Cultura

Rechaza Von Trotta campos de concentración en filme

La directora de cine Margarethe von Trotta confesó sentir ''horror'' ante escenas fílmicas referentes a los campos de concentración nazi

BERLÍN, ALEMANIA (14/ENE/2013).- La destacada directora de cine Margarethe von Trotta confesó sentir "horror" ante escenas fílmicas referentes a los campos de concentración nazi, por lo que ésas se evitaron en su nuevo largometraje "Hannah Arendt", que se estrenó esta semana en Alemania.
 
La cineasta de 70 años resaltó que su largometraje sobre la filósofa y pensadora judío-alemana Hannah Arendt se centra en gran parte en su ensayo acerca del juicio contra el nazi Adolf Eichmann, que tuvo lugar en Jerusalén en 1961.
 
Margarethe von Trotta subrayó que "en un principio deseaba contar más sobre la vida de Arendt", considerada una de las máximas figuras de la filosofía en el siglo XX, y agregó que sin embargo, "no tenía ganas de escenificar imágenes de campos de concentración".
 
La directora alemana, que asimismo es autora del filme "Rosa de Luxemburgo", manifestó que "se me ponen los pelos de punta. Ninguna película sobre los campos de concentración me ha resultado convincente".
 
La filósofa Hannah Arendt, cuya obra El origen del Totalitarismo (1951) causó fuerte polémica al comparar la igualdad estructural del Fascismo y el Estalinismo, fue asimismo víctima de la discriminación contra judíos en Alemania bajo el régimen nazi, por lo que huyó a Estados Unidos.
 
El largometraje de Margarethe von Trotta plasma en la medida de lo posible la personalidad de la pensadora alemana, que luchaba por pronunciar la verdad, pese a provocar con ello el rechazo de colegas en la universidad o incluso de amistades.
 
El filme "Hannah Arendt" presenta la vida de la filósofa alemana antes de que fuera publicado su libro sobre Eichmann. Se muestra su actividad como docente universitaria en Estados Unidos, su gusto por las discusiones filosóficas y su sólida relación conyugal con Heinrich Büchler, entre otros.
 
El largometraje plasma el vuelco que dio la vida de Hannah Arendt tras publicarse su libro "Eichmann en Jerusalén. Un informe sobre la banalidad de la maldad" (1961).
 
En esa obra, para la que viajó a Israel para presenciar el juicio, Arendt describe a quien fuera uno de los máximos representantes nazis encargados del exterminio de judíos, como una persona obediente, más que como un monstruo.
 
Margarehta von Trotta resalta las fuertes críticas y ataques personales que surgieron contra Arendt a partir de ello, así como el amplio rechazo contra su hipótesis sobre la personalidad de Eichmann, que describió como un simple burócrata, sometido a órdenes e incapaz de tener ideas propias.
 
La directora alemana, que asimismo aborda en su filme las amenazas contra Arendt por parte de autoridades universitarias y del servicio secreto judío (Mossad), se pone del lado de la filósofa por considerar que ésta siempre luchó en favor del pensamiento crítico y por la libertad personal.
 
Margaretha von Trotta deseó resaltar en su largometraje la integridad y el valor de la pensadora judío-alemana, que nació en Hannover en 1906 y que falleció en 1975 en Nueva York.
 
La crítica alemana de cine subrayó por su parte el sobresaliente papel de la actriz principal, Barbara Sukowa, quien tiene la capacidad de reflejar la suma concentración que caracteriza a un pensador en pleno proceso de desarrollo de ideas.
 
Margarethe von Trotta resaltó al respecto que "necesitaba una actriz capaz de exteriorizar un momento de reflexión. Eso sólo puede lograrlo Sukowa", y agregó que para ello fue necesario hacer una profunda reflexión sobre la obra de Hannah Arendt.
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