Cultura

Que el artista gane lo que vale: Lozoya

Cada vez más la propiedad intelectual es un detonador de negocio

GUADALAJARA, JALISCO (25/ABR/2012).- “Todo asunto de creatividad y de cultura, al final del día se aterriza en un activo intangible; una idea o un aspecto generado o relativo a la cultura, se protege con la propiedad intelectual. En Inglaterra se define también a las industrias creativas como la explotación comercial de la propiedad intelectual.

Si yo soy un artista y hago una canción o un diseño, o soy un científico que hace un descubrimiento, tengo que protegerlo para hacerlo negocio. Si no lo protejo, cualquiera puede copiar y se acabó el valor que tenía esa obra. No va a haber un lazo comercial que le permita generar dividendos a quien lo desarrolló.

Cuando se quiere vender un edificio, su valor está en la zona, en quién lo hizo y sus materiales. Pero en la parte intangible es mucho más complicado mostrar ese valor, y la propiedad intelectual es la que se lo da.

Y cada vez más la propiedad intelectual es un detonador de negocio: es sorprendente cómo ha crecido el sector en los últimos 20 años. Entonces hay mucho dinero construyéndose en algo que muchas veces no vemos.

Artistas informados

El artista hoy en día quizá no tiene que volverse un experto en estos temas, pero sí debe tener las nociones básicas. No dejarlo en manos de alguien más, porque de ello puede depender su carrera.

Yo creo que la teoría que dice que utilizamos un hemisferio para la parte creativa y otra para la racional, ya está obsoleta. Creo que el creativo debe estar brincando de una a otra todo el tiempo: pensar tanto en el valor generado per se, como en las cuestiones del mercado, el precio y en dónde está el negocio de su actividad.

Un ejemplo muy claro: ahora escucho muchas bandas que suenan muy bien, pero creo que a la hora de comercializarlas va a ser muy complejo, porque hay un gran número de bandas sonando igual. Entonces a lo mejor sí vale la pena dar dos pasos para atrás y pensar ‘¿quiero vivir de esto? Sí. Entonces tengo que ser más estratégico’.

Tenemos que pensar en estrategias para que esa creatividad y esa cultura generen dinero. A mí me tocó ver el caso de Inglaterra, y dices ‘¿cómo una isla del tamaño de Chihuahua que no tiene los recursos que tenemos al alcance, que no tiene una herencia cultural como la nuestra, hace un dineral de la industria creativa?’. Y claro, hay toda una estrategia detrás, toda una infraestructura.

Falta mucho por trabajar en temas como este. Cuando sabes que la propiedad intelectual es un tema fundamental para el desarrollo de las industrias creativas y volteas a ver la cantidad de piratería que hay, ves que falta mucho por trabajar.

Propiedad intelectual vs libertad de información

Hay dos discursos que yo percibo: por un lado el de aquellos que se benefician muchísimo de la propiedad intelectual –que no necesariamente son los creativos sino los grandes corporativos—que  obviamente quieren asegurar y proteger lo que venden. Y por otro lado está el discurso de aquellos que defienden la libertad de información, la democracia del Internet.

Pero hay unos hilos finos: si nos cargamos para el primer lado, como es el caso de la ley SOPA, vamos a proteger a los grandes corporativos, y la parte de democratización en el consumo de información se va a caer. Y si se le da prioridad a los creativos y a quienes exigen ese libre acceso, toda la inversión del otro lado también se cae. Es un debate muy complejo.

Yo no tengo una posición clara. Si tú me preguntas, así vestido de corbata, yo te diría que hay que proteger los intereses corporativos: cuando ves la pérdida de empleos que ha habido por la piratería, dices ‘tienen razón’. Y luego me quito la corbata y voy con mis cuates a echarme una cerveza y los oigo decir ‘¿cómo voy a pagar una licencia de 5 mil pesos por un software, si gano 12 mil al mes?’ Y también tienen razón.

