Rulfo se reencuentra con su pasado en EL INFORMADOR
Juan Carlos Rulfo estuvo en la hemeroteca para grabar parte de la serie documental sobre los 100 años de su padre
GUADALAJARA, JALISCO (14/FEB/2017).- El lunes 4 de junio de 1923 marcó para siempre a Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno, un niño de apenas seis años que se enteró, por boca de su madre, que el señor Juan Nepomuceno Pérez Rulfo estaba muerto, que era suyo el cuerpo que velaban en la sala de su casa. Días después, EL INFORMADOR daba cuenta del hecho en una nota de su primera plana: “Fue asesinado cerca de una hacienda, antier, el señor Juan Nepomuceno Pérez Rulfo”. La vida del pequeño no sería la misma, ni la de la literatura mexicana.
El hecho, perdido en la memoria del tiempo y oculta por años de información, resurge y sorprende a Juan Carlos Rulfo, quien se encuentra en la última etapa de su serie documental sobre los 100 años de su padre, quien llegó a la redacción del también centenario periódico porque le dijeron que aquí sí hay información sobre su padre, Juan Rulfo.
Y 93 años después, el nieto se encuentra, de golpe, con los motivos y las descripciones del asesinato, “a traición”, de un abuelo que no conoció. Como si fuera una liturgia y la lectura un rezo callado, el equipo de filmación se adentra en los archivos hemerográficos y fotográficos de esta casa editorial, mismos que resguardan, en una azarosa coincidencia, 100 años de historia. En una sala climatizada, con una temperatura fría, el silencio comienza a tomar posesión, y los murmullos, esos que reverberan en toda la obra de Rulfo; el equipo de filmación y los investigadores Paulina Millán y Douglas J. Weatherford, comienza a grabar el trabajo reporteril que consigna la tragedia. Con sutileza y cuidado toman las hojas del diario, repasan los nombres, y de súbito, Juan Carlos Rulfo suspira y detiene la filmación. Él conoce la historia, sabe que el asesino de su abuelo, fue José Guadalupe Nava Palacios; sin embargo, desconoce a cabalidad cómo sucedieron las cosas. Y lo descubre de golpe, como si la sala se enfriara de súbito, como si la muerte volviera sin avisar y se detuviera frente a sus ojos, como si la frase que dejó su padre: “¿Has oído el llanto de un muerto?” cobrara vida.
“Encontrar el original de la nota de prensa de cuando mataron al abuelo es fantástico, parece muy natural y muy obvio, pero habíamos leído la primera parte pero no la segunda, de este pobre hombre que quedó ahí. Conocimos toda la historia, mi primer cortometraje es sobre el abuelo ´Chema’, y tiene que ver sobre la muerte del abuelo, pero si hubiera tenido este artículo el clásico ejemplo de ‘mira, éste es el principio de una película’. Pero todo fue al revés, fuimos al lugar, fuimos a tocar la cruz donde cayó el abuelo, poco a poco al final de cuentas fuimos a conocer a la gente”.
Después la curiosidad Juan Carlos se aviva, pregunta por todos los archivos, busca encontrar algo que dé un nuevo giro, un rumbo diferente a la historia que quiere contar y que no es otra que la del hombre que se convirtió en un mito de la literatura y que transformó, para siempre, la percepción de los campesinos del Sur de Jalisco. La presencia del director responde no sólo al rescate de la memoria, esa terca presencia intemporal, sino a la grabación de una serie documental sobre la vida de su padre, “El Jefe”, como lo llama, y que espera salga en las pantallas en mayo.
El director, alto y delgado que camina sin hacer ruido, como una presencia imperceptible, mira de frente cuando habla de Juan Rulfo. Y habla con calma, con ternura, sopesando las palabras para no mezclar el cariño por el padre y el trabajo por el personaje. “Mi percepción sobre él se ha ido enriqueciendo al infinito, cada vez se complejiza más el personaje, no sólo es un escritor sino un hombre muy preocupado del conocimiento del país”.
Y dice, como sentencia rulfiana, que los centenarios, el de su padre y el de EL INFORMADOR, son momentos especiales, “es un gran momento para renovar, para escarbar, plantear y renovar varias cosas, la memoria es fuertísima, es muy evocativa”.
La serie, seis visiones de un escritor que fotografió al país
Juan Rulfo cumpliría 100 años el 16 de mayo de este 2017, por ello es que para celebrar su primer centenario, su hijo Juan Carlos Rulfo, se ha embarcado en un proyecto documental para mostrar seis facetas del escritor.
“La serie tiene que ver con que empecé a hacer una película sobre la familia y los hijos, y donde estaba mi padre de alguna manera, pero empezó a haber tanto material que un día que se hizo la Cátedra Juan Rulfo en la UNAM, empezamos a ver que había muchos temas y dijimos “hagamos una serie de televisión”, y me acuerdo mucho porque había un archivero como el que acabamos de ver, y quisimos recrear eso: todo lo que tiene que ver con fotografía, todo lo que tiene que ver con cine, y después lo cerramos a seis temas, que son desde el origen, “El llano en llamas”, “Pedro Páramo”, antropología, cine y fotografía”, señala el documentalista.
