Cultura
Rosario Castellanos revive en su poesía
La escritora y su poesía recobran vida en voz de Ofelia Medina
GUADALAJARA, JALISCO (03/DIC/2013).- “Mi sangre se enardece igual que una jauría olfateando la presa y el estrago, pero bajo tu voz mi corazón se rinde en palomas devotas y sumidas". Esta noche Rosario Castellanos y su poesía recobraron vida en voz de Ofelia Medina con la puesta en escena “Amanecer en Tel Aviv” que da cuenta de los últimos momentos de la célebre escritora.
El teatro Vivian Blumenthal fue el recinto que albergó el espíritu de Castellanos, una autora que defendió el papel de la mujer en sus múltiples actividades. Con un público atento, en su mayoría adultos mayores, el pequeño espacio que albergaba a unas 150 personas, vivió una atmósfera de relatos y experiencias de Rosario mientras ésta estaba como embajadora de México en Tel Aviv.
A propósito de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), el montaje dirigido por la propia Medina y Begoña Lecumberri con música en vivo de Abril Bojórquez, dejó un grato sabor de boca al indagar en las reflexiones y los pensamientos más profundos de una mujer tan moderna y revolucionaria para su época que con el poder de su pluma y el encanto de sus frases supo mover sus piezas en un ambiente literario de hombres.
El viaje poético y sonoro por el que viajó la audiencia se remonta a 1974 donde su arte se recrea la madrugada de un 7 de agosto. Con pocos elementos de escenografía, pero muy armónicos y cálidos que recrean una habitación, Ofelia Medina muestra la vulnerabilidad de una mujer que en la soledad da rienda suelta a sus sentimientos, recuerda su San Cristóbal de las Casas donde vivió parte de su juventud.
“Soy embajadora de México en Israel, se que es bueno admirar pinturas, pero jamás voy a las exposiciones, prefiero estar así como ahora. Sufro por hábito, por herencia, sería feliz si yo supiera cómo, si me hubieran enseñado".
La puesta en escena que duró casi una hora rememora una velada, la última de una mujer que hoy día es un icono de la cultura y la idiosincrasia mexicana. Al finalizar el espectáculo intimista, Ofelia recibió el aplauso caluroso de los tapatíos congregados. Ella agradeció el gesto presentando a su equipo de producción.
EL INFORMADOR / ENRIQUE ESPARZA
El teatro Vivian Blumenthal fue el recinto que albergó el espíritu de Castellanos, una autora que defendió el papel de la mujer en sus múltiples actividades. Con un público atento, en su mayoría adultos mayores, el pequeño espacio que albergaba a unas 150 personas, vivió una atmósfera de relatos y experiencias de Rosario mientras ésta estaba como embajadora de México en Tel Aviv.
A propósito de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), el montaje dirigido por la propia Medina y Begoña Lecumberri con música en vivo de Abril Bojórquez, dejó un grato sabor de boca al indagar en las reflexiones y los pensamientos más profundos de una mujer tan moderna y revolucionaria para su época que con el poder de su pluma y el encanto de sus frases supo mover sus piezas en un ambiente literario de hombres.
El viaje poético y sonoro por el que viajó la audiencia se remonta a 1974 donde su arte se recrea la madrugada de un 7 de agosto. Con pocos elementos de escenografía, pero muy armónicos y cálidos que recrean una habitación, Ofelia Medina muestra la vulnerabilidad de una mujer que en la soledad da rienda suelta a sus sentimientos, recuerda su San Cristóbal de las Casas donde vivió parte de su juventud.
“Soy embajadora de México en Israel, se que es bueno admirar pinturas, pero jamás voy a las exposiciones, prefiero estar así como ahora. Sufro por hábito, por herencia, sería feliz si yo supiera cómo, si me hubieran enseñado".
La puesta en escena que duró casi una hora rememora una velada, la última de una mujer que hoy día es un icono de la cultura y la idiosincrasia mexicana. Al finalizar el espectáculo intimista, Ofelia recibió el aplauso caluroso de los tapatíos congregados. Ella agradeció el gesto presentando a su equipo de producción.
EL INFORMADOR / ENRIQUE ESPARZA
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