Cultura

Rinden homenaje a Carlos Fuentes en Bellas Artes

A un año de su muerte el Conaculta honra la memoria del escritor mexicano

CIUDAD DE MÉXICO (19/MAY/2013).- Como un hombre que creyó en la inteligencia como palanca para mover mundos, un pozo de sabiduría, información y amistad, un humanista moderno e universal, integrante de la generación del 'Boom', fue recordado hoy el escritor mexicano Carlos Fuentes (1928-2012), por amigos colegas y autoridades del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

En una abarrotada Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, los escritores Héctor Aguilar Camín, Federico Reyes Heroles, Hernán Lara Zavala, Juan Ramón de la Fuente, Gonzalo Celorio y Vicente Quirarte recordaron el legado cultural, humanista, social y literario de quien fuera considerado uno de los autores más sobresalientes del siglo XX en México.

Ante figuras del ámbito político, cultural y artístico, los ponentes rememoraron los primeros años de Fuentes en el mundo de las letras, su amor por la Ciudad de México, su personalidad internacional, su vocación literaria y sus viajes por el mundo.

El presidente del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, se refirió al homenajeado como un hombre que amaba a su país, México, y dijo que un año de su muerte, "nos hará falta su inteligencia, su visión del mundo, esa cualidad aparentemente sencilla, pero tan difícil saber encontrar a Dios y al diablo en todos los detalles".

Tras recordar su profunda inteligencia, personajes favoritos, películas y charlas que sostuvo en un par de ocasiones con el autor de "La muerte de Artemio Cruz", Tovar y de Teresa señaló que la vasta obra de Fuentes rebasa el siglo XX y es una referencia literaria vital.

En una mesa titulada "El Universo de Carlos Fuentes", Vicente Quirarte, celebró por su parte la presencia de los autores antes mencionados, de quienes, dijo, "estamos para confirmar el poder de lazo que Fuentes supo tener con los seres más próximos a él y los numerosos lectores que por serlo fueron sus amigos y los despidieron en el Palacio de Bellas Artes, en la histórica "Región más transparente a la que nunca abandono".

Al respecto, el narrador y escritor Héctor Aguilar Camín recordó cuatro escenas sobre la vida de Carlos Fuentes, entre ellas, una pequeña cena que tuvieron en Cartagena de Indias, donde describió la capacidad "precisa" de cómo funcionaba la cabeza creativa de Fuentes, al dibujar en un trozo de papel a cerca de 20 personajes del ámbito político, personajes que el mismo Aguilar Camín enmarcó y guarda en su hogar.

Lo calificó como un escritor que viajó por su imaginación, "la imaginación de otros, así como por ciudades, países, lenguas, literaturas, siempre dispuesto a moverse, a explorar, a probar lo último, lo distinto, a leer lo nuevo y a fecundarse con lo inesperado".

"Fuentes le dio la bienvenida al mundo todos los días de su vida, estuvo en él como un prestidigitador enamorado de su oficio, mezclando con libertad eléctrica, la ficción del ensayo, la pasión por el cine, por las letras, la libertad de costumbres, el brillo de la celebridad, fundido todo en un lenguaje incandescente, desafiante y libre de contenciones", dijo.

Aguilar Camín pidió no celebrar su muerte, sino, "la fiesta de su vida, que mejoró la nuestra y dar felicidad continua de su obra que vivirá en sus lectores", señaló.

Para Gonzalo Celorio, Carlos Fuentes murió como había vivido: lúcido, apuesto, jovial, enérgico, vital y saludable, y agregó que a lo largo de su carrera literaria, el autor fue creciendo, madurando y aquilatando su escritura y culminando su vasta obra, además de que tuvo la cortesía y el privilegio de no envejecer nunca.

"Habrá quien piense que la suya fue una muerte afortunada y hasta envidiable, porque como lo recuerda Borges: morir sin agonía, es una de las felicidades que la sombra de Tiresias le promete a Ulises, sin decandencia ni degradación", dijo.

Tras recordar cómo fue que la muerte de Fuentes resultó imprevista, Celorio señaló que a un año de su partida, "nos quedan sus libros, su ejemplo, voz y pensamiento".

"Los frutos de su capacidad crítica, la conciencia infundida por él mismo sobre quiénes somos y por qué somos lo que somos, es decir, la conciencia de nuestra identidad en cuya búsqueda no hay que romper lanza alguna, porque gracias a Fuentes podemos caminar por el mundo sin necesidad de presentar un pasaporte cultural identitario", señaló.

En su oportunidad, Juan Ramón de la Fuente, ex rector de la UNAM, habló de Fuentes como impulsor de un humanismo moderno y liberal y lo llamó mexicano universal.

Recordó que México fue la gran pasión y obsesión del autor de "Aura" y subrayó que "Fuentes fue México desde los días enmascarados hasta el último de sus días".

De la Fuente destacó la labor social, humanista, educativa y literaria de este hombre de letras, que ejerció con rigor su libertad.

Dijo que a lo largo de su vida, Fuentes "intentó de mil maneras descubrirnos y explicarnos a través del lenguaje, mucho de lo que somos, de lo que queremos ser y de lo que no.

"Nos transmitió un mundo que a veces parece éste, el de todos los días, pero que en realidad es otro; el de su creatividad, el de su libertad como intelectual", indicó, al tiempo que lo recordó como un humanista moderno y liberal.

El escritor Hernán Lara Zavala habló sobre Carlos Fuentes y el "Boom latinoamericano", relacionado con los autores Gabriel García Márquez de Colombia, Mario Vargas Llosa de Perú, Julio Cortázar de Argentina, y el propio Carlos Fuentes de México.

Dijo que estos escritores desafiaron los convencionalismos establecidos de la literatura latinoamericana y refirió que "al igual que The Beatles, son sólo cuatro y en el grupo, ya no cabe uno más".

Tras hacer una síntesis de ese fenómeno literario, Lara Zavala consideró que de los cuatro integrantes, Carlos Fuentes resultó el más equilibrado, el más independiente y objetivo y el que nunca perdió la conciencia crítica.

Lo calificó como el pionero del grupo, a quien le tocaba ofrecer discursos y conferencias en su representación, por su mente lúcida, su facilidad de palabra, su presencia imponente, su manejo de lenguas e histriónicas. "Fue el más fecundo de los cuatro, fue el promotor del 'Boom' y del 'postBoom'", agregó.

Por último, Reyes Heroles se refirió al literato, el amigo inquieto, el ciudadano, el cinéfilo, el polemista, el declamador, el amante de la ópera, el periodista, el novelista y el comelón.

Mencionó que Fuentes tuvo muchos universos y nunca se cansó de nutrirlos y de crecer su conocimiento de todo lo que lo rodeaba.

"Fue un hombre ejemplar y nunca dejó de crecer, su universo siempre estuvo en permanente construcción; creer era en él cómo respirar: natural, un impulso infatigable por ver más lejos y saber más, por eso, el universo de Carlos Fuentes", señaló.
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