'No tengo las palabras', dice hermano menor de García Márquez
Editor de Random House no descarta que la obra del autor titulada 'En Agosto nos vemos' pueda ser publicada de forma póstuma
"No tengo las palabras, no las tengo", alcanzó a decir Jaime García Márquez con ojos lagrimosos a los medios antes de entrar a la casa.
El hermano menor de Gabriel García Márquez, fallecido el jueves a los 87 años, llegó procedente de la ciudad colombiana de Cartagena (Caribe, norte) acompañado de su compatriota y poeta José Luis Díaz-Granados.
"Vinimos desde Colombia para eso", dijo Díaz-Granados en referencia al gran homenaje que se celebrará el lunes en el emblemático palacio de Bellas Artes mexicano al que acudirán los presidentes de México, Enrique Peña Nieto; y Colombia, Juan Manuel Santos.
Jaime García Márquez es ingeniero civil y vicepresidente de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, creada por su hermano Gabriel en 1994 en Cartagena para la formación de jóvenes periodistas.
Al domicilio también llegó Cristóbal Pera, uno de los editores de Random House, acompañado por su esposa e hijos, “como editores de García Márquez, venimos a dar el pésame a la viuda y los hijos”.
Cristóbal Pera, quien editó los libros “Memorias de mis putas tristes” y “Yo no vengo a decir un discurso” dijo que recuerda al escritor con mucho cariño, “era una persona maravillosa, muy afectuoso, bromista y con gran sentido del humor”.
Horas más tarde, el editor se retiró de la casa y comentó que los familiares de Gabriel García Márquez se encuentran “enteros pero muy tristes”.
No descartó que una obra escrita por García Márquez llamada “En Agosto nos vemos” y que al parecer editó hasta los últimos momentos de su vida podría ser publicada de forma póstuma, aunque señaló que “la decisión será de los familiares”.
Añadió que asistirá al homenaje del escritor el lunes próximo en el Palacio de Bellas Artes.
Algunos ramos de flores permanecen en la entrada del hogar, mismos que han colocado vecinos, amigos y admiradores.
Nora Figueroa de la Fuente, maestra de literatura, llevó un ramo de rosas a la entrada de la casa del escritor como muestra de su gratitud por las obras literarias que escribió.
“Le paso unas rosas porque nos hizo felices en la juventud, y ahora también, le leímos mi esposo y yo desde que teníamos 22 años, cuando salieron los primeros libros de él, un hombre maravilloso” comentó Nora.
El inmueble permanece resguardado por elementos de la Policía Bancaria e Industrial (PBI), quienes están al pendiente de la gente que entra y sale de la casa localizada al sur de la ciudad de México.
Con información de AFP y El Universal