Cultura

Recordarán en Durango el 99 aniversario luctuoso de Posada

Aguascalientes es la cuna de este grabador mexicano, quien nació el 2 de febrero de 1852, época en la que el país sufría las convulsiones de las luchas por el poder, producto de la Guerra de Reforma

CIUDAD DE MÉXICO (19/ENE/2012).- Con una programación especial, organizada por el Instituto Municipal de Arte y la Cultura, la ciudad de Durango iniciará hoy las actividades para recordar el 99 aniversario luctuoso del grabador, caricaturista, pintor e ilustrador mexicano José Guadalupe Posada, quien murió el 20 de enero de 1913.  

El programa, a desarrollar en las instalaciones de la dependencia municipal, iniciará a las 18:00 horas, con una conferencia en la que se dará a conocer la vida y obra del mexicano, en El Patio de los Poetas.  

Posteriormente, a las ocho de la noche, se inaugurará la exposición "1910-2010, 100 años de grabado en México". Para el viernes 20 de enero, a las 18:00 horas, se llevará a cabo la conferencia "La mexicanidad descrita desde el arte", a cargo de Tomás Castro Bringas.  

El sábado 21 de enero, de las 10:00 a las 14:00 horas, se realizará el Taller Intensivo de Xilografía y a las seis de la tarde, en la Plaza de Armas, concluirá el programa con la presentación de música y danza "Entre Catrinas te veas".  

Aguascalientes es la cuna de este grabador mexicano, quien nació el 2 de febrero de 1852, época en la que el país sufría las convulsiones de las luchas por el poder, producto de la Guerra de Reforma.  

José Guadalupe se reveló pronto como un extraordinario dibujante, muchas veces contrario a las reglas de la pintura académica mexicana, vigente hasta los primeros años del siglo XX. Sin embargo, sus mejores habilidades estaban en el grabado y, sobre todo, en una nueva técnica más burda y vigorosa: la litografía.  

Sus primeros trabajos realizados en talleres e imprentas pequeñas, le brindaron la posibilidad de desarrollar su destreza artística como dibujante, grabador y litógrafo; por esos tiempos, realizó algunas ilustraciones satíricas que aparecieron en la revista "El Jocote".  

En 1872 realizó litografías y grabados en madera que ilustraban cajetillas de cerillos, documentos y libros.  

De acuerdo con datos disponibles, realizó ilustraciones y caricatura política en varias imprentas y algunos periódicos, como "Argos", "La Patria", "El Ahuizote" y "El Hijo del Ahuizote", para los que había un enemigo en común y de quien todos eran opositores: el gobierno del entonces presidente Porfirio Díaz.  

Sus críticos señalan que la muestra de la obra artística de Posada permite apreciar el gran ingenio y la creatividad plasmada en sus diferentes estilos; son de admirar las composiciones llenas de movimiento, la intención de las líneas del grabado, la fuerza con que confiere el gesto a los personajes y escenas que reproduce.  

El trazo era según el mensaje que deseaba transmitir; pudiendo ser difuminado, suave y armonioso, sobre todo en escenas cotidianas y anuncios, o bien, duro y grueso usando líneas encontradas, que transmiten la tensión del asunto violento y de la denuncia.  

Los personajes representados en sus pinturas y grabados se muestran mezquinos, cobardes, dignos o cómicos, de acuerdo al caso, lo que representa toda una experiencia, ya que inevitablemente provocan la risa, la curiosidad, el horror y la indignación.  

Posada reprodujo las características de una sociedad en crisis. Tomó como símbolos populares los animales ponzoñosos, culebras y serpientes; esqueletos, fuego, rayo, sangre y muchos otros.  

Las críticas imágenes, evidencia de la desigualdad e injusticia social existente en la sociedad porfiriana, cuestionaban la moralidad y culto por la modernidad del régimen.

Describió con originalidad el espíritu del pueblo mexicano desde los asuntos políticos, la vida cotidiana, su terror por el fin de siglo y por el fin del mundo, además de los desastres naturales, las creencias religiosas y la magia.  

Por su estilo y temática empleados, José Guadalupe Posada es considerado un artista "popular", proveniente del pueblo, que nutrió su obra del imaginario popular mexicano y a quien se dirigió como público.  

Ilustró corridos, historias de crímenes y pasiones, de aparecidos y milagros. Retrató y caricaturizó a todo tipo de personajes: revolucionarios, políticos, fusilados, borrachos, peladitos, bandoleros, catrines, damas elegantes, charros, toreros y obreros.  

Lo más representativo de su obra fueron las famosas "calaveras" (versos con alusión a la muerte que se ilustraban con esqueletos vivos personificados), género que Posada desarrolló de manera extraordinaria. Revistió al esqueleto en la calavera: esencia de los pesares y alegrías del pueblo.  

Las calaveras de Posada son en la mayoría de los casos asociadas con el Día de los Muertos, ya que interpretó la vida y las actitudes sociales del pueblo mexicano, representados en sus grabados con calaveras vestidas de gala, calaveras en fiesta de barrios, en calles citadinas o en las casas de los ricos.  

Las dibujó montadas a caballo, en bicicletas; con ellas señalaba las lacras, miseria y los errores políticos del país. Es el caso original de "La Catrina", grabado que representa una burla a la clase alta del porfiriato.  

Su obra influyó en artistas posteriores como José Clemente Orozco, Diego Rivera, Francisco Díaz de León Leopoldo Méndez, entre otros. Por lo anterior, es considerado precursor del movimiento nacionalista en las artes plásticas mexicanas. Su obra continúa presente en la cultura popular del país y del mundo.  

José Guadalupe Posada murió tan pobre como había nacido, el 20 de enero de 1913 en la Ciudad de México. Sus obras las conservan, entre otras instituciones, el Instituto Nacional de Bellas Artes y el Museo José Guadalupe Posada en Aguascalientes, además de coleccionistas particulares.
Síguenos en

Temas

Sigue navegando