Cultura

Plácido Domingo aplaude el comportamineto de Japón

A pesar del desastre ocurrido el 11 de marzo Domingo se presentó en Tokio

TOKIO, JAPÓN (08/ABR/2011).- Un seísmo de 7 .1 grados Richter recibió anoche en Tokio al cantante español Plácido Domingo, quien aplaudió el "extraordinario" comportamiento de Japón ante la tragedia del 11 de marzo y consideró "auténticos héroes" a los trabajadores de Fukushima.

Ni las réplicas del gran terremoto de hace casi un mes ni la crisis nuclear en Japón hicieron que el tenor cancelara las dos actuaciones que tiene programadas en Tokio. "Casi siempre en mi vida he ido donde tengo que ir", aseguró en entrevista con Efe.

Hasta el último momento antes de viajar estuvo en contacto con los organizadores y la embajada española, que le confirmaron que "las cosas estaban bien", pero al poco de aterrizar en la capital nipona le sorprendió la "impresionante" réplica que sacudió de nuevo el noreste nipón.

"El piso 29 de este hotel era un baile", explicó hoy en ese mismo rascacielos Plácido Domingo, que reconoció que el seísmo le dejó "preocupadísimo y esperando que no hubiera víctimas".

El tenor, que creció en México y perdió familiares en el devastador terremoto de 1985, recordó cómo de niño vivía allí los temblores junto con su hermana "como un juego"; pero al crecer "te das cuenta de que es algo horroroso", indicó.

La réplica de anoche, que se quedó en "un susto bastante grande", no ha alterado al programa del cantante madrileño, que el domingo actuará en el Auditorio NHK (el mismo de su debut en Japón en 1976) con la soprano Ana María Martínez y la Orquesta Filarmónica japonesa, y el miércoles lo hará en el auditorio Suntory Hall.

Ambas actuaciones estarán sin duda marcadas por la tragedia del 11 de marzo, por la que Plácido Domingo mostró su pesar y recordó la situación que atraviesan más de 150 mil refugiados desplazados por el tsunami o la crisis nuclear en la central de Fukushima.

Para el tenor, la de Fukushima es una de "esas plantas que no deberían existir" pero que "en todo el mundo se necesitan para la energía", y los trabajadores que tratan de controlar sus reactores son "verdaderos héroes" que "están tratando de ayudar a su país".

Plácido Domingo recalcó que Japón es un lugar "extraordinario" y eso es algo que se refleja también en su público, "muy disciplinado" pero "de una profundidad indescriptible" a la hora de emocionarse con la música.

En Tokio estuvo Plácido Domingo hace poco más de un año para presentar una selección operística de algunos de los personajes que marcaron su carrera y dirigir la ópera Aida, de Giuseppe Verdi, y esta vez vuelve con un programa que mezcla ópera "con zarzuela española y opereta vienesa".

Además incluirá "posiblemente" algún tema recordatorio del Sakura, la estación de los cerezos en flor que marca el Japón el inicio de la primavera y que, para el cantante, es "una época fabulosa", explica, antes de apuntar por la ventana a los árboles en flor que se ven en las calles de la capital nipona.

A sus 70 años y recuperado del cáncer de colon del que le operaron el año pasado, precisamente después de actuar en Tokio, Plácido Domingo aseguró seguir "con el entusiasmo de siempre" y dispuesto a continuar en el escenario "hasta que el cuerpo aguante".

"Sobre todo, a ver qué dice el que está ahí arriba, que es el que tiene que decidir", indicó.

En la agenda tiene "cantidad de cosas por hacer": en julio cantará el Tamerlano, de George Friedric Haendel, en Barcelona, y el año próximo tiene previsto interpretar a Cyrano de Bergerac en Madrid en la ópera de Franco Alfano con libreto de Henri Cain.

Explicó que trata de repartir su repertorio de forma equilibrada entre sus facetas de cantante y director, aunque "cada día voy dirigiendo más para, el día que no cante, dedicarme de lleno a la dirección. Las dos cosas son extraordinarias", concluyó.
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