Cultura
Rinde AML homenaje a Alfonso Reyes
Dicho acontecimiento recuerda a su undécimo director por más de 40 años
CIUDAD DE MÉXICO.- La Academia Mexicana de la Lengua (AML) rindió un homenaje al escritor y pensador mexicano Alfonso Reyes (1889-1959) con motivo de su 50 aniversario luctuoso, realizado la víspera en sesión pública solemne en el Salón Carlos Avila, del Centro de Cultura Casa Lamm.
Durante la sesión, José Moreno, director de la AML, comentó que dicho acontecimiento recuerda a su undécimo director, Alfonso Reyes, quien perteneció a ella por más de 40 años, ocupando la silla XVII que hoy pertenece a Felipe Garrido.
Recordó que a cuatro días de que ocurriera la muerte de Alfonso Reyes, el escritor regiomontano dirigió, al entonces secretario perpetuo de la Academia, Alberto María Carreño, una carta.
Esta rezaba "Mi querido Alberto, permítame que deje de lado el estilo académico, para más cómoda y explícitamente comunicarme con usted sobre asuntos privados, de toda suerte que deseo que esta carta sea conocida por mis ilustres colegas y vuelva a usted leerla y hacerla constar en la sesión que corresponda".
"Es para mí una constante preocupación, sintiéndome por una parte tan honrado con el más alto premio de mi carrera como es el ocupar la dirección de la Academia; por otra parte, faltando muy a pesar mío a todos los deberes y atenciones inevitables de mi cargo", escribió.
"Se me ha prohibido terminantemente y expresamente concurrir a reuniones públicas y más si son actos solemnes, y en hacer uso de la palabra o leer en público", añadió en el texto.
Por otra parte, Fernando Serrano Migallón, silla IX de la Academia, mencionó que Alfonso Reyes decía que el hombre debía sentirse depositario en naturaleza y en espíritu, con el deber de conservar y aumentar en lo posible, construyendo culturas y naciones.
Agregó que es verdad que a la muerte todos están llamados a nivel de olvido y que solamente algunos cuantos están llamados a décadas, o en lo mejor de los casos, a siglos de memoria agradecida, "son esos pocos los que testifican la historia".
Destacó en este renglón a Alfonso Reyes, uno de los directores más insignes de la Academia.
Alfonso Reyes nació en Monterrey, el 17 de mayo de 1889, y fueron sus padres el general Bernardo Reyes y doña Aurelia Ochoa.
Aunque comenzó sus estudios en la citada ciudad, vino después a continuarlos en la Escuela Nacional Preparatoria de esta capital, y aquí también hizo su carrera de abogado, la cual terminó el 20 de julio de 1913, fecha en que recibió el título de abogado.
Los sucesos políticos que se desarrollaron con mayor intensidad desde que Alfonso Reyes dio término a sus estudios profesionales, lo hicieron trasladarse a Francia y luego a España, donde largos años se mantuvo consagrado sólo a sus tareas literarias, comenzadas desde que era estudiante y las cuales, desde entonces, le procuraron aplauso y gloria.
Durante la sesión, José Moreno, director de la AML, comentó que dicho acontecimiento recuerda a su undécimo director, Alfonso Reyes, quien perteneció a ella por más de 40 años, ocupando la silla XVII que hoy pertenece a Felipe Garrido.
Recordó que a cuatro días de que ocurriera la muerte de Alfonso Reyes, el escritor regiomontano dirigió, al entonces secretario perpetuo de la Academia, Alberto María Carreño, una carta.
Esta rezaba "Mi querido Alberto, permítame que deje de lado el estilo académico, para más cómoda y explícitamente comunicarme con usted sobre asuntos privados, de toda suerte que deseo que esta carta sea conocida por mis ilustres colegas y vuelva a usted leerla y hacerla constar en la sesión que corresponda".
"Es para mí una constante preocupación, sintiéndome por una parte tan honrado con el más alto premio de mi carrera como es el ocupar la dirección de la Academia; por otra parte, faltando muy a pesar mío a todos los deberes y atenciones inevitables de mi cargo", escribió.
"Se me ha prohibido terminantemente y expresamente concurrir a reuniones públicas y más si son actos solemnes, y en hacer uso de la palabra o leer en público", añadió en el texto.
Por otra parte, Fernando Serrano Migallón, silla IX de la Academia, mencionó que Alfonso Reyes decía que el hombre debía sentirse depositario en naturaleza y en espíritu, con el deber de conservar y aumentar en lo posible, construyendo culturas y naciones.
Agregó que es verdad que a la muerte todos están llamados a nivel de olvido y que solamente algunos cuantos están llamados a décadas, o en lo mejor de los casos, a siglos de memoria agradecida, "son esos pocos los que testifican la historia".
Destacó en este renglón a Alfonso Reyes, uno de los directores más insignes de la Academia.
Alfonso Reyes nació en Monterrey, el 17 de mayo de 1889, y fueron sus padres el general Bernardo Reyes y doña Aurelia Ochoa.
Aunque comenzó sus estudios en la citada ciudad, vino después a continuarlos en la Escuela Nacional Preparatoria de esta capital, y aquí también hizo su carrera de abogado, la cual terminó el 20 de julio de 1913, fecha en que recibió el título de abogado.
Los sucesos políticos que se desarrollaron con mayor intensidad desde que Alfonso Reyes dio término a sus estudios profesionales, lo hicieron trasladarse a Francia y luego a España, donde largos años se mantuvo consagrado sólo a sus tareas literarias, comenzadas desde que era estudiante y las cuales, desde entonces, le procuraron aplauso y gloria.
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