Cultura
Portugal recuerda el Chile de Allende con los retratos de Armindo Cardoso
Las fotografías que Cardoso (Oporto, 1943) tomó entre 1970 y 1973 muestran a un pueblo chileno cautivado por el carisma de Allende
Allende, cuando se cumplen 36 años de su muerte.
El 11 de septiembre de 1973, un levantamiento militar liderado por el entonces jefe del Ejército, Augusto Pinochet, acabó con el Gobierno socialista de Allende, que se suicidó tras resistir hasta el final el asedio de los golpistas al Palacio presidencial de La Moneda.
Más de tres décadas después, la muestra de Lisboa recrea la mirada de un extranjero a una sociedad marcada por el entusiasmo con Salvador Allende, como describe su trabajo el propio fotógrafo en declaraciones.
Las fotografías que Cardoso (Oporto, 1943) tomó entre 1970 y 1973 muestran a un pueblo chileno cautivado por el carisma de Allende.
Pero su obra, en el contexto de la represión política que siguió al golpe, constituía un material potencialmente peligroso y una amenaza para la vida del fotógrafo.
Después de dos meses convulsos, que la historia recuerda por la sangrienta represión política que siguió al golpe, Cardoso logró huir a París con la ayuda de la embajada francesa, aunque no pudo llevar consigo los testimonios que su cámara había captado.
El fotógrafo había puesto a salvo sus negativos haciendo que los enterraran y, gracias a una insistente tenacidad, consiguió que fueran rescatados por la diplomacia gala y enviados a Francia en enero de 1974.
Esas son las imágenes que ahora han visto la luz en la exposición de Lisboa, que evoca los tres años de "socialismo a la chilena" instaurados por el dirigente de la Unidad Popular e interrumpidos por una dictadura que habría de durar 17 años.
El fotógrafo portugués, que residía en el país andino desde 1969, trabajaba para el semanario "Chile Hoy" cuando estalló la revuelta militar.
La exposición, compuesta por cerca de sesenta instantáneas, refleja el ambiente político y cultural, el pulso de la sociedad, de aquel Chile de principios de los años 70 y un amplio retrato etnográfico con especial atención a los indios mapuches del sur del país.
En la muestra asoman semblantes anónimos de quienes se lanzaban jubilosos a las calles para expresar su apoyo al socialismo pero también los gestos de preocupación en que los transformó el paso del tiempo.
Las medidas revolucionarias tomadas por Allende pusieron al Gobierno de la Unidad Popular en el centro de un huracán político congelado en las instantáneas que captó el reportero con su lente.
La muestra se pasea por los 23 días de la visita de Fidel Castro a Chile, la ausente mirada de Pinochet en un acto oficial del Ejecutivo Allende y la vida cotidiana de los mapuches, una colección de instantes rescatados del olvido por un Cardoso al que aún le queda una ilusión pendiente: llevar sus fotos a Chile.
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