Cultura
Manuel Rivas presenta su novela 'Todo es silencio'
Afirma que la internacionalización delictiva a la globalización delictiva la mercancía principal es el poder
Rivas, quien presenta en la Semana Negra de Gijón su novela 'Todo es silencio', dijo en rueda de prensa que esa es la historia de fondo de su obra, en la cual al final lo que se codicia es el poder, un poder que al principio se manifiesta en dinero, riqueza y acumulación.
Para el escritor, presentado por el director de la Semana Negra de Gijón, Paco Ignacio Taibo II, 'posiblemente son historias paralelas la del capitalismo visible, lo que llamamos mercados y después esa forma extrema de neoliberalismo, de casino, que sería el contrabando'.
'Con lo que te encuentras al final es que lo que realmente se ansía es el poder, esa es la droga principal, es un poder en el que las riquezas son como círculos y se quiere controlar cada vez más círculos de la sociedad', anotó.
'Al final lo que se quiere es poseer las mentes, poseer las personas, esa es la historia de ‘Todo el silencio’', anotó el escritor, poeta, periodista y ensayista español.
Puntualizó que el trasfondo de 'Todo es silencio' es el momento en que el contrabando de tabaco se transforma en narcotráfico.
'Podríamos expresarlo en términos económicos, la economía delictiva: se pasó de una internacionalización delictiva a la globalización delictiva, a lo que podríamos llamar el capitalismo mágico, es el contexto en el que transcurre la novela'.
Rivas expuso que lo más importante para él al escribir 'Todo es silencio' es qué pasa con la gente.
'Yo podría escribir un libro documental, buscar otro enfoque, pero la historia que quería escribir y que estaba latiendo, inquietando, desde finales de los años 70 y principios de los 80, cuando como periodista viví ese periodo, era qué ocurría con la gente, escuchar qué pasaba con ellos', dijo.
Asimismo alertó sobre los procesos de deconstrucción de los espacios culturales que hay en el mundo y lamentó que en época de crisis, de austeridad, lo primero a lo que se le ponga límites sea a la cultura, a la educación, incluso a la sanidad.
'Los espacios culturales son como ocurre con los anfibios en la ecología, las ranas, las luciérnagas, que son los primeros que detectan los efectos del cambio climático. Las expresiones culturales son las primeras en detectar cambios climáticos nocivos', expresó.
Ante los riesgos de que la Semana Negra de Gijón desaparezca o tenga que cambiar de sede tras la derrota del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en la alcaldía de esta ciudad del norte de España, pidió dar trato ecológico a esta cita literaria.
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