Cultura
Norma Bazúa presenta ''Aprender de la muerte''
Una reflexión optimista y sincera sobre el tema de la muerte y la vida, la memoria y el olvido, la culpa y el remordimiento, Dios y el alma
CIUDAD DE MÉXICO (19/DIC/2010).- Como un alto en la vida para recobrar su propia historia ante la proximidad del fin, según palabras propias, la escritora Norma Bazúa presentó hoy su poemario "Aprender de la muerte", en el Espacio Cultural La Karakola, en la colonia Roma.
La autora comentó que se trata de una reflexión optimista y sincera sobre el tema de la muerte y la vida, la memoria y el olvido, la culpa y el remordimiento, Dios y el alma, la cual tiene el propósito de rescatar la memoria de su odisea personal para concluir la travesía de su vida sin naufragar, y jugarle una última guasa a la muerte.
Dijo que en este libro convoca los recuerdos de su larga y muy llena vida, los que tocaron a su puerta para que le abriera a sus remembranzas, sus muertos queridos y sus amores desaparecidos, cuyos rescoldos aún duelen.
Recordó que esta indagación en el tiempo es para ella un viaje iniciático hacia su fuero interno, su ser más íntimo, pero es una fuga inútil ante la proximidad de la muerte.
Consideró que es un sano ejercicio de "pasado en limpio" para abordar el instante fatal con la conciencia nítida y lúcida, dejando arreglados sus asuntos y las huellas de sus pasos impresas en estas páginas.
Para la autora "Aprender de la muerte" es un diálogo entre la voz poética y la mujer que se remonta a través de sus años hasta el momento de su nacimiento.
Un libro en el que recuerda que Dios puso sus huevecillos de la muerte en las mismas señales de la vida, con la estela de sangre del alumbramiento, y que el miedo del 'pez-bebé' es el mismo del hombre ya maduro ante la muerte.
Durante el acto, que se llevó a cabo en el marco del homenaje que se le realiza a la maestra Norma Bazúa por sus 82 años de edad, estuvieron presentes Doleres Castro, Santos Velásquez, Andrés Cisneros y Adriana Tafoya, quien modero la presentación del poemario.
Los ponentes coincidieron en que "Aprender de la muerte" en un texto con un lenguaje directo y fuerte, que crea metáforas poderosas con una visión esperanzadora sobre el destino humano y la muerte.
La autora comentó que se trata de una reflexión optimista y sincera sobre el tema de la muerte y la vida, la memoria y el olvido, la culpa y el remordimiento, Dios y el alma, la cual tiene el propósito de rescatar la memoria de su odisea personal para concluir la travesía de su vida sin naufragar, y jugarle una última guasa a la muerte.
Dijo que en este libro convoca los recuerdos de su larga y muy llena vida, los que tocaron a su puerta para que le abriera a sus remembranzas, sus muertos queridos y sus amores desaparecidos, cuyos rescoldos aún duelen.
Recordó que esta indagación en el tiempo es para ella un viaje iniciático hacia su fuero interno, su ser más íntimo, pero es una fuga inútil ante la proximidad de la muerte.
Consideró que es un sano ejercicio de "pasado en limpio" para abordar el instante fatal con la conciencia nítida y lúcida, dejando arreglados sus asuntos y las huellas de sus pasos impresas en estas páginas.
Para la autora "Aprender de la muerte" es un diálogo entre la voz poética y la mujer que se remonta a través de sus años hasta el momento de su nacimiento.
Un libro en el que recuerda que Dios puso sus huevecillos de la muerte en las mismas señales de la vida, con la estela de sangre del alumbramiento, y que el miedo del 'pez-bebé' es el mismo del hombre ya maduro ante la muerte.
Durante el acto, que se llevó a cabo en el marco del homenaje que se le realiza a la maestra Norma Bazúa por sus 82 años de edad, estuvieron presentes Doleres Castro, Santos Velásquez, Andrés Cisneros y Adriana Tafoya, quien modero la presentación del poemario.
Los ponentes coincidieron en que "Aprender de la muerte" en un texto con un lenguaje directo y fuerte, que crea metáforas poderosas con una visión esperanzadora sobre el destino humano y la muerte.
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