Cultura
Sacheri presenta nuevo libro
La novela ''Papeles al viento'' presenta la ironía con que se mira a la muerte en Latinoamérica
MADRID, ESPAÑA (25/SEP/2012).- El ejercicio de la memoria "es lo único que permite ordenar el vértigo entre la vida y la muerte", afirmó el escritor argentino Eduardo Sacheri, al hablar de su obra literaria.
En entrevista, con motivo de la promoción de su novela "Papeles en el viento" (Alfaguara), dijo que en ella parte de la vida cotidiana para analizar la amistad, la lealtad, la muerte y las pasiones.
En esta historia narra cómo tras la muerte de Alejandro, apodado "Mono", su hermano Fernando y sus amigos Mauricio y "El Ruso" se ocupan de recuperar un dinero que el ya difunto invirtió en comprar un jugador de futbol para dárselo a su hija Guadalupe y tratar de asegurarle un futuro.
Sacheri (Buenos Aires, 1967) explicó que son personajes que desde una visión masculina latinoamericana afrontan esos problemas, ya que les cuesta decir lo que sienten, hablar cara a cara sobre lo que temen, y además estos personajes son "muy básicos, poco reflexivos".
Al mismo tiempo es una novela "con mucho humor, que frente a las tragedias de la vida sale la ironía y hasta un poco de cinismo, algo que es bastante latinoamericano, que sirve como herramienta para enfrentar la tragedia".
En medio de la historia está el dinero y el futbol como fondo, y donde el primero "exhibe a los personajes en lo más hondo de lo bueno y malo que tienen, los obliga a una acción concreta o no".
Como contrapunto está el mundo del futbol, la perversidad de su negocio frente a la inocencia de unos hinchas que son ingenuos ante ello.
"Son cuatro ingenuos del futbol, que van a la cancha, se alientan, entristecen y emocionan, y se asoman a un mundo donde eso no existe sino lo que hay es un negocio concreto, corrupto y oscuro, y estos personajes hacen una especie de viaje a ese mundo", refirió.
"Hacen un viaje a un lugar oscuro, peligroso por las armas que no tienen. Lo que me gusta de esta novela es que no se vuelven expertos en manejo oscuro del futbol, son tipos corrientes enfrentados a una realidad que los excede, los angustia y entusiasma y los hace peligrar", destacó.
El también autor de "El secreto de sus ojos" así como "Aráoz y la verdad", expuso que también se mezcla la forma tan apasionada en que los argentinos viven la vida, y también el futbol, con la ventaja de que se tomen la vida muy a fondo, pero también a veces con exageración.
"Es en esa exageración de las pasiones donde a veces nos equivocamos y lo hacemos también en el futbol, que nos exhibe sin máscaras en lo bueno en lo malo, en la ingenuidad y emotividad, en lo oculto, en la torpeza, la impulsividad, la soberbia, y nuestra tendencia a la violencia, en lo sublime y lo espantoso", dijo.
Sacheri apuntó que también en este libro, como en general en los demás, la memoria es un elemento importante ya que así está presente en su vida personal, a partir del fallecimiento de su padre, ya que además es lo que hace que el afecto siga presente.
"Me parece que el acto de la memoria es lo único que nos permite ordenar el vértigo de la vida y el vértigo a la muerte, y lo digo desde experiencia de joven.
"En novela necesitaba que lector tomara contacto con el Mono, desde capítulo uno en que muere, pero para que pueda entender lo que esos tres están o no dispuestos a hacer es necesario que lo conozcan, y cuando no está cómo influía en la vida de su amigos", expresó.
En entrevista, con motivo de la promoción de su novela "Papeles en el viento" (Alfaguara), dijo que en ella parte de la vida cotidiana para analizar la amistad, la lealtad, la muerte y las pasiones.
En esta historia narra cómo tras la muerte de Alejandro, apodado "Mono", su hermano Fernando y sus amigos Mauricio y "El Ruso" se ocupan de recuperar un dinero que el ya difunto invirtió en comprar un jugador de futbol para dárselo a su hija Guadalupe y tratar de asegurarle un futuro.
Sacheri (Buenos Aires, 1967) explicó que son personajes que desde una visión masculina latinoamericana afrontan esos problemas, ya que les cuesta decir lo que sienten, hablar cara a cara sobre lo que temen, y además estos personajes son "muy básicos, poco reflexivos".
Al mismo tiempo es una novela "con mucho humor, que frente a las tragedias de la vida sale la ironía y hasta un poco de cinismo, algo que es bastante latinoamericano, que sirve como herramienta para enfrentar la tragedia".
En medio de la historia está el dinero y el futbol como fondo, y donde el primero "exhibe a los personajes en lo más hondo de lo bueno y malo que tienen, los obliga a una acción concreta o no".
Como contrapunto está el mundo del futbol, la perversidad de su negocio frente a la inocencia de unos hinchas que son ingenuos ante ello.
"Son cuatro ingenuos del futbol, que van a la cancha, se alientan, entristecen y emocionan, y se asoman a un mundo donde eso no existe sino lo que hay es un negocio concreto, corrupto y oscuro, y estos personajes hacen una especie de viaje a ese mundo", refirió.
"Hacen un viaje a un lugar oscuro, peligroso por las armas que no tienen. Lo que me gusta de esta novela es que no se vuelven expertos en manejo oscuro del futbol, son tipos corrientes enfrentados a una realidad que los excede, los angustia y entusiasma y los hace peligrar", destacó.
El también autor de "El secreto de sus ojos" así como "Aráoz y la verdad", expuso que también se mezcla la forma tan apasionada en que los argentinos viven la vida, y también el futbol, con la ventaja de que se tomen la vida muy a fondo, pero también a veces con exageración.
"Es en esa exageración de las pasiones donde a veces nos equivocamos y lo hacemos también en el futbol, que nos exhibe sin máscaras en lo bueno en lo malo, en la ingenuidad y emotividad, en lo oculto, en la torpeza, la impulsividad, la soberbia, y nuestra tendencia a la violencia, en lo sublime y lo espantoso", dijo.
Sacheri apuntó que también en este libro, como en general en los demás, la memoria es un elemento importante ya que así está presente en su vida personal, a partir del fallecimiento de su padre, ya que además es lo que hace que el afecto siga presente.
"Me parece que el acto de la memoria es lo único que nos permite ordenar el vértigo de la vida y el vértigo a la muerte, y lo digo desde experiencia de joven.
"En novela necesitaba que lector tomara contacto con el Mono, desde capítulo uno en que muere, pero para que pueda entender lo que esos tres están o no dispuestos a hacer es necesario que lo conozcan, y cuando no está cómo influía en la vida de su amigos", expresó.
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