Cultura
Palacio de Ocomo busca su esplendor
Aunque las investigaciones avanzan, las excavaciones en el patio central están detenidas por falta de adquisición de terrenos
De las 49 hectáreas que conforman el total del terreno, 44.15% son del Gobierno del Estado y 25 hectáreas se encuentran en proceso de expropiación, según un documento que hizo la Dirección General de Asuntos Agrarios a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Tomás Orendain Verduzco, director general de Patrimonio Cultural del Estado, indicó que la Secretaría de Cultura pidió en mayo de 2014 al Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin) que avaluara dos terrenos fundamentales para el proyecto con base en los estudios que dirige el arqueólogo e investigador de El Colegio de Michoacán, Sean M. Smith Márquez.
“Uno mide una hectárea siete mil metros y otro 276 metros. El año pasado estuvimos insistiendo, pero no tuvimos respuesta. Tenemos un avalúo de Ciencias Forenses, sin embargo así no podemos adquirir los terrenos”.
El funcionario indicó que normalmente la Comisión de arqueología a nivel nacional establece los periodos de investigación que deben tener un lugar antes de su apertura al público y otros detalles, sin embargo esto no ha podido suceder porque los terrenos siguen sin ser del Estado.
Una joya arqueológica
El Palacio de Ocomo es un recinto monumental compuesto por cuatro plataformas que cierran un patio interior. Actualmente sobresale un complejo habitacional, fogones y escalinatas encontradas en perfecto estado.
Sean M. Smith Márquez, arqueólogo e investigador de El Colegio de Michoacán, indicó que una de las mayores riquezas del sitio es que pertenece al clásico tardío, una época de la que poco se conoce.
“Todos los datos que estamos sacando son muy interesantes, porque son prácticamente nuevos, sólo hay dos excavaciones en curso (la otra está en Jalostotitlán) de esta temporalidad”.
Lo fascinante, a decir del especialista, es que la construcción en tres etapas de este sitio comenzó sólo 100 años después de Guachimontones, lo que ayudará a comprender el cambio social que se dio después de ellos. “También estamos haciendo investigaciones para establecer los contactos que pudo haber tenido con otros lugares”.
Asimismo subrayó que existen vestigios arqueológicos en el pueblo de Oconahua, mismos que se encuentran sepultados debajo de las casas.
Una historia añeja
El sitio fue descubierto por Phil Weigand en 1958 y comenzó a ser estudiado hasta 2006.
De acuerdo con una publicación del investigador Eric Orlando Cach Avendano, los trabajos se realizaron de abril a junio de ese año, tiempo durante el cual se establecieron al menos tres etapas constructivas en los edificios.
Lo anterior se logró gracias a una beca de la Foundation of the Advancement of Mesoamerican Studies (FAMSI), el permiso del INAH y financiamiento complementario de la UdeG.
SABER MÁS
Avances desde 2010
> 2010-2011. Restauración de muros.
> 2013. Termina la restauración de la estructura Norte e inician las excavaciones de la unidad habitacional UH1 y estructura Este y Sureste.
> 2013-2014. Excavación de la parte Oeste de la estructura Norte y la parte Norte.
> 2014 a la fecha. Tercera etapa de análisis de materiales y restauración. Análisis químicos e investigación.
TOMA NOTA
Recursos invertidos desde 2008
> 2008. Compra de terrenos con 8.5 MDP.
> 2010-2011. Trabajos de investigación arqueológica con un millón 852 mil pesos (recurso estatal).
> 2013. Trabajos de investigación arqueológica por 1 MDP (recurso estatal).
> 2014. Continúa la investigación con 500 mil pesos que obtuvo el municipio de Etzatlán a través de la Secretaría de Infraestructura y Obra Pública (SIOP).
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