Cultura
Museo Barranca busca ser líder en América Latina
Será un centro de investigación enfocado al arte contemporáneo y moderno, tanto local como internacional, señala Patrick Charpenel
Hasta el momento se conoce únicamente el diseño arquitectónico de la firma de Herzog & De Meuron, en la Barranca de Huentitán. Pero paralelamente se ha trabajado en definir la vocación del espacio museístico, que tendrá contenidos internacionales, con especial énfasis en Latinoamérica y México.
En su oficina en el edificio Américas, el también asesor del proyecto señala que éste busca entender tanto el contexto de la cultura globalizada como el del entorno local. “¿Qué es México? ¿Qué es Guadalajara? Y cuál es la respuesta que tiene que dar un museo como este a su propio público, con la plena conciencia de que todo país está conectado a un escenario internacional. Es un proyecto muy inteligente, y más responsable porque no tiene las implicaciones económicas del Guggenheim”.
Sin duda, la ciudad no es la misma que hace 20 años en cuanto a infraestructura cultural, reflexiona Patrick Charpenel, “pero todavía no tenemos el recinto de exposiciones de arte que merecemos”.
--¿De dónde se parte para entender el contexto local de la cultura?
--Una de las razones por las que se decidió extender el periodo histórico que iba a cubrir el museo, para que no fuera sólo de arte contemporáneo, sino también de arte moderno, es que Guadalajara probablemente es la región que tuvo la producción más importante de literatura, arquitectura y arte en los primeros 50 años del siglo XX. Tenemos a Luis Barragán, Rafael Urzúa, Ignacio Díaz Morales, Julio de la Peña, Juan Rulfo, Juan José Arreola, Agustín Yáñez, Mariano Azuela, José Clemente Orozco, María Izquierdo, Carlos Orozco Romero, Jesús Romero Galván, Chucho Reyes, Lola Álvarez Bravo, Juan Soriano, por sólo mencionar algunos nombres; entonces, éste era un centro de producción muy importante y para hablar de las vanguardias históricas en México tenemos que darle su espacio a la producción artística jalisciense de ese período.
--¿Eso no se ha hecho antes?
--Se dejó obra mural en edificios públicos de Guadalajara, pero es increíble que la Colección del Pueblo de Jalisco y la del Regional no incluyen obras de caballete de José Clemente Orozco. La obra que tiene el Instituto Cultural Cabañas es un comodato que celebró la Secretaría de Cultura con el Instituto Nacional de Bellas Artes. Entonces, falta mucho esfuerzo para reconocer y tener bien representados a los artistas destacados de origen jalisciense y generar un programa que no sólo los consagre, sino que también los investigue.
--¿El que ni siquiera exista una licenciatura de historia del arte en Guadalajara está relacionado con la poca investigación de la producción artística que hay en la región?
--Efectivamente, porque aunque hay un Departamento de Investigaciones Estéticas de la Universidad de Guadalajara, dista mucho de lo que hace la UNAM. Es importante saber que los museos también generan investigación; eso es lo que queremos que suceda en Jalisco. Decía un amigo que estos sitios ayudan a constituir al sujeto y creo que tiene razón, un individuo entra al Museo de Antropología y sale mexicano. Y eso es lo que queremos; hay que ser críticos con los mitos que forman parte de nuestra identidad, no sólo porque siempre estamos cambiando, sino también porque a veces el proceso de reconocimiento de nuestros propios rasgos culturales no termina. Ésa es la labor de la cultura.
Para la materialización del proyecto Barranca ha habido cercanía con el Museo Universitario de Arte Contemporáneo y el Museo Rufino Tamayo, de la Ciudad de México; y los museos de arte contemporáneo de Monterrey, de Castilla y León (España) y de Los Ángeles, el Contemporany Art New York; el Tate Modern, de Londres; y el Centro Pompidou, de París. “Se requiere de apoyo y asesoría de instituciones con experiencia y hemos buscado el expertise de otros museos”, señala Charpenel
Por ahora ya está concretada la vocación del museo. Lo siguiente es conformar un patronato ambicioso con personas de todo el mundo, y que el proyecto se abra a la sociedad civil, “porque estamos en un momento en el que los proyectos exitosos son los de la gente”, puntualiza el también coleccionista de arte contemporáneo.
--¿Cuál será la relación con las nuevas generaciones de artistas locales?
-- Hay que plantearlo así: Cuál es la respuesta de éstos ante lo local y lo global. Cuál es nuestra posición y qué estamos generando. Cómo se contacta con problemas que tienen su mismo origen en Guadalajara y cómo se conecta con problemas similares de otros lugares del mundo.
--¿Ya está definida la colección permanente?
--No se ha hablado de una cantidad económica, eso se hablará cuando esté constituido el patronato, ya veremos qué se decide. El acervo será de arte moderno y contemporáneo, internacional, pero con fuerte representación de arte latinoamericano y especialmente mexicano. Lo que sí se contempla es la figura de comodato de colecciones importantes. Estamos por cerrar algunas cosas espectaculares, que no podemos anunciar todavía, pero nos pondría en una posición de convertir al museo en el más importante de arte contemporáneo de toda América Latina.
--Esta experiencia sabe mucho mejor porque como tapatío, lo digo, desde hace 20 años vengo soñando un museo como éste, y siempre he creído que si no lo haces tú, no sucede, no cae del cielo, y mucha gente tenemos tiempo trabajando para que se haga realidad este sueño; estamos muy cerca de iniciar las obras en la Barranca, entonces todo apunta que va a suceder.
¿Qué se tiene?
-Un consejo técnico internacional de especialistas “que pocos museos en el mundo lo tienen”.
-Negociaciones con colecciones públicas y privadas, para que se depositen en el recinto.
-Definido el proyecto arquitectónico, con 12 mil metros cuadrados de construcción, de los cuales cuatro mil serán para exposiciones.
-El proyecto de una bodega especial para conservar las colecciones.
-Espacio de servicios educativos para niños y jóvenes, “sin precedentes en México”.
-El proyecto de impacto ambiental que ha desarrollado el Taller de Operaciones Ambientales.
¿Qué falta?
-Definir al director del proyecto Barranca. Por ahora se tiene una lista de candidatos nacionales como internacionales. El requisito es que conozcan la escena del arte mexicano y “estamos buscando un perfil muy alto”, resalta Patrick Charpenel.
En la lista hay latinoamericanos que trabajan en museos de Estados Unidos y europeos especializados en arte mexicano.
“Celebro que sea un proyecto que nace en Guadalajara, en respuesta a un rezago de infraestructura cultural. Llegó el momento de que se haga un proyecto así de ambicioso”
Patrick Charpenel, curador y asesor del proyecto Barranca.
EL INFORMADOR/ ALEJANDRA GUILLÉN
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