Cultura
Patricia Cornwell gana el V Premio Internacional de Novela Negra RBA
Desde que publicó Postmortem, en 1990, el personaje, reconoce la autora: ha cambiado, conforme yo me he hecho mayor
Considerada una de las más prestigiosas damas del crimen, Cornwell consolida un premio todavía joven, pero con la mayor dotación económica del mundo en su categoría, que ya han recibido autores como el italiano Andrea Camilleri, el británico Philip Kerr o el también estadounidense Harlan Coben.
El personaje de Scarpetta condensa en su actuación toda su filosofía sobre los crímenes, según explicó hoy en Barcelona la autora en su primera visita a España: "Los delitos son resueltos por las personas, no por las máquinas".
"En las primeras novelas, -explicó- la protagonista utilizaba lo más reciente de la tecnología, pero en esta nueva entrega he hecho que Scarpetta sólo se ayude de su mente para resolver el misterio".
Y para subrayar esa soledad de la detective, Cornwell ha puesto a su personaje en una situación única: "en un camión de mercancías destrozado y destartalado en medio de la ciudad de Savannah, en el estado de Georgia, fuera de su jurisdicción".
No muestra Cornwell cansancio por haber acompañado a su personaje desde hace más de veinte años: "Mi relación con Scarpetta es muy buena, pero no estoy segura de que ella sepa que yo existo".
Desde que publicó "Postmortem", en 1990, el personaje, reconoce la autora: "ha cambiado, conforme yo me he hecho mayor, de estilo, de maneras de ser, de perspectivas", pero algo parece inalterable, "sigue siendo una persona muy agradable, con la que se puede pasar un buen rato".
La evolución del género ha condicionado asimismo la de su investigadora: "al comienzo de mi carrera me interesaban los procedimientos forenses que se llevaban a cabo en la morgue, pero luego proliferaron los procedimientos forenses en series televisivas y dejaron de interesarme".
Si Cornwell está considerada una precursora de series televisivas como "CSI", "Bones" o "Dexter", también ha sido pionera en cierta reivindicación feminista del género negro.
"Brindo las mismas oportunidades a todos los empleados, también a las mujeres malvadas" y añade: "El común denominador de la maldad no es el género, sino la situación de abuso de poder y en eso las mujeres no están libres de culpa".
En un intento de teorizar sobre el género de la maldad comentó: "el asesino masculino es más violento desde un punto de vista físico, pero la asesina suele utilizar otros métodos más crueles como el envenenamiento. Las mujeres malvadas son peores porque son más inteligentes y sabemos cómo hacer sufrir más".
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