Cultura

Por amor al Arte

Guillermo es uno de los 22.000 artistas profesionales que hay en España. Tiene 30 años y es licenciado en Bellas Artes

CIUDAD DE MÉXICO.- Viven su profesión con pasión, saben que se rentabiliza la cultura pero se les descuida a ellos, y eluden hablar de la estrechez que padecen porque creen que les desluce el prestigio, incluso quienes lo tienen más que reconocido, pero siguen adelante: son artistas.

Guillermo es uno de los 22.000 artistas profesionales que hay en España. Tiene 30 años y es licenciado en Bellas Artes. Ahora retrata por encargo a una difunta. "Su familia me ha dado unas fotos, ni siquiera las he elegido yo. Me gusta el retrato con modelo delante, pero este no es el caso...". No puede prescindir de los 400 euros que cobrará por él.

Se ayuda dando clases y haciendo ilustraciones. Dedica todo el tiempo que tiene a su "pasión por la pintura". Su estudio está en un edificio industrial antiguo, cercano a la madrileña plaza de toros de Las Ventas.

La bicicleta que conduce por Madrid, "por ahorrar, nada estético", sube con él hasta el estudio "tabicado" con telas, que comparte con dos fotógrafos, un artista de instalaciones y una pintora que lo acaba de dejar. "Tania no podía más. Esta vida requiere grandes renuncias".

Tiene por referencia a Lucien Freud. "Me gustaría pintar alguna vez como él, pero de momento tengo que estirar bien el óleo. La pintura es muy cara...".

Cree que la gente en general no entiende la pintura y "va a los museos para poder contar que 'ha estado ahí', como otra forma de consumir".

Reniega de que las administraciones "no facilitan locales con alquileres asequibles, adecuados a nuestras necesidades, en lugar de seguir abriendo museos".

Desde 1997 la UNESCO reconoce la importancia de los artistas en la sociedad e insta constantemente a los gobiernos a "facilitar las condiciones de trabajo favorables para la creación y el desarrollo del talento artístico".

Dice ser "nómada por convicción", se llama Erick. Es un pintor peruano nacido hace 27 años en Huánuco y acaba de inaugurar una exposición individual en su país.

Llegó a España en 1998 con la beca de la ruta Quetzal y, entonces, cuando los 42 niños de su grupo eran recibidos por los reyes Juan Carlos y Sofía, Erick hizo un retrato improvisado de los reyes y se lo entregó.

Contó a Efe que se siente como "un cazador de concursos". Uno de ellos lo ganó a los 15 años. "Me presenté por Perú al certamen de dibujo 'Vamos al Espacio' y gané 15 días de estancia en la NASA".

Ahora prepara otra exposición. Su obra en la que plasma "estados liminales y fronterizos" le permite vivir "con cierta dignidad". Además de vender encargos, practica el trueque.

"Pago con mi obra. Por ejemplo, yo quería una guitarra y me anuncié en Internet: 'cambio pintura por guitarra' y en un momento tenía tres guitarras". Su futuro inmediato pasa por una nueva beca.

Otra bicicleta como la de Guillermo transporta los sueños de Pitt: un xilograbador alemán de 56 años, ex director de una escuela de arte en Hannover. Hace estampas de la obra de Francis Bacon y las vende a 20 y 30 euros junto al acceso a la exposición de ese pintor en el Museo del Prado e intenta sobrevivir en este "difícil mundo".

"Aquí estoy haciendo un estudio de mercado para hacer una editorial de grabado xilográfico y llevar las estampas en una bicicleta holandesa por Madrid, Segovia y Toledo, con motivos de estas ciudades".

Antonio López, a quien los 1,74 millones de euros que se pagaron por su cuadro "Madrid desde Torres Blancas" le convirtieron en el pintor español vivo mas cotizado, declaró a Efe que considera una "obviedad hablar de dificultades en los inicios del artista", pues no ve "más dificultad en esos comienzos que en los de otras profesiones".

De los citados 22.000 artistas, "sólo un 33 por ciento puede vivir del arte, el resto busca una ocupación cercana a ese mundo para sobrevivir", dijo a Efe Florenci Guntín, secretario general de la Asociación de Artistas Visuales de Cataluña y representante en la Asociación de Artistas Visuales de España.

Agregó que el 52 por ciento ingresa menos de 500 euros por actividad artística, lo que produce "precariedad y pluriempleo" y que de los 1.500 millones de euros que generó el arte en España sólo un 2,65 por ciento llegó a manos de los artistas, según refleja el primer estudio hecho en este ámbito en 2006.

Sobre las razones que llevan a un artista a emprender un camino tan duro, y las que le impulsan y le hacen continuar, José María Parreño, escritor y profesor de la Facultad de Bellas Artes de Madrid, dijo a Efe que "el artista es alguien que trata de hacer o decir algo. Como no lo consigue insiste una y otra vez".

"Esa insatisfacción -añadió- retroalimenta la creatividad. El compromiso con la creación artística es quizá el único reducto que supone una voluntaria renuncia a los valores prácticos en beneficio de un bien superior, ahora que la moral religiosa está en franco declive y la ética social es la del beneficio material a cualquier precio".

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