Cultura
Retornan a México los murales de Rivera expuestos en el MoMA
El público visitante estuvo compuesto tanto por estadounidenses, como por latinos y mexicanos
NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS (28/MAY/2012).- Luego de ser vistos por más de 700 mil visitantes durante su exhibición en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), los tres murales de Diego Rivera que pertenecen a colecciones mexicanas regresan hoy a su país de origen.
Los tres murales, dos de los cuales pertenecen al Museo Dolores Olmedo de la capital mexicana y otro a un coleccionista privado, forman parte de las ocho obras de gran escala exhibidas en el MoMA del 13 de noviembre al 14 de mayo.
Anny Aviram, curadora encargada de la exposición y de viajar con las obras de Nueva York a México, informó que los murales, cada uno de los cuales pesa más de 400 kilogramos, serán transportados este lunes a México en un avión de carga acondicionado.
Además de tres de los llamados murales portátiles que Rivera pintó dentro del MoMA para una exhibición de 1931, viajarán a México dos dibujos de gran escala, propiedad también del Museo Dolores Olmedo.
"La respuesta del público fue increíble. La gente salía en serio feliz de la muestra, pese a que ésta era realmente pequeña", afirmó en entrevista la mexicana Aviram.
El público visitante estuvo compuesto tanto por estadounidenses, como por latinos y mexicanos: radicados en o cerca de Nueva York como turistas.
De hecho, mencionó que la membresía de mexicanos al MoMA se disparó desde la exhibición de Rivera, y ahora el museo cuenta con casi mil miembros nacionales de México.
Aviram opinó que además de la respuesta del público, la exhibición resultó exitosa por la gran cantidad de actividades aledañas que generó, como conferencias sobre la historia de los murales y de la vida de Rivera en Estados Unidos.
Asimismo, se impartieron en el MoMA talleres para crear murales y la escritora mexicana Elena Poniatowska ofreció una conferencia sobre el pintor y su relevancia en el arte del siglo XX en México.
Titulada "Diego Rivera: Murales para el Museo de Arte Moderno", la exposición incluyó también dibujos a gran escala y de mediano formato, así como materiales de archivo relacionados tanto con el encargo de los "murales portátiles" como del mural del artista mexicano en el Centro Rockefeller de Nueva York.
Los tres murales, dos de los cuales pertenecen al Museo Dolores Olmedo de la capital mexicana y otro a un coleccionista privado, forman parte de las ocho obras de gran escala exhibidas en el MoMA del 13 de noviembre al 14 de mayo.
Anny Aviram, curadora encargada de la exposición y de viajar con las obras de Nueva York a México, informó que los murales, cada uno de los cuales pesa más de 400 kilogramos, serán transportados este lunes a México en un avión de carga acondicionado.
Además de tres de los llamados murales portátiles que Rivera pintó dentro del MoMA para una exhibición de 1931, viajarán a México dos dibujos de gran escala, propiedad también del Museo Dolores Olmedo.
"La respuesta del público fue increíble. La gente salía en serio feliz de la muestra, pese a que ésta era realmente pequeña", afirmó en entrevista la mexicana Aviram.
El público visitante estuvo compuesto tanto por estadounidenses, como por latinos y mexicanos: radicados en o cerca de Nueva York como turistas.
De hecho, mencionó que la membresía de mexicanos al MoMA se disparó desde la exhibición de Rivera, y ahora el museo cuenta con casi mil miembros nacionales de México.
Aviram opinó que además de la respuesta del público, la exhibición resultó exitosa por la gran cantidad de actividades aledañas que generó, como conferencias sobre la historia de los murales y de la vida de Rivera en Estados Unidos.
Asimismo, se impartieron en el MoMA talleres para crear murales y la escritora mexicana Elena Poniatowska ofreció una conferencia sobre el pintor y su relevancia en el arte del siglo XX en México.
Titulada "Diego Rivera: Murales para el Museo de Arte Moderno", la exposición incluyó también dibujos a gran escala y de mediano formato, así como materiales de archivo relacionados tanto con el encargo de los "murales portátiles" como del mural del artista mexicano en el Centro Rockefeller de Nueva York.
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