Cultura

Se cumplen 32 años de la muerte de Antonio Castro Leal

Es recordado por su trabajo como cuentista, ensayista y poeta, así como por sus estudios críticos acerca de la Literatura mexicana

CIUDAD DE MÉXICO (06/ENE/2013).- Recordado por ser cuentista y poeta, así como una distinguida pluma en el género de ensayo, por sus numerosos prólogos y estudios críticos acerca de la Literatura mexicana, Antonio Castro Leal tiene un lugar en "La Ciudad de los libros".

En vísperas de su 32 aniversario luctuoso, que se cumple este lunes, Castro Leal puede ser conocido gracias a su biblioteca personal que puede ser consultada en la Biblioteca México "José Vasconcelos", al lado de las de otros cuatro autores de igual prestigio y merecimientos.

El arquitecto Bernardo Gómez Pimienta fue el encargado de dar vida al proyecto que resguarda, en el caso de Castro Leal, unos 50 mil ejemplares, en libreros de caoba que van de piso a techo, relata el sitio "revistacodigo.com".

De esos 50 mil ejemplares, 38 mil son libros, a los que se suma un fondo documental de 10 mil revistas, folletos, boletines, periódicos y mapas. En el centro de la biblioteca se encuentran además dos libreros que albergan obras autografiadas, medallas y diplomas del doctor Castro.

Antonio Castro Leal nació en San Luis Potosí, el 2 de abril de 1896, y murió en la Ciudad de México el 7 de enero de 1981. Se recibió como licenciado y doctor en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y obtuvo el doctorado en Filosofía en la Universidad de Georgetown de Washington.

De acuerdo con datos biográficos publicados en "buscabiografias.com", Castro Leal perteneció al Ateneo de la Juventud en 1909 y fue miembro del grupo de los Siete Sabios en 1915, llamada así por Manuel Gómez Morín; fue el único de ellos que continuó fiel a la Literatura.

En 1928 fue rector de la UNAM, donde creó lo que se transformaría en la actual Facultad de Economía.

En 1934, fue director del Departamento de Bellas Artes, donde inauguró el Palacio de Bellas Artes. En 1940 fundó y dirigió la Revista de Literatura Mexicana.

Asimismo, representó a la Secretaría de Gobernación y fue director de Supervisión Cinematográfica de 1945 a 1949. Fungió como embajador de México ante la UNESCO y fue miembro de su Consejo Ejecutivo (1949-1954), agrega el sitio "arts-history.mx".

En 1950 fue presidente de la Comisión de Monumentos y Sitios Arqueológicos de la Unesco. En 1952 recibió el doctorado Honoris Causa por la UNAM, junto con Hans Kelsen y Juan Ramón Jiménez.

También, ingresó el 11 de julio de 1953 a la Academia Mexicana de la Lengua, donde ocupó la silla XX.

Castro fue miembro y presidente de la Sociedad de Críticos de Arte, correspondiente de la de París entre 1952 y 1955.

Dirigió los cursos temporales de la UNAM, así como los cursos de Extensión Universitaria en San Antonio, Texas, entre 1955 y 1963.

Su participación en la cultura y la política se extendió hasta la dirección de la "Colección de Escritores Mexicanos" de Editorial Porrúa; fue investigador de la UNAM, asesor cultural del Consejo Nacional de Turismo, incluso laboró como diputado en el Congreso de la Unión.

Entre sus obras más destacadas se encuentran la antología "La Novela del México Colonial" (1964), "Las tragedias de Shakespeare" (1965), "El Español, instrumento de una cultura" (1970), y "Díaz Mirón, su vida y su obra" (1970).
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