Cultura

Owen Sheers presenta su poesía de paisaje galés

El poeta originario de Gales se presentó en el Salón de la Poesía de la FIL, acompañado de su traductor Andrés Neuman

GUADALAJARA, JALISCO (30/NOV/2012).- La lectura de poesía sabe mejor con tequila, tal como ya es costumbre en el Salón de la Poesía de la Feria Internacional del Libro en Guadalajara. La tarde de este viernes leyó algunos de sus poemas el galés Owen Sheers (1974), quien estuvo acompañado de su traductor en lengua española, el argentino Andrés Neuman.

"Owen es un importante narrador galés que reside en Londres", contó el argentino, "es autor de la novela Resistencia (Alfaguara), de la cual se hizo una película con el mismo título". Esa faceta narrativa está sin duda íntimamente ligada a su poesía, agregó Neuman, quien trabajó con Sheers en la traducción de su poemario El Hombre Sombra (ediciones El Tucán de Virginia).

Los dos poetas se conocieron en un avión que estaba a punto de caerse, y ante tal situación prefirieron hablar sobre idiomas y traducción. Desde entonces surgió la amistad y, tiempo después, la oportunidad de trabajar juntos en París y Londres, donde estuvieron comentando los poemas de Sheers: "el hecho de trabajar con un poeta vivo y consultar dudas en persona es para todo traductor un privilegio", dijo Neuman.

Hay un dicho en Hungría -dijo después el galés en su idioma-- que dice que la traducción es una "belleza infiel". Y sin embargo se dijo muy contento de contar con un traductor como Neuman, quien acabó conociendo incluso mejor que él su propia obra.

Con la intención de que los asistentes escucharan primero el ritmo de la poesía de Sheers, sólo el primer poema se leyó en su lengua original, "porque la poesía empieza en el ojo pero termina en el oído", dijo el poeta galés.

Como es costumbre en su país, el poeta se puso de pie para leer. Con su mano derecha sostuvo el libro abierto en el primer poema, titulado igual que el último del libro: Harvest (Cosecha), con la intención de dar una idea del poemario como ciclo natural. Metió la mano izquierda en el bolsillo de sus pantalones, y -como quien conoce a la perfección sus letras-- alternó la mirada entre el texto y el público.

Neuman leyó a continuación la versión en español, y así continuaron con poemas como Aun No Mi Madre, La Boda y Marca del Tiempo. Entre uno y otro, los poetas hicieron comentarios y contaron anécdotas relacionadas.

A continuación se hizo un paréntesis en la lectura para sostener una breve entrevista pública entre el poeta y su traductor. Contó ahí Sheers que la influencia entre su poesía y su narrativa, sucede de manera más bien inconsciente, aunque sí hay un interés marcado hacia poemas que cuenten una historia, y que queden abiertos a la interpretación del lector.

Habló también del paisajismo galés presente en la mayoría de sus poemas, quizá, dijo, porque los abandoné, "y esa distancia me ha permitido tener una asociación con el paisaje". Además, la aparente estabilidad de las montañas de su país contrasta con el constante cambio que experimenta él como persona, "y eso te permite echar una mirada a tu vida".

Uno de esos poemas relacionados con la naturaleza, fue colocado en una estación de metro en Londrés, provocando una importante reacción en muchas personas, según contó Sheers. Ese poema se llama Golondrinas:

"Las golondrinas / otra vez cursivas / cortan su baile aéreo / pasando en líneas cruzadas entre los cables de teléfono / su regeneración anual parecen tan impecable para nuestra vista / que no existen costuras entre el padre y la cría / siempre, las golondrinas y su caligrafía descendente / sumergiendo su pluma para firmar la página del cielo".

EL INFORMADOR / EUGENIA COPPEL
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