Cultura

Más transparencia y debate democrático, apuesta de Thomas Piketty

El economista francés presenta la primera traducción de 'El capital en el siglo XXI'

GUADALAJARA, JALISCO (05/DIC/2014).- “El capital en el siglo XXI” (FCE, 2014) es un libro de economía que se ha convertido en todo un suceso a nivel mundial, y ahora también en Latinoamérica; hace poco más de 10 días inició su circulación en lengua española y circulación en cinco países del continente —38 mil 500 ejemplares en México—. Su autor, el francés Thomas Piketty, visita la FIL para presentar la versión en español.

Más allá del fenómeno de ventas, como señaló Tomás Granados —del FCE, México— “la publicación se da en el marco del 80 aniversario del Fondo, y es importante no sólo porque se trata de un libro que ha sido traducido ya a 35 lenguas, sino por la solidez de la información que contiene y la enorme discusión que despierta”.

Piketty aclaró que no viene “a dar lecciones sobre México, cada país tiene circunstancias especiales, pero se puede aprender de la experiencia económica de otros”.

Ante las preguntas por su opinión en torno a la situación nacional, el autor señaló que no conoce el caso como desearía, “aunque la investigación se sustenta en información internacional y fenómenos o proyectos de todo el mundo, Latinoamérica también, en particular Argentina”.

Nacido en 1971, Piketty advirtió que cree “en la propiedad privada, aunque no como única solución, sotengo que se puede renovar la democracia y revolucionar la economía, pero para ello hay que reinventar las relaciones de propiedad y seguir buscando estrategias para el futuro”.

Respecto de México, explicó que su principal problema es de “opacidad e inequidad, lo primero en cuanto al acceso de datos y cifras —en particular de parte de los bancos— sobre tasas impositivas al ingreso, es necesaria la transparencia y generar un debate democrático mayor”.

Precisó que “no se puede diseñar una sociedad bajo el criterio de los que más tienen, se requiere de poder público para generar equilibrio”; finalmente, expresó, “la desigualdad extrema conduce a veces a una violencia extrema”, por lo que se beben buscar “soluciones civilizadas, acuerdos para el progreso”.
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