Cultura
Marie Gray y el mundo de los jóvenes
La escritora se inspira de los testimonios de los jóvenes sobre situaciones íntimas que han vivido
Sobre su encuentro con estudiantes, afirma que la respuesta ha sido algo "maravilloso". La escritora se lo adjudica a que los jóvenes están interesados en conocer ciertos aspectos de la sexualidad, además de las diferencias culturales que hay entre las parejas de un país a otro. Quizá ahí estará su principal nicho de mercado si logra que una editorial haga llegar sus libros a tierras mexicanas, ya que expresó que hay mucho interés por conocer sus creaciones.
Entre que si llegan o no, el lector puede encontrar los libros de Marie Gray en el stand de Quebec, en el área internacional de la feria; son fácilmente identificables, pues además del nombre de la autora, la portada de éstos remiten a situaciones eróticas.
Cuando se le cuestiona sobre cuál le gustaría que fuera el primer libro que llegue a México, responde con una de sus pocas frases en español: "Muy difícil". Examina el lugar donde está acomodada su obra y, después de meditarlo, señala con el dedo índice a "Historias para ruborizarse", el primero que publicó y que en la portada muestra a las piernas de un hombre y una mujer entrelazadas, cubiertos ambos por una sábana blanca que impide que tengan el trasero al aire. En ése libro, al igual que en gran parte de su obra, el lector encontrará temas universales como vivir en pareja; muy especialmente, como va dirigida a adolescentes, éstos encontrarán temas de prevención en los más variados aspectos.
Marie Gray, a diferencia de otros autores que visitan la feria, no se siente obligada a decir que tiene influencias latinoamericanas en su escritura. Lo que la inspira a ella son los testimonios de los jóvenes sobre situaciones íntimas que han vivido.
EL DATO
Su más reciente libro
Aunque no está entre la colección que trajo a la FIL, el libro que publicó recientemente se llama "La existencia de Melody", que, en palabras de la autora, refleja el mundo adolescente de una manera sombría.
EL INFORMADOR / ROBERTO MEDINA
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