Cultura

Nueva novela de Élmer Mendoza, para los jóvenes

El autor afirma que escribió 'El misterio de la orquídea calavera' para atraer lectores

GUADALAJARA, JALISCO (05/JUN/2014).- Un nuevo personaje ha sido lanzado al mundo editorial desde la pluma del narrador sinaloense Élmer Mendoza, se trata del Capi Garay, un joven de 18 años que enfrenta el secuestro de su padre y debe salir al mundo a "enderezar" tal entuerto; la historia, corresponde a "El misterio de la orquídea calavera" (Tusquets Editores, 2014), la más reciente novela del mexicano, con la que se apuesta por atraer jóvenes lectores a una literatura que, sentencia el autor, está hecha para ellos.

Para el autor, “la intención fue escribir una novela con un personaje joven colocándolo en otra parte fascinado entonces con la historia de Edward James, lo que hice fue unir ambas; así, como conozco bien Xilitla y la parte surrealista de Las Pozas, así como la propuesta de James, después de mucho trabajo creo que conseguí hacerlas congeniar".

Territorio de violencia

Ahora bien, respecto del interés por acercarse a los jóvenes, explica Mendoza, "ya ves que trabajo el territorio de la violencia en mis novelas, pues eso afecta también a los jóvenes y los niños, a todos. Tenía al principio una idea mucho más violenta de lo que era hacer una novela para jóvenes, además, me costó muchísimo elaborar un discurso 'juvenil', acostumbrado como estaba a una dinámica de saltos narrativos cuando escribo para adultos".

Para el escritor sinaloense existen dos puntos relevantes a considerar en este libro: "uno es el proceso de maduración del personaje y, otro, la imbricación de las historias, la de Edward James y su presencia en Xilitla, enfrentando una fuerza maligna -ahí se introduce el chamanismo, que se combina con el surrealismo; a lo que se suman los fantasmas, pues no puedo olvidar la lección de mis maestros Juan Rulfo y Fernando del Paso-; esas cuestiones tuve claro que debía desarrollarlas, combinarlas".

Protagonista atrayente

Ahora bien, para el Capi Garay, en este sentido, el propósito era "representar una etapa de maduración, la de alguien que enfrenta un problema que, sabe, debe resolver", destaca Mendoza, a lo que se suma su vinculación y "enamoramiento" progresivo para con la literatura, "recordemos que en su convalecencia el personaje recuerda que vuelve a leer una novela de la prepa. No hablamos de que 'entiende', pero sí percibe que lo que hay en los libros tiene mucho que ver con la realidad, o viceversa; ambas situaciones sobreviven bien y el tiene la suerte de percibir eso".

De esta forma, el protagonista, a sus 18 años de edad, se plantea con frecuencia sus opciones ante las vicisitudes que enfrenta, desde un probable embarazo hasta el secuestro de su padre, con una capacidad que se transforma a los largo de la historia; además, asegura el narrador, era parte de la apuesta, "pensar en los posibles lectores es pensar en el riesgo que implica vivir en un país donde se lee muy poco y donde, se cree, los que leen menos son precisamente los jóvenes. Lo que creo es que tenía que hacer este libro porque tenía ganas de hacerlo y, quizá, deseaba decirles a los jóvenes lo que pienso".

Hablar a los jóvenes

Lo que el autor piensa es que los jóvenes "necesitan ubicarse dentro de nuestro país, que deben percibirlo de forma completa, lo que es bueno y lo que es malo, que no se conformen con lo que aprecian en su calle o colonia, hay mucho más en esta nación que, por otro lado, padece una violencia que, esperemos, nunca les toque, pero tienen que saber que ahí está. Un chavo que tiene 18 años, una década después será parte de las fuerzas productivas y necesita estar al pendiente de todo; a mí me asombran a veces las declaraciones de los políticos y me pregunto ¿en qué país creen que están estos señores? Por eso espero que los jóvenes lean esta novela y piensen en que hay algo más allá de la puerta de su casa".

Finalmente, para Mendoza, "El misterio de la orquídea calavera" representa un "llamado a los jóvenes curiosos, inteligentes y diferentes, a toda esa banda que de pronto no sabe para dónde mirar, que le llegue a esta novela que, seguramente, es una historia para ellos".

EL INFORMADOR / RICARDO SOLÍS
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