Cultura
Preocupa destino de murales de Diego Rivera en Detroit
Expertos en arte consideran que podrían caer en manos de coleccionistas privados si deciden subastarlos
Diego Rivera expuestos en el Instituto de Artes de Detroit podrían caer en manos de coleccionistas privados, si los acreedores de la capital de Michigan, en bancarrota, deciden subastarlos para recuperar parte del dinero adeudado, según el experto en arte Gregorio Luke.
"Estamos preocupados en los círculos artísticos de todo el continente sobre los destinos que tendrán los doce murales de Diego Rivera en Detroit", dijo Luke.
El promotor de arte mostró su intranquilidad por otras obras "valor incalculable" de la colección del Instituto de Artes que incluyen piezas de Vincent van Gogh, Pieter Bruegel, Michelangelo Merisi da Caravaggio y Rembrant Harmenszoon van Rijn.
La ciudad de Detroit pidió la pasada semana la protección por bancarrota al no poder pagar una deuda de unos 18 mil 500 millones de dólares, de los cuales 11 mil 500 millones podrían quedar impagados a los acreedores no asegurados.
"Detroit está en quiebra y esa ciudad posee una de las más importantes colecciones de arte en Estados Unidos", dijo Luke, que destacó que en "la cuna de la industria automovilística las más denotadas obras de arte pertenecen a la urbe".
"El arte en Detroit era accesible al público en el museo del Instituto de Arte, pero hoy, con la ciudad en bancarrota, todas sus posesiones, que incluye el edificio del Instituto y las obras que contiene, que son auténticas joyas, están sujetas a los reclamos de los acreedores de la ciudad", indicó.
Luke relató que parte de "esas gemas valiosísimas" son una docena de murales que Henry y Ethel Ford encargaron en 1932 al pintor mexicano Diego Rivera para crearlos en las paredes del Instituto de Artes de Detroit.
"Los murales son inspirados en las industrias de la ciudad y que incluye la automovilística. Es una docena de murales que son la obra máxima de Diego Rivera en Estados Unidos", aseguró Luke.
"Los murales coloridos relatan visualmente el proceso de creación de varias industrias y los más famosos son los de la creación del automóvil, desde que la materia prima se extrae de la tierra, la creación de las piezas, ensamblaje, hasta el producto terminado que es un vehículo", describió.
Luke resaltó que, en los murales de Rivera en Detroit, al contrario de las obras pictóricas tradicionales que se inspiran en aristocracias o élites económicas, el artista mexicano retrató a los obreros de las fábricas.
"Diego Rivera decía que la mayor satisfacción que tuvo en Detroit fue ver las expresiones en los rostros de los trabajadores cuando entraron a ver los murales, que reaccionaban como si estuvieran ante un gran espejo", destacó Luke.
"Antes de hacer los murales, con la técnica difícil del fresco, él estudió a fondo los procesos de cada industria, por eso son obras maestras, y le halagó que los trabajadores e ingenieros le expresaron que en la representación visual no había errores", recordó.
Luke hizo un llamado a la comunidad hispana a escribir cartas a sus congresistas, al gobernador de Michigan y al presidente, Barack Obama, para que intervengan para proteger los murales de Rivera "por ser un puente cultural entre México y Estados Unidos".
"A los enamorados del arte nos preocupa que, al contrario de lo que quería Diego Rivera, que sus obras las vieran en grandes paredes las mayorías, pues vayan a terminar en manos de coleccionistas privados, en donde sólo tienen acceso unos pocos de las élites", finalizó.
Por su parte, Pamela Marcil, vocera del Instituto de Artes de Detroit, dijo que entienden esta preocupación, pero aseguró que las autoridades de Detroit y el propio gobernador de Michigan, Rick Snyder, "no quieren poner en la mesa de negociación el edificio del Instituto y las obras de arte".
"No creemos que eso de vender o subastar las obras vaya a ocurrir, pero si intentan hacerlo entonces vamos a pelear para que no ocurra en la corte", aseguró.
LOS ÁNGELES, ESTADOS UNIDOS (01/AGO/2013).- Los murales de
"Estamos preocupados en los círculos artísticos de todo el continente sobre los destinos que tendrán los doce murales de Diego Rivera en Detroit", dijo Luke.
El promotor de arte mostró su intranquilidad por otras obras "valor incalculable" de la colección del Instituto de Artes que incluyen piezas de Vincent van Gogh, Pieter Bruegel, Michelangelo Merisi da Caravaggio y Rembrant Harmenszoon van Rijn.
La ciudad de Detroit pidió la pasada semana la protección por bancarrota al no poder pagar una deuda de unos 18 mil 500 millones de dólares, de los cuales 11 mil 500 millones podrían quedar impagados a los acreedores no asegurados.
"Detroit está en quiebra y esa ciudad posee una de las más importantes colecciones de arte en Estados Unidos", dijo Luke, que destacó que en "la cuna de la industria automovilística las más denotadas obras de arte pertenecen a la urbe".
"El arte en Detroit era accesible al público en el museo del Instituto de Arte, pero hoy, con la ciudad en bancarrota, todas sus posesiones, que incluye el edificio del Instituto y las obras que contiene, que son auténticas joyas, están sujetas a los reclamos de los acreedores de la ciudad", indicó.
Luke relató que parte de "esas gemas valiosísimas" son una docena de murales que Henry y Ethel Ford encargaron en 1932 al pintor mexicano Diego Rivera para crearlos en las paredes del Instituto de Artes de Detroit.
"Los murales son inspirados en las industrias de la ciudad y que incluye la automovilística. Es una docena de murales que son la obra máxima de Diego Rivera en Estados Unidos", aseguró Luke.
"Los murales coloridos relatan visualmente el proceso de creación de varias industrias y los más famosos son los de la creación del automóvil, desde que la materia prima se extrae de la tierra, la creación de las piezas, ensamblaje, hasta el producto terminado que es un vehículo", describió.
Luke resaltó que, en los murales de Rivera en Detroit, al contrario de las obras pictóricas tradicionales que se inspiran en aristocracias o élites económicas, el artista mexicano retrató a los obreros de las fábricas.
"Diego Rivera decía que la mayor satisfacción que tuvo en Detroit fue ver las expresiones en los rostros de los trabajadores cuando entraron a ver los murales, que reaccionaban como si estuvieran ante un gran espejo", destacó Luke.
"Antes de hacer los murales, con la técnica difícil del fresco, él estudió a fondo los procesos de cada industria, por eso son obras maestras, y le halagó que los trabajadores e ingenieros le expresaron que en la representación visual no había errores", recordó.
Luke hizo un llamado a la comunidad hispana a escribir cartas a sus congresistas, al gobernador de Michigan y al presidente, Barack Obama, para que intervengan para proteger los murales de Rivera "por ser un puente cultural entre México y Estados Unidos".
"A los enamorados del arte nos preocupa que, al contrario de lo que quería Diego Rivera, que sus obras las vieran en grandes paredes las mayorías, pues vayan a terminar en manos de coleccionistas privados, en donde sólo tienen acceso unos pocos de las élites", finalizó.
Por su parte, Pamela Marcil, vocera del Instituto de Artes de Detroit, dijo que entienden esta preocupación, pero aseguró que las autoridades de Detroit y el propio gobernador de Michigan, Rick Snyder, "no quieren poner en la mesa de negociación el edificio del Instituto y las obras de arte".
"No creemos que eso de vender o subastar las obras vaya a ocurrir, pero si intentan hacerlo entonces vamos a pelear para que no ocurra en la corte", aseguró.
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