Cultura

Recuerdan a Phil Weigand

Todavía hay mucho por hacer y descubrir al respecto, así que continuarán las excavaciones no sólo en la zona de Guachimontones, sino en todo el valle

GUADALAJARA, JALISCO (28/OCT/2011).- El trabajo de Phil Weigand (1935-2011) no se puede quedar detenido tras su partida, es necesario dar a conocer el proceso histórico que tuvo la sociedad que habitó lo que hoy es la zona arqueológica más relevante en el Occidente del país, reconoció Sean Montgomery Smith Márquez, arqueólogo que compartió con el estadounidense –más que el trabajo– una profunda amistad que lo llevó a homenajear al hombre que dejó para Jalisco una gran historia qué contar.

Fueron las instalaciones de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco la sede para honrar la noche del miércoles la memoria de Weigand, pionero en la arqueología en esta parte de México, y Smith Márquez y su esposa, Erika Blanco (también arqueóloga), los encargados de recordar el aporte del investigador que “revolucionó la forma de acercarse a la arqueología” y “abrió nuevas formas de comprender la compleja sociedad que probablemente vivió en el 350 a.C”.

“Tenemos nuevas pistas que nos darán un giro completo a los trabajos científicos de Weigand”, dijo Smith Márquez y puntualizó que asumían que “la sociedad asentada en los Guachimontones vivió de 200 a.C al 900 d.C, pero hay indicadores que nos muestran que habitaron en el año 350 a.C al 350 d.C”.

Erika Blanco añadió que a partir de ahora se abren nuevas preguntas en torno a este asentamiento humano – ¿cómo nació? y ¿por qué colapsó? –, pues ya no es posible pensar que el desarrollo de esa civilización se relaciona con las posibilidades de desarrollo agrícola  de la región y que su caída se debió a la llegada de grupos del centro del país con nuevas tecnologías, “ya que las fechas se movieron”.

Todavía hay mucho por hacer y descubrir al respecto, así que continuarán las excavaciones no sólo en la zona de Guachimontones, sino en todo el valle, aunque los arqueólogos esperan que el INAH libere los permisos para utilizar el millón de pesos que autorizó el gobierno federal para las investigaciones.
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