Cultura
Ni supermacho ni agachado, sino un monero muy afilado
Eduardo del Río García, mejor conocido como Rius ha escrito y publicado más de 100 libros que le han dado reconocimiento
CIUDAD DE MÉXICO.-Desde 1966, cuando publicó Cuba para principiantes, Eduardo del Río García, mejor conocido como Rius ha escrito y publicado más de 100 libros que le han dado reconocimiento; pero ninguno de esos tantos volúmenes con sus “monitos” ha quedado enraizada en la memoria de los lectores como Los Supermachos, esa historieta de sexo, violencia y agruras que es considerada una de las historietas mas importantes del siglo XX
Esa historieta de la que salieron 100 números antes de que fuera cancelada por órdenes del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz se ha convertido, junto a Los Agachados, en series emblemática del caricaturista, historietista y escritor mexicano nacido en Zamora, Michoacán, el 20 de junio de 1934.
Aunque sus primeros trabajos se publicaron en la revista Ja-Ja en 1954, con Los Supermachos, Rius empezó a acercarse al pueblo al combinar humor y política; tuvo tal éxito que la historieta tenía un tiraje semanal de 250 mil ejemplares. Con el despojo comenzó a gestar otra historia, la de Los Agachados que publicó de 1968 a 1981.
En esa historieta caricaturista tocó todos los temas imaginables: política, religión, sexo, música, fútbol, economía, filosofía, historia, ecología, vegetarianismo y naturismo. Y ha sido tan fundamental en su carrera, que se dice que el 20% del material que utiliza en su buena parte de su centenar de libros, proviene de Los Agachados o se inspiró en algunos de los ejemplares.
El creador de 75 años que siempre ha publicado bajo el seudónimo de Rius, ha dado vida a seres tan míticos como Calzónzin y Nopálzin, que son los personajes principales de sus historietas y protagonistas de libros que tienen que ver con historia, filosofía, religión y medicina popular. Los propósitos de Rius siempre son los de la divulgación pero también tienen una clara intención de cuestionar mitos y creencias mediante su crítica aguda y solaz al sistema político.
Sus historias transcurren en la provincia donde las cosas no son mejor; el pueblo donde Calzólzin y Nopálzin reflexionan es el de San Garabato, ese pueblo que apareció en Los Supermachos y donde surgió Calzónzin ese indio inteligentes que se la pasa intentando concientizar a sus paisanos al poner el dedo en la llaga en las problemáticas políticas y sociales.
Desenfadado, mordaz, irreverente, Rius es un Géminis y Perro en el signo zodiacal chino. Se describe como un hombre de 1.69 metros que tiene “poco pelo, pero castaño y canoso” de “ojos azules con ceguera nocturna”, “nariz aguileña horrorosa” y “mentón partido en dos”. Padre divorciado de una sola hija: Raquel.
El autor de libros como Pequeño Rius ilustrado, Marx para principiantes, Cristo de carne y hueso, Manual del perfecto ateo y El mito guadalupano que colabora en distintas publicaciones periodísticas, se define como un “monero con pretensiones” y cuya religión es heterodoxo, aunque no puede negar que su formación es básicamente seminarista y autodidacta, pues dice que sólo estudió la primaria y pintura.
Los lectores celebran los libros de Rius por ciertas características: son escritos de manera informal, ilustrados con sus propias caricaturas y recortes de obras artísticas de otros autores, pero muchas veces intervenidas; reconocen su estilo irreverente e incisivo; Rius ha dicho que la influencia le llegó al conocer el trabajo de Saul Steinberg y por supuesto la obra de Abel Quezada “ellos son mis mayores influencias”.
Antes de ser caricaturista, Rius era telefonista en una funeraria, su futuro era como embalsamador. Allí conoció al dueño de la revista Ja-Ja de donde pasó a Sucesos, La Garrapata, El Chahuistle y El Chamuco entre muchas otras, donde ha alternado con grandes colegas como Helio Flores, Naranjo, AB y Checo Valdés; luego llegaron otros que consideran su gran maestro: El Fisgón, Helguera, Patricio y Hernández.
Esa historieta de la que salieron 100 números antes de que fuera cancelada por órdenes del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz se ha convertido, junto a Los Agachados, en series emblemática del caricaturista, historietista y escritor mexicano nacido en Zamora, Michoacán, el 20 de junio de 1934.
Aunque sus primeros trabajos se publicaron en la revista Ja-Ja en 1954, con Los Supermachos, Rius empezó a acercarse al pueblo al combinar humor y política; tuvo tal éxito que la historieta tenía un tiraje semanal de 250 mil ejemplares. Con el despojo comenzó a gestar otra historia, la de Los Agachados que publicó de 1968 a 1981.
En esa historieta caricaturista tocó todos los temas imaginables: política, religión, sexo, música, fútbol, economía, filosofía, historia, ecología, vegetarianismo y naturismo. Y ha sido tan fundamental en su carrera, que se dice que el 20% del material que utiliza en su buena parte de su centenar de libros, proviene de Los Agachados o se inspiró en algunos de los ejemplares.
El creador de 75 años que siempre ha publicado bajo el seudónimo de Rius, ha dado vida a seres tan míticos como Calzónzin y Nopálzin, que son los personajes principales de sus historietas y protagonistas de libros que tienen que ver con historia, filosofía, religión y medicina popular. Los propósitos de Rius siempre son los de la divulgación pero también tienen una clara intención de cuestionar mitos y creencias mediante su crítica aguda y solaz al sistema político.
Sus historias transcurren en la provincia donde las cosas no son mejor; el pueblo donde Calzólzin y Nopálzin reflexionan es el de San Garabato, ese pueblo que apareció en Los Supermachos y donde surgió Calzónzin ese indio inteligentes que se la pasa intentando concientizar a sus paisanos al poner el dedo en la llaga en las problemáticas políticas y sociales.
Desenfadado, mordaz, irreverente, Rius es un Géminis y Perro en el signo zodiacal chino. Se describe como un hombre de 1.69 metros que tiene “poco pelo, pero castaño y canoso” de “ojos azules con ceguera nocturna”, “nariz aguileña horrorosa” y “mentón partido en dos”. Padre divorciado de una sola hija: Raquel.
El autor de libros como Pequeño Rius ilustrado, Marx para principiantes, Cristo de carne y hueso, Manual del perfecto ateo y El mito guadalupano que colabora en distintas publicaciones periodísticas, se define como un “monero con pretensiones” y cuya religión es heterodoxo, aunque no puede negar que su formación es básicamente seminarista y autodidacta, pues dice que sólo estudió la primaria y pintura.
Los lectores celebran los libros de Rius por ciertas características: son escritos de manera informal, ilustrados con sus propias caricaturas y recortes de obras artísticas de otros autores, pero muchas veces intervenidas; reconocen su estilo irreverente e incisivo; Rius ha dicho que la influencia le llegó al conocer el trabajo de Saul Steinberg y por supuesto la obra de Abel Quezada “ellos son mis mayores influencias”.
Antes de ser caricaturista, Rius era telefonista en una funeraria, su futuro era como embalsamador. Allí conoció al dueño de la revista Ja-Ja de donde pasó a Sucesos, La Garrapata, El Chahuistle y El Chamuco entre muchas otras, donde ha alternado con grandes colegas como Helio Flores, Naranjo, AB y Checo Valdés; luego llegaron otros que consideran su gran maestro: El Fisgón, Helguera, Patricio y Hernández.
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