Rutas alternas


Por eso debe haber modelos alternativos en la propiedad intelectual. Hay ámbitos donde esas figuras sí funcionan: Creative Commons es un ejemplo. O si yo soy una universidad, una institución sin fines de lucro, pues que se disemine la información.

Lo que es un hecho es que el más desprotegido en todas las cadenas de valor, tanto en las industrias creativas como culturales, es el creador en sí, que es el que origina toda la cadena.

Por eso falta provocar ideas y propuestas para que la propiedad intelectual realmente beneficie al creador, pero es muy difícil cuando está callado o no entiende del tema. Es el primero que debería estar pidiendo ese tipo de apoyos o políticas públicas.

El músico que se sube al escenario y se echa unos tragos y disfruta de las fans, se tiene que mudar al creativo que se informa, que lee, que empieza a platicar con otros creativos para generar una propuesta, y solamente eso hará que en el futuro realmente vea los frutos de la propiedad intelectual.

Ciudad creativa digital

Ciudad Creativa Digital es el proyecto que cualquier creativo soñaría; yo me pongo de pie por las personas que tienen el compromiso de hacerlo posible. Pero obviamente no es cualquier cosa, es un proyecto muy ambicioso.

El gran riesgo –citando a Néstor García Canclini— es que nos volvamos maquiladores de cultura, y todos los beneficios económicos mayores se vayan a un corporativo que está fuera.

Qué bueno que venga Walt Disney y Pixar porque sí le da formación y especialidad a los chavos que quieran trabajar ahí. Pero creo que la apuesta fuerte de Ciudad Creativa Digital debería ser la de empresas mexicanas con proyectos mexicanos y con una estrategia de propiedad intelectual para que los dividendos se queden aquí.

También creo que a futuro debería haber una estrategia para conectar proyectos mexicanos con inversionistas de Estados Unidos. Démosle la vuelta: que también nuestras empresas se instalen allá  y que podamos crear un flujo de ida y vuelta.

Más allá del mariachi y el tequila


México tiene algo muy interesante, y esto lo dice el economista Ernesto Piedras muy seguido: que es de los países en vías de desarrollo que más rápido adopta tecnologías, porque somos vecinos de Estados Unidos.

Tenemos que pensar en cómo utilizar eso a nuestro favor para que Guadalajara no se convierta en maquiladora cultural. De lo contrario, sería mejor que toda esa inversión de Ciudad Creativa Digital se destine a otros sectores.

Si Guadalajara está preparada o no, no lo sé. Yo diría que en la generación de ideas Guadalajara tiene todo para ser una potencia mundial. Pero yo no veo una estrategia ni un método, y hay que desarrollarlo. Verlo como un área de oportunidad para que salga adelante.

Que no nos quedemos en ser la capital del mariachi y del tequila, que ya es conocida mundialmente por eso. En el futuro debemos estar apostando a que la ciudad sea también un centro de diseño, un centro de animación y software, no por su maquila sino por sus propios proyectos”.

FRASE

"
Lo que es un hecho es que el más desprotegido en todas las cadenas de valor, tanto en las industrias creativas como culturales, es el creador, que es el que origina todo "

Alan lozoya,

consultor en propiedad intelectual, músico.

PERFIL
Alan Lozoya


Nació en Durango en 1972, pero vive en Guadalajara desde los siete años. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación por el ITESO y en 2008 obtuvo el grado de maestría en Industrias Creativas por la Universidad de Warwick, Reino Unido.

Actualmente se desempeña como consultor en materia de propiedad intelectual en la empresa Clarke Modet. Durante su estancia en Inglaterra trabajó en el sello discográfico independiente Sonic 360, sector que le interesa especialmente ya que ha sido parte de diversos proyectos musicales como bajista.

Su interés en la comunicación y las tecnologías lo han llevado también al ejercicio periodístico, exclusivamente en las secciones de autos.
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