Cultura
Premian indagación sobre arte y cambios culturales
El antropólogo colombiano, Carlos Granés Maya, gana el Premio de Ensayo Isabel Polanco
GUADALAJARA, JALISCO (11/OCT/2011).- Los eventos traumáticos como los conflictos bélicos generan transformaciones en el terreno del arte, así se explica en la obra ganadora de la tercera edición del Premio de Ensayo Isabel Polanco: El puño invisible. Arte, revolución y un siglo de cambios culturales, del antropólogo colombiano Carlos Granés Maya, que le será entregado en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
El autor afirmó ayer que las vanguardias fueron una respuesta a la Primera Guerra Mundial, “que creó una herida tremenda en la sociedad e hizo que la gente se preguntara: ¿A dónde nos han llevado las élites, las ideas, las obras de arte de esta civilización? Si el resultado ha sido esta carnicería, la hecatombe, las trincheras, la mortandad y una cifra ridícula de cadáveres, ¿qué es lo que está pasando con la cultura?, esa pregunta despertó sensaciones de rechazo, repulsión con respecto a la cultura”.
La obra del antropólogo social fue elegida porque “se trata de un ensayo de largo aliento que hace un recuentro narrativo de las vanguardias occidentales del siglo XX, desde el futurismos hasta la postmodernidad. Con agilidad cinematográfica, Granés Maya le presenta al lector, escenas tras escena, los principales episodios, muchos de ellos verdaderos escándalos, que ha vivido el arte moderno a lo largo de su historia. Aunque la narración es visual, conviene a su objeto de reflexión preponderante, el libro no está desprovisto de una tesis de suma importancia para la historia cultural contemporánea, que es la siguiente: mientras las grandes revoluciones políticas del siglo XX fracasaron, la revolución cultural que las acompañó durante una buena parte del trayecto y que, aparentemente, debía cumplir un papel secundario o de legitimación simbólica, triunfó”, según el jurado integrado por los escritores Gonzalo Celorio, Héctor Abad Faciolince, Rafael Rojas, José Balza, Margarita Valencia y Fernando Savater, quien fungió como presidente.
Granés Maya explicó, en enlace telefónico durante la conferencia de prensa del fallo del galardón, que le interesaba comprender “por qué una persona, un individuo, saltaba palestra a desafiar las convenciones, a forjar una sociedad nueva y a inventar un nombre nuevo”.
Agregó que el repudio social ha ocurrido en otros momentos como en la Segunda Guerra Mundial o en Vietnam, cuando las nuevas generaciones se propusieron replantear al ser humano. El puño invisible. Arte, revolución y un siglo de cambios culturales no sólo le ofrece al lector un rencuentro de las corrientes vanguardistas y sus protagonistas, sino que también se adentra en espacios, donde estas propuestas se han presentado. Destacó que en el ensayo incluyó a personajes de las vanguardias como Humberto Bochoni, George Grosz, los surrealistas y celebridades contemporáneas como Lucían Freud, quien falleció recientemente.
El premio está dotado con cien mil dólares.
El autor afirmó ayer que las vanguardias fueron una respuesta a la Primera Guerra Mundial, “que creó una herida tremenda en la sociedad e hizo que la gente se preguntara: ¿A dónde nos han llevado las élites, las ideas, las obras de arte de esta civilización? Si el resultado ha sido esta carnicería, la hecatombe, las trincheras, la mortandad y una cifra ridícula de cadáveres, ¿qué es lo que está pasando con la cultura?, esa pregunta despertó sensaciones de rechazo, repulsión con respecto a la cultura”.
La obra del antropólogo social fue elegida porque “se trata de un ensayo de largo aliento que hace un recuentro narrativo de las vanguardias occidentales del siglo XX, desde el futurismos hasta la postmodernidad. Con agilidad cinematográfica, Granés Maya le presenta al lector, escenas tras escena, los principales episodios, muchos de ellos verdaderos escándalos, que ha vivido el arte moderno a lo largo de su historia. Aunque la narración es visual, conviene a su objeto de reflexión preponderante, el libro no está desprovisto de una tesis de suma importancia para la historia cultural contemporánea, que es la siguiente: mientras las grandes revoluciones políticas del siglo XX fracasaron, la revolución cultural que las acompañó durante una buena parte del trayecto y que, aparentemente, debía cumplir un papel secundario o de legitimación simbólica, triunfó”, según el jurado integrado por los escritores Gonzalo Celorio, Héctor Abad Faciolince, Rafael Rojas, José Balza, Margarita Valencia y Fernando Savater, quien fungió como presidente.
Granés Maya explicó, en enlace telefónico durante la conferencia de prensa del fallo del galardón, que le interesaba comprender “por qué una persona, un individuo, saltaba palestra a desafiar las convenciones, a forjar una sociedad nueva y a inventar un nombre nuevo”.
Agregó que el repudio social ha ocurrido en otros momentos como en la Segunda Guerra Mundial o en Vietnam, cuando las nuevas generaciones se propusieron replantear al ser humano. El puño invisible. Arte, revolución y un siglo de cambios culturales no sólo le ofrece al lector un rencuentro de las corrientes vanguardistas y sus protagonistas, sino que también se adentra en espacios, donde estas propuestas se han presentado. Destacó que en el ensayo incluyó a personajes de las vanguardias como Humberto Bochoni, George Grosz, los surrealistas y celebridades contemporáneas como Lucían Freud, quien falleció recientemente.
El premio está dotado con cien mil dólares.
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