Cultura
Regresa a México el virtuoso violinista polaco Vadim Brodsky
Ofrecerá recitales en Aguascalientes y en el Anfiteatro Simón Bolívar de San Ildefonso
Como parte del Ciclo permanente de conciertos internacionales que organiza la Dirección de Música de la UNAM, Brodsky refrendará su amor a México, país al que considera maravilloso pese a las problemáticas que enfrenta, porque problemas, afirmó, los hay en todos lados, incluidas las naciones de la Unión Europea.
Entrevistado en ocasión de este viaje a México, que es el séptimo u octavo que realiza a este país, el músico nacido y educado en Rusia habló del repertorio y de sus siguientes presentaciones antes de regresar a Roma.
Comentó que la presentación del día 18, en el Anfiteatro Simón Bolívar del Antiguo Colegio de San Ildefonso, en esta ciudad, ofrecerá un programa dividido en dos partes, la primera de ellas muy ambiciosa en materia de técnica musical y la segunda más ligera pero igualmente emotiva.
El público, expuso, podrá escuchar en este "Concierto internacional para piano y violín", la "Sonata para violín no. 1", de Johann Sebastian Bach (1685-1750) y la "Sonata para violín y piano no. 2", de Johannes Brahms (1833-1897).
Insistió en que es un programa sumamente complejo el de la primera parte, que dará paso de manera magistral a la ejecución de "Introducción y Rondó caprichoso", de Camille Saint-Saëns (1835-1921), obra con la que inicia la segunda fase del recital.
Otras de las piezas que se ejecutarán, dijo, son: "Fantasía sobre Carmen", de Pablo Sarasate (1844-1908), y "Sonata para violín no. 5" de Eugène Ysaÿe (1858-1931).
La elección de las obras, compartió, responde a la invitación que le hizo la Dirección de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con una primera parte un poco seria, con obras de autores de todas las épocas, mientras que en la segunda se podría decir, es como la "carota", que busca el deleite del público, también con un alto grado de virtuosismo, pero más desenfadado.
Sobre lo que representa compartir el escenario con la rumana Camelia Goila, apuntó que es una experiencia gratificante, pues se trata de una bella mujer y una talentosa pianista.
Aunque el maestro Brodsky reconoció que aún no tiene la oportunidad de ensayar con ella, afirmó estar "seguro de su calidad como músico, porque la Dirección de la UNAM no contrata gente sin talento, y la propia UNAM es una sello de calidad", expresó.
Viajero incansable, con temporadas en las que su vida transcurre más en un avión que en un hogar, Brodsky confesó estar feliz de regresar a este país, ya que le gusta mucho, "...es un lugar que tiene todo, problemas como en todos lados (...) es un país bello".
Incluso le gusta su lengua, aunque confesó con modestia que no puede decir que la domine porque eso sería incorrecto y lo convertiría en un cretino.
Brodsky se comunica mayormente en italiano, porque es el lenguaje de este medio, el musical, donde se ha desarrollado toda su vida. Además, expuso, su suegra y la madre de sus hijos hablan italiano, así que él tenía que dominarlo.
No obstante, también usa el polaco y el ruso; eso es una cuestión histórica, señaló, pues antes de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) en Rusia, donde él se formó, se observaba una mescolanza de razas y nacionalidades. En esa época, refirió, muchos alemanes vivieron en Siberia, y muchos polacos en Rusia, como fue su caso.
Hoy es un ciudadano del mundo, gracias a que lo recorre con su música, una vida que ciertamente, reconoció, no es fácil y menos cuando ya no se tienen 25 años, añadió el virtuoso, quien a diferencia de otros colegas suyos, sí mantiene una activa agenda.
El violinista se presentará mañana en Aguascalientes, donde ejecutará un concierto con obras del connotado compositor ruso Henryk Wieniawski (1835-1880), después se presentará en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, el 18 de noviembre, para después viajar de regreso a Roma, donde tiene uno de sus dos lugares de residencia.
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