La serie documental, cuya proyección está pactada para mayo, para que coincida con el mes del centenario, será televisada por canal Once, y busca proponer una nueva lectura sobre el mítico escritor: “Es un proyecto completamente independiente, nació de una película mía, que se llama “Érase una vez”, que tiene que ver con los hijos, sobre el futuro de las nuevas generaciones y de ahí de alguna manera salió la idea de qué hubiera pensado mi padre de mí, y salieron todos estos temas y se antojaba hacer algo más profundo, aunque en televisión no puedes profundizar tanto, pero sí que el espectador se introduzca de una nueva manera al personaje en cuestión y que de repente se te presenta un personaje polifacético, multidisciplinario. Es lo que se quiere proponer, muchos ojos, muchas maneras de ver y entender”.
El proyecto, que empezó a madurar hace tres años pero que se intensificó durante el 2016, tendrá sólo seis horas de duración, cada cual tendrá un tema específico para ver la importancia de Juan Rulfo en estas áreas: “Son seis capítulos de seis horas, a veces es muy sofisticado grabar todo esto, ha sido lidiar con una cronología en dónde empezar y dónde acabar, que sí es importante y que no; si hubiéramos empezado esta serie hace 10 años hubiera sido un manjar porque mucha gente estaría viva, queremos también rendirle homenaje a los que ya no están. Cada capítulo desdobla un personaje que tiene más riqueza en la visión del mundo, y varias maneras de interpretarse, que digan que no escribió y punto y se acabó es complejo porque no se trató sólo de eso, quizá porque tratas de resolverlo así en tu cabeza, yo creo que de lo que se trata es de contagiarte de esa posibilidad de descubrir un país y una región con todas las riquezas del conocimiento que la vida te da”.
Apasionado de la imagen
La serie dedicada al autor de “Pedro Páramo” y titulada “100 Años de Rulfo” posa su mirada en dos de las facetas que el escritor desarrolló durante su vida: sus trabajos en el cine y su pasión por la fotografía. Por ello es que Juan Carlos Rulfo, director del trabajo, se ha hecho asistir por dos de los especialistas más reconocidos en estas áreas: Douglas J. Weatherford, quien se ha dedicado al rescate del trabajo de Rulfo en el séptimo arte, y Paulina Millán, autoridad cuando se habla del trabajo fotográfico del creador de “Pedro Páramo”.
“Una de las cosas que me ha interesado a mí en los últimos años es el papel que haya tenido Juan Rulfo en el cine, poco a poco vamos descubriendo que tenía una presencia más importante en la industria cinematográfica de lo que se había pensado antes: como guionista, como asesor histórico, como aficionado, vivía un momento en su vida después de la publicación de sus dos obras más importantes en el que estaba buscando nuevas maneras creativas, de explorar su creatividad y la imagen visual una de las cosas que más lo atraía”, señala en entrevista el profesor Douglas.
También aclara que la obra de “El Gallo de Oro” no se escribió como guion, sino como una novela en forma y fondo; además de que este año espera que por primera vez salga en una traducción al inglés. “La novela (“El Gallo de Oro”) aparecerá por primera vez en inglés este año, es una novela que yo empecé por primera vez en el cine y porque todo el mundo ha dicho que es un guion cinematográfico cuando no lo es; es una novela que Juan Rulfo sí escribió con la idea que se filmara después, pero es una segunda novela publicada”.
Por su parte, Paulina Millán busca que se mire de forma al trabajo fotográfico que dejó Rulfo. Para ella, que es parte esencial en el rescate hemerográfico, la parte literaria y la parte gráfica si bien se complementan, son autónomas.
“El punto fundamental es separar al escritor del fotógrafo, porque sí seguimos entendiéndolo sólo a través de la literatura nos estaríamos perdiendo una historia muy rica que son 30 años de fotógrafo. Para mí lo más importante que se dice en el capítulo (dedicado a la imagen) es que era fotógrafo y también escritor; destacar esta faceta y que se vaya haciendo una cronología y empezar a ubicar trabajos específicos de su fotografía y ya no sólo vincularlo con la literatura y darle voz a las imágenes”.
Y deja en claro que si bien será complicado ver sólo a Rulfo como fotógrafo, la serie, particularmente el capítulo dedicado a la fotografía, busca ampliar la visión: “Lo que se intenta en la serie no es derribar estos mitos, es dar más voces”.
DESLINDE
Sobre el tema de los homenajes oficiales y la construcción de la Ruta Rulfiana, que se realiza en el Sur de Jalisco, Juan Carlos Rulfo es tajante al afirmar que no tienen interés en el tema: “No hay que hacer más ruido, se trata de hacer más cosas, lo que está pasando con la ruta Rulfiana ustedes lo pueden constatar, nadie está haciendo nada, ellos lo están haciendo como lo están haciendo, ¿qué va a quedar de eso? Ustedes lo van a ver. Oficialmente debería haber mejor uso de los recursos, sobre todo de que hubiera buenos resultados”.