Cultura
Rumania suspende el juicio por el robo de lienzos en Kunsthal
El presidente de la Cámara, anuncia que el juicio contra los rumanos acusados de estar implicados en el robo de siete cuadros del Museo Kunsthal de Rotterdam, se suspende
BUCAREST, RUMANIA (13/AGO/2013).- El juicio contra los seis rumanos acusados de estar implicados en el robo de siete cuadros del
Museo Kunsthal de Rotterdam en 2012, entre ellos un
Picasso, un Mattise y dos Monet, se suspende hasta el 10 de septiembre, anunció hoy el presidente de la Cámara.
Esta cancelación se debe a la petición de liberación bajo fianza de algunos de los presuntos sospechosos del robo.
El robo de los cuadros, valorados entre 50 y 100 millones de euros (entre 66.5 y 133 millones de dólares) por los expertos y que podrían haber sido quemados, se perpetró en apenas tres minutos en la madrugada del 16 de octubre de 2012.
Olga Dogaru, la madre del cabecilla del espectacular robo, declaró a la policía que había incinerado los lienzos en una estufa de su casa del apacible pueblo de Carcaliu, al este de Rumanía, para proteger a su hijo, pero se retractó de esta versión más tarde.
Radu Dogaru, de 29 años, se enfrenta a un máximo de 20 años de cárcel, mientras que su madre puede ser condenada a una pena de hasta diez años, en una causa aparte, si se demuestra que quemó los valiosos lienzos.
Sus cómplices se arriesgan a una condena de entre 7 y 20 años.
Esta cancelación se debe a la petición de liberación bajo fianza de algunos de los presuntos sospechosos del robo.
El robo de los cuadros, valorados entre 50 y 100 millones de euros (entre 66.5 y 133 millones de dólares) por los expertos y que podrían haber sido quemados, se perpetró en apenas tres minutos en la madrugada del 16 de octubre de 2012.
Olga Dogaru, la madre del cabecilla del espectacular robo, declaró a la policía que había incinerado los lienzos en una estufa de su casa del apacible pueblo de Carcaliu, al este de Rumanía, para proteger a su hijo, pero se retractó de esta versión más tarde.
Radu Dogaru, de 29 años, se enfrenta a un máximo de 20 años de cárcel, mientras que su madre puede ser condenada a una pena de hasta diez años, en una causa aparte, si se demuestra que quemó los valiosos lienzos.
Sus cómplices se arriesgan a una condena de entre 7 y 20 años.
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