Cultura
No le encuentran hogar a La Guerra y la Paz
El mural adornó por 50 años el edificio de las ex oficinas de la Secretaría de Cultura
El edificio ubicado en Avenida La Paz 875 fue desalojado ‘’por deficiencias estructurales’’, sin embargo, los lugares a los que se pensaba trasladar la pintura de Gabriel Flores (El Instituto Cultural Cabañas y el Teatro Degollado) fueron descartados por el volumen de la obra, que mide 15.50 X 3 metros.
‘’No hemos encontrado un edificio que tenga las dimensiones lo suficientemente grandes para albergarlo y sobre todo que pueda estar a la vista del público, que es la intención’’, explicó Susana Chávez Brandon, directora de Museos y Exposiciones de la Secretaría de Cultura.
La funcionaria indicó que la puerta del Instituto Cultural Cabañas era demasiado pequeña para que el mural entrara, mientras que en el lobby de arriba del Teatro Degollado hubiera tapado tres de las ventanas que dan a pasillos de galerías.
Chávez Brandon aseguró que el mural no está en riesgo porque ‘’el edificio una vez evacuado está estable’’, empero, admitió que no sabe para cuándo encontrarán el lugar idóneo debido a que de los edificios que pertenecen a la Secretaría de Cultura no cabe en ninguno, y tendrán que hacer gestiones en otro edificio, lo que ‘’llevará más tiempo’’.
Acerca de La Guerra y la Paz
La Guerra y la Paz (1962) Fue elaborado originalmente para la oficina matriz del Banco de Zamora -hoy BBVA Bancomer, y trasladado después a la sucursal de esa empresa en Guadalajara ( La Paz 875), donde se encuentra actualmente. Posteriormente el edificio fue comprado por el Gobierno del Estado para albergar las oficinas de la Secretaría de Cultura.
Según el documental Claroscuro, en la Guerra y La Paz encontramos representada la miseria, la violencia y la guerra, al centro, las manos del trabajador obrero, el intelectual y el campesino. Mientras que en el extremo derecho aparece la figura blanca y femenina de una mujer desnuda, que exalta la paz.
El pintor ilustre
Gabriel Flores (8 de febrero de 1930-14 de diciembre de 1993) fue un pintor tapatío que destacó por su aportación técnica en la última etapa del muralismo mexicano, así como por la vigencia en sus temáticas sociales. Es el morador número 27 de la Rotonda de los Jaliscienses ilustres y el vigésimo primero con estatua.
El artista encontró en el mural una forma de plasmar las ideas - de socialización del arte en defensa y lucha del pueblo que traía en la cabeza, con la intención de impactar al espectador desde la monumentalidad. Sus obras se pueden apreciar en Guadalajara, Lagos de Moreno, Tequila, Guanajuato y la Ciudad de México.
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