Cultura

Miguel León Portilla apoya Biblioteca Digital Mexicana

Considera que representa la única opción de recuperar los códices prehispánicos repartidos en diversas bibliotecas del mundo

CIUDAD DE MÉXICO (20/MAY/2010).- El historiador Miguel León Portilla aseveró que la creación de la Biblioteca Digital Mexicana, en junio próximo, "representa la única opción que tenemos para recuperar los menos de 20 códices prehispánicos que sobrevivieron a la Conquista, y que están resguardados en diversas bibliotecas del mundo" .

"El día que reunamos la mayoría de estos antiguos documentos en formato digital, tendremos la gran amoxcalli virtual, que nos dará la posibilidad de entender mejor al mundo mesoamericano" , añadió.

León Portilla, quien también ha destacado como antropólogo, dijo lo anterior al dar la bienvenida a los representantes de diversas bibliotecas del mundo, reunidos en México, con motivo del Congreso sobre la digitalización de códices mexicanos.

La reunión termina este viernes y es organizada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Centro de Estudios de Historia de México.

En su participación, recordó que la cultura mexica tenía espacios destinados al resguardo de sus documentos, llamados amoxcalli (del náhuatl amoxtli, libro, y calli, casa) .

Destacó que Mesoamérica fue el único lugar de la antiguedad, fuera del Viejo Mundo, donde se elaboraron documentos escritos. "Los códices son los libros más antiguos del Nuevo Mundo" , precisó.

En el Museo Nacional de Antropología y ante un auditorio lleno de especialistas en el manejo de bibliotecas digitales de países como Estados Unidos, Inglaterra y España, León Portilla hizo mención de 14 códices prehispánicos que se conservan hasta nuestros días:Dresde, París, Madrid, Amoxtli o Borgia, Vindobonensis, Aubin, Vaticano B, Cospi, Colombino, Colombino-Becker, Nuttall, Bodley, Selden y Borbónico.

Sólo uno se encuentra en México, el Colombino, y está resguardado en la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia del INAH, mientras que el resto de este tipo de documentos mesoamericanos se conservan en centros documentales de Canadá, Estados Unidos, España, Francia, Italia, Alemania e Inglaterra, este último es el país que tiene más códices prehispánicos de México.

El autor de "Visión de los vencidos" comentó que los testimonios de escritura precolombina también se pueden ver en estelas, que contienen miles de inscripciones descifrables, y obras coloniales que asimismo ayudan a su comprensión.

Citó la Relación de las Cosas de Yucatán, de fray Diego de Landa, que tiene una especie de alfabeto maya y un silabario parcial, a partir del cual va dando las bases del descubrimiento de la escritura maya.

León-Portilla explicó que esa escritura aparece también en los pocos códices o pinturas con caracteres mayas que se conservan, tal es el caso del Dresde, que se halla en la Biblioteca Estatal de Dresde, Alemania; el París, resguardado en la Biblioteca Nacional de Francia; y el Madrid, que está en la Biblioteca de América, de la capital española.

"En Mesoamérica se realizaron códices probablemente desde el siglo III o antes, y fue en el XVI, con la llegada de los españoles, que se imprimieron libros, entre ellos el primer diccionario de una lengua indígena mexicana" , expresó el historiador.

Refirió en el caso de los documentos de las culturas del Altiplano los códices que se conservan son más tardíos que los mayas, datan de los siglos XIV y XV, como el Amoxtli o Borgia, resguardado en la Biblioteca Apostólica Vaticana, en el Vaticano.

Comentó que otros de esa misma región son el Aubin, Bodley y Vaticano B; entre los que sobresalen los de origen mixteco por su belleza en la elaboración, como el Vindobonensis, que se encuentra en el Museo Etnológico de Viena, Austria; y el Colombino, cuya mitad conserva la biblioteca nacional del INAH, y la otra parte, denominada Colombino-Becker, está en Alemania.

León-Portilla explicó que estos códices están reconocidos como prehispánicos, aunque hay varios de los que se duda su antiguedad, como el Borbónico, "porque es una especie de popurrí, una mezcla de temas, sin embargo tiene el estilo prehispánico, lo mismo que La Matrícula de Tributos que también se preserva en la biblioteca nacional del INAH" .

"Aunque muchos especialistas piensen que es un error considerar este último como precolombino" , señaló.

Al hacer referencia sobre la lectura de estos documentos pictográficos, el antropólogo dijo que es necesario hacer conciencia de ciertos problemas que existen en la interpretación, como en el caso de los códices mayas.

"Sólo sabemos que son glifos logosilábicos, que tienen representación de ideas, palabras, logos y sílabas, que en conjunto reúnen fonética e ideografía" , acotó.

"Por eso es necesario que los tengamos a la mano para estudiarlos desde México, como nuestros libros, que son nuestro espejo" , aseveró.

"De ahí la importancia de la creación de la Biblioteca Digital Mundial y de la Biblioteca Digital Mexicana. México es una tierra de libros, una amoxtlalpan (tierra de libros), porque desde épocas muy antiguas aquí se desarrolló la escritura" , concluyó.

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