Cultura
Rinden homenaje de cuerpo presente a Alí Chumacero en Bellas Artes
Arrancó el homenaje con una guardia de honor encabezada por Alonso Lujambio, Consuelo Sáizar, Joaquín Díez-Canedo y Guillermo Chumacero
Restos de Alí Chumacero arriban
a Bellas Artes para homenaje
CIUDAD DE MÉXICO (24/OCT/2010).- Con una guardia de honor encabezada por el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, la presidenta del Conaculta, Consuelo Sáizar, el director del Fondo de Cultura Económica (FCE), Joaquín Díez-Canedo, y Guillermo Chumacero, arrancó el homenaje de cuerpo presente al poeta Alí Chumacero en el Palacio de Bellas Artes.
Acto seguido tomaron la palabra la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, Teresa Vicencio, y el secretario Lujambio, quienes recordaron un poco de la vida y obra de este vate al que Lujambio calificó como un 'ejemplar guardián de las letras'.
Vicencio habló brevemente de las últimas visitas de Chumacero al recinto de mármol, entre ellas el Homenaje nacional que se le realizó en 2008, con motivo de sus 90 años.
"Su relación con este espacio y con el Instituto fue por décadas reflejada con su presencia en este Palacio, que resultó habitual", dijo conmovida la funcionaria.
También al respecto, Lujambio comentó que fue en este espacio cultural donde hace apenas dos años Chumacero recibíó un homenaje nacional.
Chumacero, recordó, formó parte de los autores que fundaron la revista Tierra Nueva, desde donde sumó a la literatura castellana una obre poética con la concisión y pulimiento de un clásico, como en "Páramo de sueños, "Imágenes desterradas' y 'Palabras en reposo'.
De su paso por el Fondo de Cultura Económica se deben incontables e impecables ediciones, especialmente las de autores de su generación, y gracias a su pasión por la filología y lexicografía hizo innumerables aportaciones al tesoro común de nuestra lengua.
En vida, dijo, Chumacero padeció la tristeza por ver partir a su mujer Lourdes y a sus amigos Jorge González Durán, Agustín Pineda, José Luis Martínez y Carlos Montemayor, con quienes ahora ya se encuentra reunido.
En su oportunidad, el poeta Jaime Labastida recordó a su colega como un vate de gran dimensión, cuya poesía fue tallada al límite de la perfección.
El miembro de la Academia Mexicana de la Lengua refirió que su poseía nació del silencio, "exigente consigo misma y con sus lectores, fue escrita sin concesiones en la más alta tradición de la poesía mexicana".
Labastida apuntó que Chumacero fue un hombre que despreciaba la solemnidad, que amaba la vida y que la vivió infinitamente; "Un hombre radiante de alegría y lleno de paradojas, un personaje que se ironizaba a sí mismo y que no tuvo un sólo enemigo".
Su muerte dijo, deja un gran vacío en la poesía, en la Academia y en la amistad, pero al mismo tiempo genera un legado aún más allá que el que conforma su obra .
En estos momentos, poco más de 10 autores leen algunos de sus versos, dedican algunas palabras para despedir el poeta nacido en Acaponeta, Nayarit, en 1918; entre ellos, Juan Gelman, Jorge Volpi, Sealtiel Alatriste y Raúl Renán, entre otros.
El cuerpo de Alí Chumacero salió poco después de las 10:00 horas de la capilla ardiente instalada en una agencia funeraria de Sullivan, desde donde se trasladó al Palacio de Bellas Artes para este homenaje de cuerpo presente.
Allí, amigos, familiares, colegas y autoridades lo recibieron poco antes de las 11:00 horas.
Primero se rindieron un par de guardias de honor con funcionarios y familiares, luego vinieron los discursos ante el féretro y la imagen de gran formato del poeta nayarita, tras lo cual comenzaron las lecturas. Se prevé que el homenaje concluya a las 14:00 horas.
a Bellas Artes para homenaje
CIUDAD DE MÉXICO (24/OCT/2010).- Con una guardia de honor encabezada por el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, la presidenta del Conaculta, Consuelo Sáizar, el director del Fondo de Cultura Económica (FCE), Joaquín Díez-Canedo, y Guillermo Chumacero, arrancó el homenaje de cuerpo presente al poeta Alí Chumacero en el Palacio de Bellas Artes.
Acto seguido tomaron la palabra la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, Teresa Vicencio, y el secretario Lujambio, quienes recordaron un poco de la vida y obra de este vate al que Lujambio calificó como un 'ejemplar guardián de las letras'.
Vicencio habló brevemente de las últimas visitas de Chumacero al recinto de mármol, entre ellas el Homenaje nacional que se le realizó en 2008, con motivo de sus 90 años.
"Su relación con este espacio y con el Instituto fue por décadas reflejada con su presencia en este Palacio, que resultó habitual", dijo conmovida la funcionaria.
También al respecto, Lujambio comentó que fue en este espacio cultural donde hace apenas dos años Chumacero recibíó un homenaje nacional.
Chumacero, recordó, formó parte de los autores que fundaron la revista Tierra Nueva, desde donde sumó a la literatura castellana una obre poética con la concisión y pulimiento de un clásico, como en "Páramo de sueños, "Imágenes desterradas' y 'Palabras en reposo'.
De su paso por el Fondo de Cultura Económica se deben incontables e impecables ediciones, especialmente las de autores de su generación, y gracias a su pasión por la filología y lexicografía hizo innumerables aportaciones al tesoro común de nuestra lengua.
En vida, dijo, Chumacero padeció la tristeza por ver partir a su mujer Lourdes y a sus amigos Jorge González Durán, Agustín Pineda, José Luis Martínez y Carlos Montemayor, con quienes ahora ya se encuentra reunido.
En su oportunidad, el poeta Jaime Labastida recordó a su colega como un vate de gran dimensión, cuya poesía fue tallada al límite de la perfección.
El miembro de la Academia Mexicana de la Lengua refirió que su poseía nació del silencio, "exigente consigo misma y con sus lectores, fue escrita sin concesiones en la más alta tradición de la poesía mexicana".
Labastida apuntó que Chumacero fue un hombre que despreciaba la solemnidad, que amaba la vida y que la vivió infinitamente; "Un hombre radiante de alegría y lleno de paradojas, un personaje que se ironizaba a sí mismo y que no tuvo un sólo enemigo".
Su muerte dijo, deja un gran vacío en la poesía, en la Academia y en la amistad, pero al mismo tiempo genera un legado aún más allá que el que conforma su obra .
En estos momentos, poco más de 10 autores leen algunos de sus versos, dedican algunas palabras para despedir el poeta nacido en Acaponeta, Nayarit, en 1918; entre ellos, Juan Gelman, Jorge Volpi, Sealtiel Alatriste y Raúl Renán, entre otros.
El cuerpo de Alí Chumacero salió poco después de las 10:00 horas de la capilla ardiente instalada en una agencia funeraria de Sullivan, desde donde se trasladó al Palacio de Bellas Artes para este homenaje de cuerpo presente.
Allí, amigos, familiares, colegas y autoridades lo recibieron poco antes de las 11:00 horas.
Primero se rindieron un par de guardias de honor con funcionarios y familiares, luego vinieron los discursos ante el féretro y la imagen de gran formato del poeta nayarita, tras lo cual comenzaron las lecturas. Se prevé que el homenaje concluya a las 14:00 horas.
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