Cultura
Responde Günter Grass a la prohibición de ingresar a Israel
En su recuento inicial, el también Premio Príncipe de Asturias 1999 añade que en 1986 a su esposa y a él se les negó la entrada a Birmania como `indeseados´. ''En ambos casos se siguió la práctica habitual en las dictaduras''
En un texto que publicaron en la edición de hoy los diarios europeos "El País" y "Süddeutsche Zeitung", titulado "Lo mismo entonces que ahora", el autor refiere que la primera ocasión fue la extinta República Democrática Alemana, "por orden del Ministro de Seguridad del Estado, llamado Mielke".
Añade que dos años más tarde tal decisión fue retirada, pero se redobló la vigilancia de los viajes que realizaba al ser clasificado como "elemento subversivo".
En su recuento inicial, el también Premio Príncipe de Asturias 1999 añade que en 1986 a su esposa y a él se les negó la entrada a Birmania "como `indeseados´. En ambos casos se siguió la práctica habitual en las dictaduras".
"Ahora es el Ministro del Interior de una democracia, el Estado de Israel, quien me ha sancionado negándome la entrada, y su justificación para la medida impuesta recuerda -por su tono- el veredicto del ministro Mielke", abunda.
Grass señala que esta prohibición no le impedirá mantener sus vivos recuerdos de varios viajes a Israel, su desierto, su tierra, su plática con Erwin Lichtenstein y las amplias discusiones con amigos.
Charlas que versaban "sobre el futuro de su país como potencia ocupante pero estaban también llenos de una inquietud que, 40 años más tarde, se ha convertido en un peligro amenazador", menciona.
Para finalizar, recuerda que la RDA no existe ya, y que "como potencia nuclear de dimensión incontrolada, el gobierno de Israel se considera autolegitimado y, hasta ahora, inasequible a toda admonición... Sólo Birmania permite que germine una pequeña esperanza", finaliza.
En los últimos días el escritor alemán ha desatado controversia tras la publicación de su poema "Lo que hay que decir", en el que considera que Israel "pone en peligro una paz mundial ya de por sí quebradiza", lo que llevó al Ministro del Interior hebreo, Eli Yishai, a prohibir su entrada al país.
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