Cultura
Posada a cien años de su muerte
Presentan la edición conmemorativa de ''José Guadalupe Posada'', en la cual se incluyen más de 350 imágenes
lanzar varios libros en su memoria, entre ellos la edición conmemorativa "José Guadalupe Posada" que se presentó en la Feria Internacional del Libro (FIL).
El libro es una muestra de la investigación permanente que hace el Instituto Cultural de Aguascalientes sobre el caricaturista. Fue editado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes ( Conaculta) y también está disponible en inglés y japonés. Incluye más de 350 imágenes que dan cuenta de la valiosa obra dejó al país.
"El legado de Posada ha mostrado tener alcance universal. Su obra, sumamente dispersa y plasmada en papel, perduró porque los genios trascienden", dijo la directora del Instituto Cultural de Aguascalientes, Dulce María Rivas.
El texto explora diversas etapas de su vida y categorizaciones de sus dibujos y grabados. "Si bien la catrina es su obra icónica, Posada es el creador de la gráfica popular mexicana: retrata personajes históricos, de la vida cotidiana, leyendas urbanas, creencias religiosas, crítica social".
El talento de José Guadalupe Posada fue reconocido hasta después de su muerte por artistas como Diego Rivera, quienes reivindicaron su aportación al arte mexicano. El ilustrador murió en la miseria, solo, nadie asistió a su entierro y su cuerpo terminó en una fosa común.
La publicación abarca distintas etapas de su vida: desde su ciudad natal, pasando por su estancia en León, Guanajuato, hasta sus años en la Ciudad de México. Entre las reproducciones se incluyen volantes, cuadernillos, carteles y caricaturas así como un diseño especialmente cuidado, de aspecto amarillento, que emula al soporte original que utilizó Posada en su tiempo para hacer sus grabados.
Rafael Barajas "El Fisgón", uno de los grandes expertos sobre Posada, mencionó: "el tema de Posada es un tema muy curioso porque en vida fue sumamente desvalorizado. A pesar de que la gente consumía sus hojas volantes en cantidades industriales, los críticos de su época no le hicieron caso".
Fue a partir de que los intelectuales pos revolucionarios revisitaron su obra cuando comenzaron a rescatarse las más de tres mil piezas que produjo en vida. La tarea, mencionó Barajas, no ha sido fácil, pues Posada firmó apenas cinco por ciento de la totalidad de su obra.
"Sigue siendo un artista muy querido debido a que parte de su trabajo tiene una vocación periodística muy clara (...) la gente reclama a Posada como un artista suyo".
"El Fisgón" recordó que el caricaturista formaba parte del ala liberal y crítica que dio cimientos a la libertad de expresión en México. Dijo que para disfrutar su obra no hace falta más que mirarla, aunque también esconde muchas lecturas relativas a la prensa y al pensamiento de la época.
"Yo estoy convencido de que después de la Guadalupana, está la Catrina".
EL INFORMADOR / BRENDA RAMOS
GUADALAJARA, JALISCO (08/DIC/2013).- Cartonista, grabador, ilustrador y en cierto sentido, también periodista, José Guadalupe Posada es el artista hidrocálido más importante de la historia de México. Este año se cumplen cien años de su muerte y la ocasión fue aprovechada para
El libro es una muestra de la investigación permanente que hace el Instituto Cultural de Aguascalientes sobre el caricaturista. Fue editado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes ( Conaculta) y también está disponible en inglés y japonés. Incluye más de 350 imágenes que dan cuenta de la valiosa obra dejó al país.
"El legado de Posada ha mostrado tener alcance universal. Su obra, sumamente dispersa y plasmada en papel, perduró porque los genios trascienden", dijo la directora del Instituto Cultural de Aguascalientes, Dulce María Rivas.
El texto explora diversas etapas de su vida y categorizaciones de sus dibujos y grabados. "Si bien la catrina es su obra icónica, Posada es el creador de la gráfica popular mexicana: retrata personajes históricos, de la vida cotidiana, leyendas urbanas, creencias religiosas, crítica social".
El talento de José Guadalupe Posada fue reconocido hasta después de su muerte por artistas como Diego Rivera, quienes reivindicaron su aportación al arte mexicano. El ilustrador murió en la miseria, solo, nadie asistió a su entierro y su cuerpo terminó en una fosa común.
La publicación abarca distintas etapas de su vida: desde su ciudad natal, pasando por su estancia en León, Guanajuato, hasta sus años en la Ciudad de México. Entre las reproducciones se incluyen volantes, cuadernillos, carteles y caricaturas así como un diseño especialmente cuidado, de aspecto amarillento, que emula al soporte original que utilizó Posada en su tiempo para hacer sus grabados.
Rafael Barajas "El Fisgón", uno de los grandes expertos sobre Posada, mencionó: "el tema de Posada es un tema muy curioso porque en vida fue sumamente desvalorizado. A pesar de que la gente consumía sus hojas volantes en cantidades industriales, los críticos de su época no le hicieron caso".
Fue a partir de que los intelectuales pos revolucionarios revisitaron su obra cuando comenzaron a rescatarse las más de tres mil piezas que produjo en vida. La tarea, mencionó Barajas, no ha sido fácil, pues Posada firmó apenas cinco por ciento de la totalidad de su obra.
"Sigue siendo un artista muy querido debido a que parte de su trabajo tiene una vocación periodística muy clara (...) la gente reclama a Posada como un artista suyo".
"El Fisgón" recordó que el caricaturista formaba parte del ala liberal y crítica que dio cimientos a la libertad de expresión en México. Dijo que para disfrutar su obra no hace falta más que mirarla, aunque también esconde muchas lecturas relativas a la prensa y al pensamiento de la época.
"Yo estoy convencido de que después de la Guadalupana, está la Catrina".
EL INFORMADOR / BRENDA RAMOS
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