Cultura
Rafael Cadenas, la estrella de la Feria del Libro
Un tema constante a lo largo de sus libros es la revisión del lenguaje
Una obra “escrita desde la normalidad con sentido de asombro”, como apuntó el jurado del galardón antes conocido como Juan Rulfo en su dictamen anunciado a finales del pasado mes de agosto y en el que destacaba también que “lúcido y vigilante, Cadenas no ha dudado en ir rompiendo con la forma, los géneros y los discursos más frecuentes dentro de la poesía moderna”.
“Yo no tengo carrera, no veo como tal lo que hago. Si eso cambiase a uno, entonces no deberían otorgármelo”, dice Cadenas en referencia al premio que le entregarán hoy los organizadores de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en un acto celebrado en el Auditorio Juan Rulfo, en el que Adolfo Castañón ofrecerá una semblanza del autor venezolano.
Asegura asimismo que la obtención del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2009 representa “un compromiso conmigo”, al mismo tiempo que “tiene un no sé qué de exigencia”.
Trabajos suyos como Una isla, Falsas maniobras, Memorial y Derrota son una muestra del oficio lírico incuestionable de Cadenas. Se agregan a su obra poética libros de ensayo como Realidad y literatura, Anotaciones, En torno al lenguaje y Apuntes sobre San Juan de la Cruz y la mística, entre otros títulos, en los que “su inteligencia brilla de manera calculada y serena”, en palabras de Darío Jaramillo, quien hace saber que “si el mismo autor se define prácticamente como santo, viajero o equilibrista, la crítica lo considera dueño de una voz de evidente pero secreta majestuosidad”.
Un tema constante a lo largo de sus libros es la revisión del lenguaje, del
poema y del poeta. Para Cadenas, “la poesía es contrapeso y contraste del poder, una ofrenda”. En cuanto al autor, sostiene que “uno sólo espera de los poetas un óbolo que sirva para el trayecto”.
– Pero, ¿considera que el poema y el poeta tienen algún sentido ante la barbarie de la realidad actual?
– “El lenguaje de la poesía es ajeno al poder, aunque haya poetas a quienes éste les guste. Eso lo estamos viviendo en Venezuela. A mí me cuesta digerir que un poeta o un escritor o un intelectual sean sectarios. Algunos apoyan incluso la guerra o el terrorismo. La barbarie actual es la negación del sentido, que tiene múltiples manifestaciones, hace patente la locura humana, ante la cual, por inconsciencia, no hay reacción”.
– ¿Sería posible hallar una frontera clara entre la poesía y la prosa de Rafael Cadenas?
– “Se confunden. Incluso, en mi trabajo, de pronto un poema se transforma en prosa o viceversa. Hay un constante trasiego de una forma a otra. Tal vez porque la poesía hoy ha sufrido una prosificación”.
– En “Cuaderno del destierro” declara: “Yo pertenecía a un pueblo de grandes comedores de serpientes, vehementes, silenciosos y aptos para enloquecer de amor. Pero mi raza era de distinto linaje”. ¿Cuál es el futuro para la raza de poetas?
– “¿Quién puede conocer el futuro? La poesía siempre ha sido un arte para pocos, incluso la más accesible o la más popular. En Venezuela, por ejemplo, Andrés Eloy Blanco, quien por cierto murió en México, generosa tierra, no presenta dificultades para entenderlo, pero sus lectores no son muchos. Lo mismo puede decirse de otros aun más populares. Algo parecido ocurre con la filosofía, pero de allí no vienen quejas. Los filósofos o profesores de filosofía saben que sus libros son para un público muy restringido y aceptan esa realidad”.
“La poesía siempre ha sido un arte para pocos, incluso la más accesible o la más popular”
EL INFORMADOR/ A. Martín
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