Cultura
Museo del Prado presentó exposición del pintor Francis Bacon
Las obras de Bacon descubren a un pintor que reflejó la fragilidad de la naturaleza humana
Francis Bacon, pintor fallecido el 28 de abril de 1992, fue presentada recientemente en el
Museo del Prado, en España, con 78 obras del británico, procedentes de galerías de Londres y Nueva York.
Esto fue como conmemoración por el primer centenario del nacimiento de este controvertido artista, de origen irlandés, nacido el 28 de octubre de 1909.
La muestra "Francis Bacon en el Museo del Pardo" fue inaugurada el 3 de febrero y clausurada el pasado 19 de abril.
Las obras de Bacon descubren a un pintor que reflejó la fragilidad de la naturaleza humana en su aspecto corporal, el paso del tiempo, la muerte y la nostalgia, todo ello con una calidad pictórica que lo hacen uno de los grandes pintores del siglo XX.
El referido pintor, fallecido de una insuficiencia cardíaca, era considerado el "chico malo" de las Bellas Artes del siglo XX y quien en sus trabajos logró plasmar la dolorosa condición del ser humano.
Nacido en Dublín, Irlanda, Bacon se trasladó a Londres para después viajar a Berlín, donde conoció la obra de pintores realistas como George Grosz, Otto Dix y Max Beckmann, y que le habrían de valer para ser uno de los pintores más influyentes de los últimos 25 años.
Posteriormente regresó a Londres, donde trabajó como decorador de interiores al mismo tiempo que comenzó a pintar, sin demasiado éxito al principio.
Cansado por el escaso reconocimiento que recibían sus obras, dejó de lado la pintura y dedicó la mayor parte de su tiempo al juego. En 1944, destruyó gran cantidad de sus trabajos, elaborados entre 1929 y 1944, y sólo salvó 10 lienzos.
A partir de ese mismo año sus obras comenzaron a ser conocidas, entonces fue considerado una figura crucial en la pintura inglesa. En sus cuadros solía representar una figura masculina o femenina situada en un espacio cerrado y en el interior de una habitación.
Su actividad artística se inauguró propiamente con la angustiosa pintura "Tres estudios de figuras para la base de una crucifixión" (1944).
Bacon fue un artista figurativo, pero supo plasmar la dolorosa condición del ser humano desde la más absoluta subjetividad. Recurrió al informalismo, el expresionismo y a la evocación de los sueños, característica del surrealismo, pero sus composiciones obedecen al racionalismo más estricto.
Bacon admiró a muchos pintores del pasado y elaboró algunas interpretación de sus cuadros, como el retrato de "Inocencio X" (1950), que se basa en el cuadro de Velázquez del mismo nombre.
En 1952 se trasladó a Tánger, Marruecos, donde inició una relación amorosa con el piloto Peter Lacy. En ese mismo año participó en la Bienal de Venecia y su obra se exhibió en Londres, Nueva York y otras plazas importantes.
Tomando como objetos de referencia representaciones ya existentes, como fotogramas de películas de Buñuel o imágenes médicas de enfermedades bucales, las recompuso para dotarlas de una violencia al estilo de Edvard Munch o Matthias Grunewald.
Entre las décadas de 70 y 80 su obra creció en importancia y fama, su imaginería se suavizó y su técnica se volvió más expresiva.
La obra de Bacon muestra en general la influencia que recibió del expresionismo de Vincent Van Gogh y de Munch, pues expresa sus sentimientos a partir de figuras deformes. Además, según los expertos, una constante en sus trabajos es que sitúa sus figuras individualmente en el centro del cuadro.
En 1971, su amante George Dyer decidió suicidarse en la habitación de un hotel, hecho que alimentó la fama de sádico que plasmó en su obra y que también tuvo que ver con su historia de vida, su homosexualidad asumida, su alcoholismo proclamado y su afición por el juego de azar.
CIUDAD DE MÉXICO.- Una exposición del artista
Esto fue como conmemoración por el primer centenario del nacimiento de este controvertido artista, de origen irlandés, nacido el 28 de octubre de 1909.
La muestra "Francis Bacon en el Museo del Pardo" fue inaugurada el 3 de febrero y clausurada el pasado 19 de abril.
Las obras de Bacon descubren a un pintor que reflejó la fragilidad de la naturaleza humana en su aspecto corporal, el paso del tiempo, la muerte y la nostalgia, todo ello con una calidad pictórica que lo hacen uno de los grandes pintores del siglo XX.
El referido pintor, fallecido de una insuficiencia cardíaca, era considerado el "chico malo" de las Bellas Artes del siglo XX y quien en sus trabajos logró plasmar la dolorosa condición del ser humano.
Nacido en Dublín, Irlanda, Bacon se trasladó a Londres para después viajar a Berlín, donde conoció la obra de pintores realistas como George Grosz, Otto Dix y Max Beckmann, y que le habrían de valer para ser uno de los pintores más influyentes de los últimos 25 años.
Posteriormente regresó a Londres, donde trabajó como decorador de interiores al mismo tiempo que comenzó a pintar, sin demasiado éxito al principio.
Cansado por el escaso reconocimiento que recibían sus obras, dejó de lado la pintura y dedicó la mayor parte de su tiempo al juego. En 1944, destruyó gran cantidad de sus trabajos, elaborados entre 1929 y 1944, y sólo salvó 10 lienzos.
A partir de ese mismo año sus obras comenzaron a ser conocidas, entonces fue considerado una figura crucial en la pintura inglesa. En sus cuadros solía representar una figura masculina o femenina situada en un espacio cerrado y en el interior de una habitación.
Su actividad artística se inauguró propiamente con la angustiosa pintura "Tres estudios de figuras para la base de una crucifixión" (1944).
Bacon fue un artista figurativo, pero supo plasmar la dolorosa condición del ser humano desde la más absoluta subjetividad. Recurrió al informalismo, el expresionismo y a la evocación de los sueños, característica del surrealismo, pero sus composiciones obedecen al racionalismo más estricto.
Bacon admiró a muchos pintores del pasado y elaboró algunas interpretación de sus cuadros, como el retrato de "Inocencio X" (1950), que se basa en el cuadro de Velázquez del mismo nombre.
En 1952 se trasladó a Tánger, Marruecos, donde inició una relación amorosa con el piloto Peter Lacy. En ese mismo año participó en la Bienal de Venecia y su obra se exhibió en Londres, Nueva York y otras plazas importantes.
Tomando como objetos de referencia representaciones ya existentes, como fotogramas de películas de Buñuel o imágenes médicas de enfermedades bucales, las recompuso para dotarlas de una violencia al estilo de Edvard Munch o Matthias Grunewald.
Entre las décadas de 70 y 80 su obra creció en importancia y fama, su imaginería se suavizó y su técnica se volvió más expresiva.
La obra de Bacon muestra en general la influencia que recibió del expresionismo de Vincent Van Gogh y de Munch, pues expresa sus sentimientos a partir de figuras deformes. Además, según los expertos, una constante en sus trabajos es que sitúa sus figuras individualmente en el centro del cuadro.
En 1971, su amante George Dyer decidió suicidarse en la habitación de un hotel, hecho que alimentó la fama de sádico que plasmó en su obra y que también tuvo que ver con su historia de vida, su homosexualidad asumida, su alcoholismo proclamado y su afición por el juego de azar.
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