Cultura

Recuerdan a Alejandro Zohn

Un repaso por la obra del autor del Mercado Libertad, constituye la exposición homenaje que alberga desde mañana el Museo Nacional de Arquitectura

GUADALAJARA, JALISCO (03/AGO/2011).- Las primeras muestras del talento del arquitecto Alejandro Zohn están en su infancia, pero no son la clásica mancha de colores que en ocasiones se presenta como prueba irrefutable de que algún niño que luego se hace artista, había nacido para ello. En el caso de Zohn se trata de pequeños juguetes de madera, diseñados por el niño nacido en Austria, en 1930. Barquitos, aviones y tanques de guerra forman parte de la exposición homenaje, que sobre todo incluye diversos aspectos de una treintena de sus obras de este tapatío por convicción, como el Mercado Libertad, la Unidad Deportiva López Mateos o el edificio del Archivo General del Gobierno del Estado, en Guadalajara.

Alejandro Zohn, su arquitectura es el nombre de la muestra, organizada por el Instituto Nacional de Bellas Artes, que abre mañana, a las 19:30 horas, en el Museo Nacional de Arquitectura, de la Ciudad de México.

La expo, que permanecerá hasta el 31 de octubre, es un homenaje que llega en una fecha importante para la familia del arquitecto, ya que este 4 de agosto se cumplen 11 años de la muerte Alejandro Zohn.  

La hija del arquitecto, fallecido en Guadalajara en 200, Gina Zohn Muldoon,  tiene en su oficina una cajita de cartón rectangular, donde están guardados varios juguetes que quedaron fuera de la muestra por su diminuto tamaño, pero se expondrán los grandes; así como planos, maquetas e imágenes de proyectos inclusos.

Gina Zohn trabaja en el escritorio que perteneció a su padre. Ahí coloca varias carpetas que protegen apuntes, dibujos y anotaciones del arquitecto, quien a los ocho años salió de Europa debido a la Segunda Guerra Mundial.

De los documentos, la hija de Alejandro Zohn explicó que éstos permiten conocer la personalidad de su padre: “un hombre autocrítico de su trabajo” como se muestra en una hoja, en la cual el autor apuntó las ventajas y desventajas de los patios de una casa.

En el despacho de Gina Zohn, en el Centro Educativo Koala, que fundó y dirige, todo recuerda a su padre: las sillas, el librero, las fotografías y hasta el cartel del homenaje Arpa FIL 1999, cuando se reconoció la trayectoria del arquitecto que se nacionalizó mexicano en 1970.

Emblemas citadinos

La familia eligió 39 obras destacadas como el puente peatonal y la concha acústica del Parque Agua Azul, el pabellón y juegos Infantiles en el Parque Morelos, el Edificio de la Tesorería del Estado, la Casa Dublín de Manzanillo, la Casa Redonda de Puerto Vallarta y la unidad habitacional Atemajac.

La muestra es un recorrido visual por más de 170 imágenes, fotografías, planos originales, maquetas y juguetes. Además se proyectará un video corto, en el cual se destacan varios momentos del arquitecto, miembro fundador de El Colegio de Arquitectos de Jalisco y académico emérito de la Academia Nacional de Arquitectura.

Para su amigo y colega, Fernando González Gortázar, la exposición es “un reconocimiento justísimo a uno de los mejores arquitectos que México dio en el siglo XX”.

Alejandro Zohn egresó de la licenciatura de Ingeniería Civil de la Universidad de Guadalajara y el movimiento de la Escuela de Arquitectura de la misma casa de estudios le interesó e ingresó como parte de la segunda generación de la carrera. Ahí conoció a figuras como Ignacio Díaz Morales y Mathias Goeritz, quienes fueron sus maestros.

El arquitecto recibió varios reconocimientos por su obra pública y privada como la insignia José Clemente Orozco, el Gran Premio de la Academia Internacional de Arquitectura de la Unión Internacional de Arquitectos y en dos ocasiones obtuvo el Premio Jalisco en 1957 y en 2000.

La intención de la exposición Alejandro Zohn, su arquitectura es realizar un homenaje, así como reflexionar sobre la importancia y trascendencia su obra.  “Es un contribuyente del arte arquitectónico aquí en Guadalajara, en Jalisco y en México”, expresó su hija.

