Cultura

Presentarán 'Las buenas intenciones' en el Cabañas

La exposición que integra a 12 personajes, exhibirá fotografías y dibujos personales de los artistas

GUADALAJARA, JALISCO (06/AGO/2014).- Para llegar a su trabajo, Julián Sánchez viaja más de dos horas en camión. En su jornada como velador, pasa las horas cuidando la integridad de un espacio en el que nada sucede. Sin embargo, al crear figuras de flores, este trabajador ha encontrado una forma de enfrentar la monotonía.

Las creaciones de Julián Sánchez forman parte de la exposición colectiva "Las buenas intenciones", que podrá observarse a partir de mañana, y hasta mediados de noviembre, en el Instituto Cultural Cabañas.

"Las buenas intenciones" aglutina también las fotografías de Antonio Caballero y de Enrique Metinides, los huacales de Manuel Sumano, los dibujos de Miguel Ángel Estévez, los "papeles de China" con los que Jesús "Chucho" Reyes envolvía las antiguallas que vendía, las fotografías de los pasteles que elaboraba Marithé de Alvarado, los escenarios en miniatura realizados por Alfredo Briones, las jaulas de Vicente Rea,
entre otros objetos.

El curador Carlos Ashida afirmó que la exposición es un producto impremeditado, suma de pequeños encuentros con personajes que le ofrecieron, en diferentes contextos, objetos que nunca fueron concebidos como obras artísticas, pero que tenían cierto encanto que a él, voraz consumidor de imágenes, le llamaron la atención.

Explicó que los 12 personajes que integran la muestra provienen de experiencias vitales muy distintas: entre ellos hay una repostera, un presidiario, un esquizofrénico, un adolescente inadaptado, un artesano y un indigente. Destacó que el hilo conductor que los une es que ninguno se propuso ser artista.

"No me atrevo a decir que están haciendo arte, lo que estoy poniendo sobre la mesa es más bien ese mecanismo que todos siempre recurrimos, la manera en que nos vestimos, los objetos de los que nos rodeamos en nuestro lugar de trabajo, la manera que acondicionamos nuestro espacio de vida con cosas con significaciones de orden emotivo y estético".

Comentó que uno de los retos de la curaduría fue establecer vínculos entre objetos aparentemente inconexos. Agregó que la idea de articular la exposición tuvo un encuentro con un texto del filósofo alemán Immanuel Kant, quien pensaba que en ciertas ocasiones, como en la contemplación de la naturaleza, la belleza es universalmente aceptada.

"Estamos hablando de belleza no con mayúscula, no de la belleza que se desprende de todas estas cuestiones que tienen que ver con la estética, como una rama de la filosofía, sino en su sentido más modesto, más humilde, más directo. Estamos hablando de lo bonito, de lo lindo, de lo primoroso, que son palabras, términos, adjetivos que han estado expulsados de la academia desde hace mucho tiempo. Son expresiones menores de la estética que el gran arte se propone revisar".

Resaltó que es importante recordar que existen otras formas de expresión en un momento en que el arte se está convirtiendo en un producto sumamente especializado, con una gran infraestructura para formar artistas y para crear concepciones de lo artístico, teorías complejas, estructuras educativas cada vez más especializadas y un mercado más poderoso.

"No estoy planteando nada que no haya sido ya considerado. Una de las raíces históricas del arte contemporáneo y de las vanguardias es este contexto. Cuando la academia se convierte en una camisa de fuerza, los artistas (que) se rebelan en contra de ella voltean a ver otras formas de expresión".

Argumentó que mientras un artista contemporáneo fija con su obra un posicionamiento racional e intencional que se relaciona con un contexto y una historia, un expositor como los que participan en "Las buenas intenciones" crea una belleza formulada con elementos básicos, desprovista de la voluntad de hacer arte.

"Tal vez el destino de muchas de las cosas que yo reuní en esta ocasión sea el olvido o la destrucción, pero eso no importa. No se está tratando aquí de hablar sobre valores intrínsecos, sobre valores culturales, se está hablando de mecanismos que quisiera que la gente identificara en sí mismos y que nos llevara a reflexiones sobre valores, sobre cosas que son importantes y otras que tal vez no lo son tanto aunque lo pareciera".

EL INFORMADOR / GONZALO JÁUREGUI
Síguenos en

Temas

Sigue navegando