Cultura

Premian las letras quijotescas de Poniatowska

Es la primera escritora mexicana en recibir el premio Cervantes y acentúa su deuda con el periodismo, oficio con el que inició su paso por la literatura

GUADALAJARA, JALISCO (20/NOV/2013).- Elena Poniatowska entró en la vida literaria como una bala y ha permanecido en ella como un inexpugnable meteorito. La escritora, que ha registrado con minucia las voces de los otros, es la primera mexicana en ganar el Premio Cervantes.

La autora de  La noche de Tlatelolco no esperaba recibir el premio. Cuando le hablaron para informarle que era la cuarta mujer en recibir el Cervantes —antes que ella lo habían recibido las españolas María Zambrano (1988) y Ana María Matute (2010) y la cubana Dulce María Loynaz (1992)—, pensó que se trataba de un artículo periodístico que acababa de entregar.

“Se lo dedicaría primero que nada a mi país, a México”, así de rotunda fue la escritora cuando le preguntaron a quién dedicará el máximo galardón de las letras en español cuando lo recoja en abril del próximo año.

Creado en 1975 por el Ministerio de Cultura de España, y dotado por 125 mil euros (más de dos millones 189 mil pesos), recurso que ayer, en conferencia de prensa, dijo que planea utilizar para crear una fundación que lleve su nombre y para lo que el Gobierno del Distrito Federal le proporcionaría el edificio, en el que se podrían hacer talleres y conferencias.

“Hace más de seis años, desde 2006, que quiero crear una fundación. Las universidades de Stanford y Princeton, en Estados Unidos, me pidieron que les vendiera mi archivo y biblioteca, pero mi hijo Felipe es de la idea de que sacar esos materiales de México representa una especie de traición a México”, dijo ayer en rueda de prensa.

Aclaró que entre los documentos que guarda en su domicilio están “muchísimas cartas de Octavio Paz, Carlos Monsiváis, Rosario Castellanos y otras personas de mi época. Los gringos me las quieren comprar, muy bien y en dólares”, sin embargo hará caso a su hijo.

El Premio Cervantes reconoce a los escritores que, con el conjunto de su obra, contribuyen al enriquecimiento del legado literario hispano. El ministro español de Cultura, José Ignacio Wert, destacó la “brillante trayectoria literaria” de la autora y su compromiso con la historia contemporánea. Además, puso de relieve su trabajo periodístico, tanto en crónica como en ensayo.

Elena ahora forma parte de ese cotizado nicho literario en el que figuran los mexicanos Octavio Paz, Carlos Fuentes, Sergio Pitol y José Emilio Pacheco, quienes también se han echado al bolsillo este galardón.

El Presidente, amigos y críticos celebran


Uno de los primeros en celebrar la decisión fue el escritor y ex vicepresidente nicaragüense, Sergio Ramírez, quien consideró el reconocimiento como “excelente”, aunque no escondió la ilusión de ganar el premio al que también estaba nominado.

“Ella es una escritora de una gran tradición en las letras mexicanas, como cronista fue una de las pioneras, una de las que más se acerca a la narración popular y mejora la mezcla con la antropología, con una visión muy profunda del habla popular mexicana”, destacó.

En este punto también coincidió el escritor mexicano, José Emilio Pacheco, también se unió a las felicitaciones y aseguró que el premio es muestra de la “buena literatura” que tiene México, el segundo país que ha acaparado estos galardones, después de España.

“Su talento —agregó— logró sacar a las mujeres de las secciones ‘femeninas’ a las que eran confinadas por las publicaciones de entonces y las llevó a las primeras planas”, dijo el autor de obras como La edad de las tinieblas (2009) o Las batallas en el desierto (1981).

“Mi felicitación a Elena Poniatowska por haber recibido el Premio Cervantes, un merecido reconocimiento a su carrera literaria”, escribió Peña Nieto a través de su cuenta de Twitter.

El periodismo, su escuela

“Tengo 81 años de vida y no creo que me quede mucho tiempo, por eso voy a escribir más”, dijo ayer, luego de saberse ganadora del Cervantes. La narradora (nacida en París, en 1932, pero “más mexicana que el mole”) también aprovechó para señalar que México vive un momento complicado, pues el país se encuentra dividido por las luchas políticas internas. Además, acentuó la deuda que tiene con el periodismo: “Yo me considero escritora y periodista, porque toda mi cultura se la debo al periodismo”.