El arquitecto Carlos Rodríguez, director de la revista especializada Piso, señaló que Alejandro Zohn transcendió  por la calidad de su obra como el Mercado Libertad, que está vigente, viva y funciona.   “Vino a contribuir con calidad y a dejar varias piezas de arquitectura, que forma parte de la identidad de la ciudad y del

Estado. Para su momento, él tiene esa vertiente de arquitectura con avance tecnológico”.
Además de su obra, Zohn estuvo a cargo de la dirección de la construcción de Plaza del Sol, proyecto de Chaix & Johnson.

Rodríguez apuntó que de las aportaciones del austríaco destaca la intención por investigar sistema constructivo, novedosos en cuanto a estructuras y solución de espacios. “Era una arquitectura propia de la región, para nuestro clima, usos y costumbres, pero trataba de ser una arquitectura moderna”.

“Auténtico compañero de vida”

“Alejandro Zohn fue un auténtico compañero de vida, al que nunca dejaré de echar de menos.

Arrancó su carrera con una obra de extrema juventud y no es exagerado calificar de genial: El Mercado Libertad. En ella entendió cabalmente la función y la conexión urbana de nuestros mercados tradicionales y lo reinterpretó en una obra llena de novedades técnicas, de sorpresas espaciales, de juegos formales y de alegría. Y remató su carrera, si se puede decir así, con otra obra extraordinaria, mucho más cerebral, mucho más medida y asentada, que fue el edificio de los archivos del Gobierno de Jalisco. Pero en medio de las dos y en las que siguieron a ésta última lo verdaderamente asombroso es el altísimo nivel promedio de calidad que mantuvo su trabajo. Hay grandes momentos de Alejandro en obras que hizo en Guadalajara o en Puerto Vallarta. Había una mente racional  dando las pautas  y un corazón sensible convirtiéndolas en obras de arte. 
Fue constante y coherente. Tuvimos la riqueza de que un alto porcentaje tuviera carácter público, para vergüenza de nuestras actuales autoridades del Estado (…).  Los gobiernos han dejado de cumplir con la obligación que ineludiblemente tiene con la  cultura y con la inteligencia y con la ciudad, han cedido los trastos a la iniciativa privada, que obviamente vela primero que nada por sus propios intereses y no por los de todos. Y eso no nota al mirar lo que ha ocurrido con Guadalajara, me refiero a las instalaciones construidas para los Juegos Panamericanos. Es posible que haya una leve excepción, pero en lo general son de una mediocridad arquitectónica para llorar. Una de las especialidades tapatías es la de perder oportunidades. 

Sin embargo, eso no ocurrió en la Guadalajara de los años cincuenta –del siglo XX- que  fue casi un milagro, cuyo concertador se llamó Ignacio Díaz Morales. Las primeras generaciones de la Escuela de Arquitectura, de la Universidad de Guadalajara, incluyeron talentos como Gabriel Chávez de la Mora, Enrique Nafarrate, Max Henonin, Federico González Gortázar, Alejandro Zohn y varios otros hicieron la mejor arquitectura de este país en su momento.

Esta generación nos dejó la obligación de reinventar nuestra cultura con cada obra y mucho me temó que las generaciones subsiguientes no estuvimos a la altura, y que ha sido hasta recientemente que una nueva generación brillante ha retomado el camino correcto.”  

Fernando González Gortázar.
Arquitecto.

Las ocasiones para crear

En algunas ocasiones, a veces inesperadamente, / tenemos la oportunidad de crear algo bello / Son oportunidades que no hay que desperdiciar / no se trata sólo de no dejar pasar la oportunidad / sin hacer nada, lo cual ya sería grave.... / sino que, peor aún, hagamos algo mediocre / algo insignificante / algo carente de espíritu.... / En cada obra que nos toque hacer, hay una oportunidad / de contribuir a que nuestro mundo sea algo mejor / más bello, / más justo, / más verdadero. / Entre todos, podemos hacer algo / tengo fe en ello /
Se trata de producir obras sensatas y entusiasmantes / al mismo tiempo / obras que nos den serenidad y alegría /  al mismo tiempo / que sean tranquilas y sorprendentes / al mismo tiempo /  que desafíen tanto al caos como a la rigidez / al mismo tiempo / que nos hagan meditar y sonreír / al mismo tiempo / que nos integran a la historia y al futuro al mismo tiempo / Pero no sólo eso, no sólo todo eso / Necesitamos convencer a nuestros congéneres / que estas cosas son importantes / y que nos las pidan.
Alejandro Zohn
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