Cultura
Sada regresa a los cuentos
''Un buen cuento se lee de una sola sentada y no se olvida nunca'', Daniel Sada, escritor mexicano
GUADALAJARA, JALISCO (02/DIC/2010).- El “escritor de minorías” Daniel Sada (Mexicali, 1953), como se define a sí mismo, visitó ayer la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara para presentar Ese modo que colma, su regreso al cuento, género literario del que se había distanciado desde hace 12 años.
“Estaba muy instalado en las novelas: escribí una novela tras otra y había abandonado al cuento. Entonces, pensé que sería bueno ‘descansar’”, afirma el autor de Registro de causantes y Premio Herralde 2008 por la novela Casi nunca.
Ni siquiera la negativa que recibió de Jorge Herralde, editor de Anagrama, lo desanimó: “Herralde me dijo que quería que le llevara una novela y yo me presenté con unos cuentos, porque era hora de reivindicar al cuento, que otros autores suelen despreciar o considerar género menor, pero que tampoco se crea que voy a salvarlo”. Anagrama, mientras tanto, publicará en 2011 la novela Lo bueno hace bien y mal.
Su delicado estado actual de salud es más que evidente: está bajo un estricto programa médico, en el que se incluye reposo total y exponerse lo menos posible a la luz del Sol. Sin embargo, está en la FIL “muy animado por lo que pueda suceder con este regreso mío al cuento”.
Ese modo que colma, afirma Sada, “va al grano. Como es el cuento, que tiene que ser más preciso, no puedo crear zonas especulativas de narración ni zonas de reflexión o zonas muertas, cuando en la novela hay chance de hacer todo eso”.
Él mismo no quería que el regreso al cuento fuera gratuito, por lo que se planteó algunos retos, “como romper con esquemas tradicionales del cuento, como clásica fórmula de (Guy de) Maupassant —planteamiento-desarrollo-desenlace— o los finales sorpresa o falsos finales, que son sistemas muy formulaicos de composición dramática”.
“Para mí, los cuentos tienen que ser inolvidables. Un buen cuento es aquel que se lee de una sola sentada y no se olvida nunca, porque, cuando lo tienes que leer dos veces, no sirve para nada”, explica el autor de Ritmo delta.
“Estaba muy instalado en las novelas: escribí una novela tras otra y había abandonado al cuento. Entonces, pensé que sería bueno ‘descansar’”, afirma el autor de Registro de causantes y Premio Herralde 2008 por la novela Casi nunca.
Ni siquiera la negativa que recibió de Jorge Herralde, editor de Anagrama, lo desanimó: “Herralde me dijo que quería que le llevara una novela y yo me presenté con unos cuentos, porque era hora de reivindicar al cuento, que otros autores suelen despreciar o considerar género menor, pero que tampoco se crea que voy a salvarlo”. Anagrama, mientras tanto, publicará en 2011 la novela Lo bueno hace bien y mal.
Su delicado estado actual de salud es más que evidente: está bajo un estricto programa médico, en el que se incluye reposo total y exponerse lo menos posible a la luz del Sol. Sin embargo, está en la FIL “muy animado por lo que pueda suceder con este regreso mío al cuento”.
Ese modo que colma, afirma Sada, “va al grano. Como es el cuento, que tiene que ser más preciso, no puedo crear zonas especulativas de narración ni zonas de reflexión o zonas muertas, cuando en la novela hay chance de hacer todo eso”.
Él mismo no quería que el regreso al cuento fuera gratuito, por lo que se planteó algunos retos, “como romper con esquemas tradicionales del cuento, como clásica fórmula de (Guy de) Maupassant —planteamiento-desarrollo-desenlace— o los finales sorpresa o falsos finales, que son sistemas muy formulaicos de composición dramática”.
“Para mí, los cuentos tienen que ser inolvidables. Un buen cuento es aquel que se lee de una sola sentada y no se olvida nunca, porque, cuando lo tienes que leer dos veces, no sirve para nada”, explica el autor de Ritmo delta.
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