Cultura
Obras de Damien Hirst pueden emitir gases tóxicos, según estudio
Se detectó un gas potencialmente carcinógeno en los animales sumergidos en formol
estudio publicado por la Royal Society of Chemistry del Reino Unido.
Los científicos detectaron elevados niveles de un gas potencialmente carcinógeno en las salas de la exposición dedicada al artista en 2012 en la Tate Modern de Londres, la muestra individual más concurrida hasta entonces en la historia de la prestigiosa galería, con más de 450 mil visitantes.
Una de las principales atracciones de la exhibición fueron los grandes tanques de formol en los que Hirst sumerge especímenes de animales intactos, en ocasiones partidos por la mitad, como zebras, vacas y tiburones.
Científicos del Politécnico de Milán utilizaron un sensor remoto para medir la presencia en el aire de vapores procedentes de los cientos de litros del compuesto químico formaldehído, asociado a algunos tipos de cáncer por la Organización Mundial de la Salud.
Los detectores captaron un nivel de concentración de cinco partes por millón (ppm), diez veces por encima del límite legal de 0.5 ppm.
Los investigadores señalan en su trabajo que los vapores potencialmente tóxicos podrían filtrarse a través de la goma de silicona que sella los cofres de vidrio en los que están expuestos los animales.
Un portavoz de la Tate Modern subrayó que la galería "siempre pone por delante la seguridad de sus trabajadores y de los visitantes, y toma todas las precauciones necesarias cuando se instalan y abren al público las exhibiciones".
"Esos trabajos (de Damien Hirst) contienen una solución muy diluida de formaldehído en el interior de tanques sellados", recalcó ese portavoz.
Hirst publicó, por su parte, un comunicado en su página web en el que asegura que su obras pasan "exámenes regulares".
"Nuestros expertos nos dicen que a los niveles de los que informa esa revista, los ojos (de los visitantes) derramarían lágrimas y se percibiría una grave incomodidad física", continúa la nota.
"No nos llegó ninguna queja de ese tipo durante la exposición, ni nos ha llegado en ninguna otra en la que se hayan mostrado trabajos con formaldehído. No creemos que el público corriera ningún riesgo", afirma el artista.
LONDRES, INGLATERRA (29ABR/2016).- Los célebres animales sumergidos en formol de Damien Hirst, uno de los artistas británicos vivos más cotizados, pueden emitir gases tóxicos, según revela un
Los científicos detectaron elevados niveles de un gas potencialmente carcinógeno en las salas de la exposición dedicada al artista en 2012 en la Tate Modern de Londres, la muestra individual más concurrida hasta entonces en la historia de la prestigiosa galería, con más de 450 mil visitantes.
Una de las principales atracciones de la exhibición fueron los grandes tanques de formol en los que Hirst sumerge especímenes de animales intactos, en ocasiones partidos por la mitad, como zebras, vacas y tiburones.
Científicos del Politécnico de Milán utilizaron un sensor remoto para medir la presencia en el aire de vapores procedentes de los cientos de litros del compuesto químico formaldehído, asociado a algunos tipos de cáncer por la Organización Mundial de la Salud.
Los detectores captaron un nivel de concentración de cinco partes por millón (ppm), diez veces por encima del límite legal de 0.5 ppm.
Los investigadores señalan en su trabajo que los vapores potencialmente tóxicos podrían filtrarse a través de la goma de silicona que sella los cofres de vidrio en los que están expuestos los animales.
Un portavoz de la Tate Modern subrayó que la galería "siempre pone por delante la seguridad de sus trabajadores y de los visitantes, y toma todas las precauciones necesarias cuando se instalan y abren al público las exhibiciones".
"Esos trabajos (de Damien Hirst) contienen una solución muy diluida de formaldehído en el interior de tanques sellados", recalcó ese portavoz.
Hirst publicó, por su parte, un comunicado en su página web en el que asegura que su obras pasan "exámenes regulares".
"Nuestros expertos nos dicen que a los niveles de los que informa esa revista, los ojos (de los visitantes) derramarían lágrimas y se percibiría una grave incomodidad física", continúa la nota.
"No nos llegó ninguna queja de ese tipo durante la exposición, ni nos ha llegado en ninguna otra en la que se hayan mostrado trabajos con formaldehído. No creemos que el público corriera ningún riesgo", afirma el artista.
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