Poniatowska, una soldadera indómita
A Elena el mundo le preocupa y se ocupa de él; en entrevista, retoma los temas coyunturales de México, abordados desde la perspectiva feminista
GUADALAJARA, JALISCO (30/NOV/2016).- El feminismo poco a poco se quita el halo negativo que le han impreso los sectores conservadores. Es más común que tanto mujeres como hombres estén en búsqueda de la equidad. Y Elena Poniatowska, en su nuevo libro “Las indómitas”, editado por Seix Barral hace un reconocimiento a grandes mujeres escritoras, combatientes y diversas como Josefina Bórquez, Nellie Campobello, Josefina Vicens, Rosario Castellanos, Alaíde Foppa y Rosario Ibarra de Piedra, pero en especial a las soldaderas.
En entrevista, la escritora habla de lo que significa ser mujer en tiempo de plataformas digitales, de cómo aún continúan los prejuicios, de política, y también de sus raíces. Elena recuerda mucho a Jesusa Palancares que hace acto de presencia en este texto que se compone de ensayos y que es la protagonista del libro de Poniatowska en “Hasta no verte Jesús mío”.
“Hay mujeres de la revolución mexicana que son las soldaderas, hay mujeres como Jesusa Palancares. Cuando ella desapareció y murió, sentí que se moría un puntal de mi vida, porque además de dejarme un relato de vida, siempre que me pasa algo pienso en lo que haría o diría Jesusa. Ella es una manera de tener lo que los gringos llaman “models life” (modelos de vida)”.
Elena hubiera querido incluir a más mujeres que entrevistó como Elena Garro, pero destaca la importancia de otras como Josefina Vicens, a quien reconoce como una de las primeras mujeres en aceptarse lesbiana. También está el legado de Rosario Castellanos, de todas, considera que sus historias no deben olvidarse y por eso que exista este libro.
Los prejuicios están presentes
Para la autora de “La noche de Tlatelolco” siguen existiendo los prejucios sobre las libertad absoluta que una mujer tiene de su cuerpo y de su espíritu, pero reconoce que hay mujeres influyentes como Marta Lamas que visibilizan temáticas importantes como la despenalización del aborto.
“Es increíble que por razones misteriosas o religiosas, mujeres que tienen cinco hijos o más, si viene otro en camino –porque no hay control de la natalidad– lo tienen que tener a huevo, cuando no hay ni como mantenerlo o sacarlo adelante. Hay que dejar que la gente decida, pero también hay que decir que a nadie en esta vida le va a gustar abortar, es espantoso desde el punto de vista personal y también desde el punto de vista social, yo no sé qué sentirán cuando entran a una clínica y las ven con prejuicio. Suele ser una cosa en la que no participan en general los hombres, las mujeres que deciden hacerlo llegan solas”.
Y cuál es el papel del hombre cuando se pelea por la equidad. Elena destaca que ahora es más visible que cuando una pareja tiene un hijo, lo cuidan entre ambos. “El papá no le dará pecho al niño, pero he visto una cantidad de papás que cambian el pañal, que dan la mamila. Una pareja universitaria donde él va en la mañana a estudiar y ella en la tarde, aprenden muy bien a cuidar a sus hijos. En mi época yo veía a mis papás un vez al día, había muchos intermediarios, ahora los pequeños crecen encima de sus papás”.
Las mujeres en el poder
Elena apoya a López Obrador, pero no deja de reconocer las cualidades de líderes que tienen Margarita Zavala o Josefina Vázquez Mota –a quien considera trabajadora– incluso comparte que de haber ganado Hillary Clinton la presidencia de Estados Unidos, le habría dejado el camino más fácil a Margarita para buscar convertirse en la Presidenta de México.
“Si hubiera ganado Hillary sería más fácil que ganara Margarita. Pero en el caso de Donald Trump hay todo un fenómeno de toda la gente que quiere que Estados Unidos sea para los gringos y eso es lo que él ofrece, el muro, y que ya no llegue más gente, lo cual es una equivocación, el mundo entero somos una mezcla, todos somos migrantes”.
Elena considera que sí debe darse que en México gobierne una mujer en la silla presidencial. “Esperemos que sí, yo creo que Margarita lo haría bien de llegar al poder. Yo estoy con López Obrador desde el año 2006, pero no le tengo ninguna antipatía a Margarita, tiene algo muy notable que es el lenguaje del cuerpo, es muy agradable, su sonrisa, su naturalidad, no es una muñequita como Marta Sahagún o La Gaviota –que es muy bonita – ellas están muy emperifolladas, poco naturales, en cambio Margarita es un soplo de aire fresco, pero tiene en contra de ella a su marido, es una rocota en su zapato. Lo que él hizo (contra el narcotráfico) donde mucha gente murió, son daños colaterales que son terribles”.
Recuerda a Bowie, Fidel Castro y “Juanga”
Este año han partido diferentes figuras del mundo de la música y la política, el más reciente, Fidel Castro, pero entre los que hoy ya no están, Elena reconoce el mérito de la libertad de David Bowie y recuerda las entrevistas que tuvo con Juan Gabriel. “Bowie era un genio, de todos él era el más libre de todos. Yo quise mucho a Juan Gabriel, lo entrevisté, era súper cariñoso y me gustaba mucho que dijera ‘Lo que se ve no se pregunta’, se me hacia una respuesta buenísima”. Sobre Cuba cree que Obama trató de resolver el conflicto entre EU y la isla muy tarde, pero espera que lo que siga se dé para bien.
Ahora mismo la escritora de 84 años quiere hacer un libro de la familia Poniatowski, de sus raíces polacas, “el último rey de Polonia descubrí que fue un tatarabuelo mío del siglo XVIII, cuando yo llegué a vivir a México se me olvidó toda esa parte, estoy tratando ahora de escribir de eso”.
ASISTE:
Elena Poniatowska presenta “Las indómitas”, hoy a las 17:00 horas, en el Salón 4, planta baja, Expo Guadalajara.