañablemente”.

Recordó que sobre Leonora Carrigton escribió muchísimas páginas, lo cual le resultó siempre un ejercicio literario agradable, porque ella “fue un una mujer de inteligencia privilegiada, quien siempre charló con profunda sabiduría y conocimiento”.

Quebrantada la voz, apagada la mirada y lento el caminar de la entrevistada, se dijo feliz por haber escrito “Leonora”, (México, 2011) biografía de Leonora Carrington, “cuya pérdida significa algo muy grave para México”, dijo la escritora de largo aliento.

Abundó que Leonora era una mujer muy discreta, casi secreta. Poniatowska, comunicadora también, reconoció que “a ella no le gustaban los periodistas porque siempre se sentía agredida por nosotros los reporteros”.

Sin embargo, reconoció enseguida la autora de ensayos, novelas, traducciones y entrevistas, ella amó mucho a México, fue parte de su vida. “Su hijo Pablo dijo que Leonora, sin México no sería Leonora”, y reiteró: “Se fue ella, y al rato me toca a mí”

En otra parte de la entrevista, Poniatowska advirtió que mucho se dice que Leonora Carrington fue una artista surrealista, “pero eso se debe más que nada a que ella estuvo con ese grupo de artistas plásticos, pero en realidad, no lo fue tanto”.

Explicó que lo que la desaparecida pintó fue el mundo de su infancia, el de su abuela irlandesa, de los seres de su tierra que para nosotros son los chaneques y nahuales, “personajes que nos ayudan a vivir, y a veces nos desayudan, con sus travesuras”.

¿Qué me deja? La pérdida de una mujer de inteligencia extraordinaria y un sentido del humor fuera de lo común. Un ser valiente, que en España una de las primeras mujeres que supo lo que significaría la Guerra, por eso pidió entrevistarse con Franco”.

Subrayó que Carrington quería ser una luchadora en contra de Hitler, y lo fue, como también fue una defensora de los judíos. “Pero eso fue hace muchos años”, dijo despabilada y acotó que la última vez que la vio en vida fue hace un mes. “La vi muy bien”.

Entonces y a manera de despedida, vino la moraleja: “Ella era muy delgadita y eso es para tomar en cuenta: Comía muy poco y tomaba té, mucho té y con ello comprobó que no comer prolonga la vida… por eso murió sin grandes complicaciones a los 94 años”.

De acuerdo a lo previsto, los restos de la artista plástica fueron sepultados esta tarde alrededor de las 14:00 horas, en una ceremonia íntima en un fosa del Panteón Británico de esta ciudad. Sus hijos, Gabriel y Pablo, así como su nuera Martha Patricia Weisz y sus amigas Raquel Silvia la despidieron fraternalmente.
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