Cultura
Piden reubicar ambulantes en torno al Museo Mural Diego Rivera
La directora del recinto asegura que decenas de puestos han invadido sus inmediaciones
En entrevista con Notimex, señaló que luego de la remodelación integral de la Alameda Central, el recinto a su cargo ha padecido de la invasión de decenas depuestos, que se han convertido en un problema por la disputa del espacio público, justo a las puertas de acceso del recinto.
Recordó que si bien la remodelación los benefició en cuanto iluminación y otras mejoras, algunos de los puestos que se situaban en la Alameda Central, encontraron un "lugar" en las afueras de dicho museo.
"Tras la remodelación de la Alameda Central nos benefició, se ve mucho mejor, pero nos perjudicó porque todos los desplazados entre ellos ambulantes, vinieron a encontrar un lugar aquí", dijo.
Comentó que son los fines de semana cuando la problemática es mayor pues además de dejar basura, decenas de ellos impiden el paso de visitantes al citado recinto, pues instalan sus puestos justo en la entrada del espacio cultural.
Ante esta situación, reveló que el museo a su cargo se ha visto reducido en cuanto al número de visitantes; además de que algunos de ellos prefieren no acercarse por temor de ser robados.
"Los que perjudican, son los que invaden, los que no permiten el paso, los que acosan", dijo la promotora cultural al tiempo que precisó que son los sonideros los que se han convertido en un serio problema, pues varios de ellos, "se ponen a bailar en las afueras del museo y no permiten el paso de visitantes".
Reveló también que no sólo el museo padece esta situación, sino también el mural "Sueño de una Tarde Alameda" del pintor mexicano Diego Rivera, debido al cochambre que emiten puestos de comida situados en las afueras, lo que provoca que ingrese al interior y ponga en riesgo esta magna obra creada entre 1946 y 1947.
"Hemos encontrado cochambre que se cuela por las ventanas del museo. Pero está controlado gracias al sistema de aire acondicionado que tenemos al interior", afirmó.
Por lo que hace a los ajedrecistas que se encuentran todos los días en las afueras, Sánchez Soler refirió que con ellos no se tiene problema alguno, por el contrario, aseguró que se trata de gente que disfruta del espacio público.
"Se trata de un problema muy complicado; nos hemos acercado a las instituciones como el Gobierno del Distrito Federal y a la Autoridad del Centro Histórico, hemos tocado algunas puertas, pero nada", comentó.
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