Cultura
Museo del Prado muestra gusto británico por dibujo español
Llegan a España 71 obras, algunas tan llamativas como ''Apuntes de dos caballos en corveta y jinete'' atribuido a Diego Velázquez
"El trazo español en el British Museum. Dibujos del Renacimiento a Goya" muestra excepcionalmente fuera del Reino Unido esta colección, reflejo del gusto de los coleccionistas ingleses por el arte español a lo largo de tres siglos.
La exposición, que permanecerá en el madrileño Museo del Prado hasta mediados de junio, permite apreciar, a través de un discurso cronológico y por escuelas regionales, cómo plasmaron los artistas españoles su compromiso con el dibujo a lo largo de más de tres siglos, desde mediados del siglo XVI hasta el XIX.
Velázquez, Murillo, Zurbarán, Ribera o Goya aparecen representados a través de algunos de sus dibujos claves, como "Santo atado a un árbol", de Ribera, o "Don Quijote acosado por monstruos", de Goya.
El director del Museo del Prado, Miguel Zugaza, senaló hoy en la presentación de la muestra que la misma echa por tierra el supuesto desinterés de los artistas españoles por el dibujo, al poner de manifiesto que la consideración de esta técnica pictórica estaba bien establecida en el arte español desde el Renacimiento hasta el siglo XIX.
Su "singularidad" radica, según José Manuel Matilla, jefe del Departamento de Dibujos y Estampas del Museo del Prado, en el "diálogo" que entablan algunos de los dibujos con su equivalente en algunas pinturas que forman parte de la colección permanente de la pinacoteca madrileña.
Este es el caso de "La expugnación de Rheinfelden", de Vicente Carducho, colocados frente a frente dibujo y pintura, así como en el "Baile de máscaras en el Teatro del Príncipe", de Luis Paret.
No obstante, Matilla invita a los visitantes a continuar el recorrido de esta muestra por las salas de la colección permanente del museo con el fin de encontrar los referentes en pintura de alguno de los dibujos incluidos en la exposición, como por ejemplo el de "El enano Miguelito", de Francisco Rizi.
La exposición comienza con los ejemplares más antiguos, del siglo XVI, y artistas que desarrollaron su labor en Castilla, como Alonso Berruguete, y otros creadores italianos que participaron en la decoración de los frescos del Monasterio de El Escorial, como Pellegrino Tibaldi, del que se incluye su dibujo arquitectónico "El Estudio para la decoración de la Biblioteca del Escorial".
Ya en el XVII, la exposición destaca, por orden cronológico y de las distintas escuelas regionales, el florecimiento del dibujo en el Siglo de Oro con la obra de artistas como Vicente Carducho, Alonso Cano o Francisco Rizi realizada en Madrid; Francisco Pacheco, Murillo ("San Miguel Arcángel") o Zurbarán ("Cabeza de monje"), en Sevilla; Juan Ribalta ("Curación milagrosa de un santo") en Valencia o José de Ribera ("Ticio"), en Nápoles.
Luis Paret, con "Baile de máscaras", o José Camarón, con "Mujer oriental bajo un toldo", son ejemplos representativos del siglo XVIII, mientras que el punto final lo pone Francisco de Goya con siete dibujos y una estampa que constatan la evolución del artista de Fuendetodos desde sus primeros dibujos preparatorios para grabados y litografías hasta los últimos de Burdeos.
En el dibujo, según el jefe del departamento de Dibujos y Estampas del Museo del Prado, está "toda la frescura que luego se pierde en la pintura", como muestra el "incomparable" dibujo que Francisco de Goya realizó de Arthur Wellesley, primer duque de Wellington, cuyos "ojos cansados" se reflejan, a su juicio, mejor en este trabajo que en la correspondiente pintura del artista aragonés.
De los más de 200 dibujos de artistas españoles que atesora el British Museum, llegan a España 71 obras (66 dibujos y 5 estampas), algunos de ellos tan llamativos como "Apuntes de dos caballos en corveta y jinete", uno de los escasos dibujos atribuidos a Diego Velázquez.
"San Miguel Arcángel" y "Las lágrimas de San Pedro" son dos de los seis dibujos de Murillo integrados en la muestra, que finaliza con el apartado dedicado a Francisco de Goya, integrado por ocho obras, entre ellas "El agarrotado", "Locos" o "Infierno", en las que se da testimonio de la variedad de registros que dominó el artista a través del dibujo.
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