Cultura
Roger Bartra llama a no tener miedo del libro electrónico
El antropólogo mexicano Roger Bartra, asevera que aunque la aparición del libro electrónico genera tensión, la digitalización no debe ser vista como una amenaza
CIUDAD DE MÉXICO (11/SEP/2013).- Aunque la aparición del libro electrónico ha generado tensión y nerviosismo en la república de las letras, la digitalización no debe ser vista como una amenaza ni propiciar añoranza por el objeto impreso, cosido y con el típico olor a tinta y papel, aseveró el antropólogo mexicano
Roger Bartra.
Al participar en el Tercer Simposio Internacional sobre Libro Electrónico. La cadena del libro en el mundo digital, el también sociólogo recordó la víspera que en realidad no existe un mundo idílico de lectores entusiastas, y que es sólo una minoría la que se halla sumergida cotidianamente en el mundo del libro.
En su intervención, de la cual da cuenta el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, recordó que la lectura es un fenómeno minoritario y elitista, que padece una gran paradoja, ya que es el centro de la cultura moderna y eje básico para el funcionamiento de la sociedad, toda vez que los dirigentes se han tenido que preparar para asumir el liderazgo mediante la lectura, pero es marginal, ya que la mayoría de la población carece del hábito.
Las cifras, expuso, son aterradoras, pues según estadísticas, en México el 95 por ciento de los adultos no leen o son lectores ocasionales y hay quienes afirman que en nuestro país sólo hay medio millón de lectores asiduos, lo que representa una minoría insignificante.
Por ello, desestimó las voces que señalan que como en Internet está todo lo que necesitamos, los estudiantes ya no leen libros. "No es culpa de la red, las personas no quieren o no pueden leer un libro".
Al contrario, dijo, Internet ofrece la posibilidad de encontrar libros completos, lo cual no debe ser señal de alarma, sino dar pie a un proceso de reconversión neuronal.
Es así que "no hay que tenerle miedo al libro electrónico, ya que si bien en México apenas ha dado sus primeros "balbuceos", la lectura digital es un fenómeno que se está consolidando en otros países.
Investigador emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Bartra consideró normal esas tensiones y explicó que se trata de "angustias de una sociedad que se enfrenta a grandes saltos tecnológicos".
No obstante, acotó, la historia de las artes y de las ideas no transcurre sin riesgos y la digitalización simplemente ha dado una vuelta de tuerca a la lectura.
"Aquí en México, lo que pasa, es que prácticamente no circula, 'Google' acaba de empezar vendiendo libros electrónicos, pero es completamente marginal. Hay que pensar que en países como Estados Unidos, ya en España, pero sobre todo en Inglaterra y en Francia, el libro electrónico está avanzando enormemente".
En su opinión, el libro, tanto impreso como digital, son complementarios. "No creo que el libro impreso en papel de pulpa vegetal vaya a desaparecer, se va a volver más un artículo de lujo, pero desaparecer no lo creo, son complementarios".
A su favor, dijo, uno de los usos más prometedores del libro electrónico será en la digitalización de textos impresos ya agotados, que son difíciles de conseguir y de leer, pues ese formato ofrece una alternativa de disponibilidad permanente.
El mundo de los libros, es decir, editoriales, impresores, libreros y autores están obligados a rearticularse para lograr su reinserción en la república de las letras digitales, pues se trata de una etapa de turbulencia, ocasionada por las nuevas tecnologías, las cuales han afectado intereses privados de la empresa, señaló.
Al participar en el Tercer Simposio Internacional sobre Libro Electrónico. La cadena del libro en el mundo digital, el también sociólogo recordó la víspera que en realidad no existe un mundo idílico de lectores entusiastas, y que es sólo una minoría la que se halla sumergida cotidianamente en el mundo del libro.
En su intervención, de la cual da cuenta el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, recordó que la lectura es un fenómeno minoritario y elitista, que padece una gran paradoja, ya que es el centro de la cultura moderna y eje básico para el funcionamiento de la sociedad, toda vez que los dirigentes se han tenido que preparar para asumir el liderazgo mediante la lectura, pero es marginal, ya que la mayoría de la población carece del hábito.
Las cifras, expuso, son aterradoras, pues según estadísticas, en México el 95 por ciento de los adultos no leen o son lectores ocasionales y hay quienes afirman que en nuestro país sólo hay medio millón de lectores asiduos, lo que representa una minoría insignificante.
Por ello, desestimó las voces que señalan que como en Internet está todo lo que necesitamos, los estudiantes ya no leen libros. "No es culpa de la red, las personas no quieren o no pueden leer un libro".
Al contrario, dijo, Internet ofrece la posibilidad de encontrar libros completos, lo cual no debe ser señal de alarma, sino dar pie a un proceso de reconversión neuronal.
Es así que "no hay que tenerle miedo al libro electrónico, ya que si bien en México apenas ha dado sus primeros "balbuceos", la lectura digital es un fenómeno que se está consolidando en otros países.
Investigador emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Bartra consideró normal esas tensiones y explicó que se trata de "angustias de una sociedad que se enfrenta a grandes saltos tecnológicos".
No obstante, acotó, la historia de las artes y de las ideas no transcurre sin riesgos y la digitalización simplemente ha dado una vuelta de tuerca a la lectura.
"Aquí en México, lo que pasa, es que prácticamente no circula, 'Google' acaba de empezar vendiendo libros electrónicos, pero es completamente marginal. Hay que pensar que en países como Estados Unidos, ya en España, pero sobre todo en Inglaterra y en Francia, el libro electrónico está avanzando enormemente".
En su opinión, el libro, tanto impreso como digital, son complementarios. "No creo que el libro impreso en papel de pulpa vegetal vaya a desaparecer, se va a volver más un artículo de lujo, pero desaparecer no lo creo, son complementarios".
A su favor, dijo, uno de los usos más prometedores del libro electrónico será en la digitalización de textos impresos ya agotados, que son difíciles de conseguir y de leer, pues ese formato ofrece una alternativa de disponibilidad permanente.
El mundo de los libros, es decir, editoriales, impresores, libreros y autores están obligados a rearticularse para lograr su reinserción en la república de las letras digitales, pues se trata de una etapa de turbulencia, ocasionada por las nuevas tecnologías, las cuales han afectado intereses privados de la empresa, señaló.
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