Cultura
Reflexionan en FIL niños sobre equidad de género
La puesta en escena expone a niños y niñas una situación latente en nuestra sociedad
GUADALAJARA, JALISCO (05/DIC/2014).- La historia de los gemelos Flor y Faustino arrancó decenas de sonrisas e hizo reflexionar sobre la equidad de género a niños y niñas -quienes acompañados de sus padres- asistieron esta noche a la presentación de la obra de teatro infantil en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (
FIL).
La puesta en escena, a cargo de la compañía Los ferrocarrileros de Jalisco, trata sobre dos hermanos pequeños que se quieren mucho y lo comparten todo. Juegan y sueñan hasta que cumplen seis años y llega el momento de ir a la escuela. Como su familia es muy humilde y tradicionalista, se les avisa que no alcanza el dinero para que los dos estudien, por lo que deben decidirse por uno.
Como Flor es mujer, a ella le corresponde quedarse a hacer las tareas del hogar, dice la madre. La niña reniega de su mala suerte y expone que será muy triste no tener acceso al conocimiento. Faustino considera que es injusto que su hermana no vaya al colegio, y por las tardes -sin que nadie se entere- le enseña a Flor lo que aprende de día.
Para ser más justos deciden cambiar de roles, así Flor también podrá asistir a la escuela. Tras llevar con éxito su plan, al final son descubiertos.
"No deberías de disfrazarte de niño para ir a la escuela", espeta Faustino, lo que hace que la madre cambie su opinión de las cosas y decida que su hija también tiene derecho a estudiar.
Al terminar, algunas niñas como María reflexionaron. "¿Verdad que sí mamá, que todos tienen que ir a la escuela?", le dijo al salir de la función.
EL INFORMADOR/ ILSE MARTÍNEZ
La puesta en escena, a cargo de la compañía Los ferrocarrileros de Jalisco, trata sobre dos hermanos pequeños que se quieren mucho y lo comparten todo. Juegan y sueñan hasta que cumplen seis años y llega el momento de ir a la escuela. Como su familia es muy humilde y tradicionalista, se les avisa que no alcanza el dinero para que los dos estudien, por lo que deben decidirse por uno.
Como Flor es mujer, a ella le corresponde quedarse a hacer las tareas del hogar, dice la madre. La niña reniega de su mala suerte y expone que será muy triste no tener acceso al conocimiento. Faustino considera que es injusto que su hermana no vaya al colegio, y por las tardes -sin que nadie se entere- le enseña a Flor lo que aprende de día.
Para ser más justos deciden cambiar de roles, así Flor también podrá asistir a la escuela. Tras llevar con éxito su plan, al final son descubiertos.
"No deberías de disfrazarte de niño para ir a la escuela", espeta Faustino, lo que hace que la madre cambie su opinión de las cosas y decida que su hija también tiene derecho a estudiar.
Al terminar, algunas niñas como María reflexionaron. "¿Verdad que sí mamá, que todos tienen que ir a la escuela?", le dijo al salir de la función.
EL INFORMADOR/ ILSE MARTÍNEZ
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