Poniatowska llegó a México en 1942, a bordo de un barco que trasladaba a refugiados españoles. En ese entonces, Poniatowska, quien sólo hablaba francés e inglés y tenía una idea equivocada sobre lo que era México, soñaba con cantar en un cabaré.

Sin embargo, el camino literario de Poniatowska se trazó a partir de su trabajo periodístico. En 1953, ingresó a la redacción del diario Excélsior. Su tarea consistía en la realización de entrevistas, género en el que destacó.

Durante una entrevista que le realizó la escritora Mónica Lavín,  “Elenita” —como la conocen sus amigos y algunos de sus lectores— dijo que el periodismo fue su escuela. Ser periodista le permitió conocer a personajes como  Alfonso Reyes, Octavio Paz, Carlos Fuentes, Dolores del Río, Juan Rulfo, y un largo etcétera. Algunas personas le dijeron que si su intención era llegar a ser escritora, el periodismo no le ayudaría. Ella se encargó de derrumbar ese cliché.

FRAGMENTO
Leonora

Caminar por la avenida Álvaro Obregón y tomar té en la gruta caliente de su cocina oscura le sabe a Londres. Algunas tardes, cuando sale en los días de lluvia, el olor del pasto recién cortado la transporta a Hazelwood.

Si vivir de por sí cuesta trabajo, para muchos exiliados un guía espiritual, un gurú, un psiquiatra, una figura paterna se vuelve fundamental. El recuerdo de la tierra que se añora puede envenenar la sangre.

—¿Tú te identificas con la hilera de magueyes que

avanzan como un ejército verde sobre la llanura mexicana,

Leonora? —interroga Remedios.

—Me identifico con el tequila.

Aún no se acostumbra a los gritos cada 15 de septiembre, ni a la orfandad callejera, ni a los perros sin dueño, ni a los cohetes en los santorales, ni al abuso de la autoridad, ni a las peregrinaciones del 12 de diciembre, ni a la impuntualidad tan aceptada, ni al «¡Mande!» como sometimiento. Vive con un pie en el mundo que la concibió, del que la separa un océano.

El día en que un funcionario mexicano se despoje de su traje y ande entre la gente, el día en que una mujer impida que su marido le pegue, Leonora sentirá más suyo a México. Éste es el país de los licenciados; brotan como hongos en los juzgados, los registros civiles, las iglesias. En la calle de Bucareli, las colas para renovar documentos son una tortura: «No podemos darle la prórroga, tiene que salir del país y volver a entrar.» «Vamos a ponerle una multa por no avisar cambio de domicilio.» «¡No es culpa mía! El que le puso otro nombre a la calle es el gobierno.» «Eso es cosa del gobierno, a usted le toca lo suyo.» «¿Qué, usted no tiene madre? ¿Por qué me da un solo apellido?»

FRASES

"
¿Qué es el éxito? El éxito es un ratito. Uno nunca consigue absolutamente nada en esta vida "

"
Las mujeres pueden hablar mejor de sí mismas que muchos escritores pero no creo que la escritura pueda ser femenina. La escritura es y la escritura tiene sentido como escritura. La buena escritura no tiene sexo, es simplemente buena. "

Elena Poniatowska,
escritora

SABER MÁS
Brillante carrera


En 1957, Poniatowska ingresó al Centro Mexicano de Escritores. Allí convivió con los escritores Salvador Elizondo y Juan García Ponce. En 1970 rechazó el Premio Xavier Villaurrutia, otorgado por su libro La noche de Tlatelolco, que el escritor Juan Villoro definió como “un vasto relato coral” en donde la escritora hace que los demás hablen en forma múltiple en un momento en que los medios de comunicación hacían causa común para sepultarlo, para silenciarlo.

También fue la primera mujer en ganar el Premio Nacional de Periodismo, en 1973, y después en 1978. Entre el cúmulo de premios que ha obtenido, se encuentran el Premio Alfaguara de Novela 2001 por La Piel del cielo; el Premio Nacional de Ciencias y Artes, en Lingüística y Literatura 2002; el Premio de Periodismo Mary Moor’s Cabot 2004; el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos 2007 por El tren pasa primero, y el Premio Biblioteca Breve 2011 por Leonora.

En el jurado, compuesto por 11 miembros, estuvieron presentes los últimos dos ganadores del premio: José Manuel Caballero Bonald (2012) y Nicanor Parra (2011), además del director de la Real Academia de la Lengua Española, José Manuel Blecua.

El rey Juan Carlos entregará el premio a Elena Poniatowska durante un acto solemne que se llevará a cabo el 23 de abril en la Universidad de Alcalá de Henares, ubicada en España.

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