Cultura
Luvina reflexiona sobre la experiencia tecnológica
La publicación cumple 17 años consolidándose como una de las más prestigiosas a nivel nacional en su género
La nueva edición de Luvina fue presentada en el Exconvento del Carmen, dentro de los miércoles literarios de la Secretaría de Cultura (SC). En este caso, la propuesta de la publicación trimestral se enfoca en la tecnología, el aprovechamiento práctico del conocimiento científico, y en qué medida el desarrollo de la técnica propicia el surgimiento de escrituras cuya naturaleza excede la experimentación para cobrar forma como materializaciones de lo insospechable.
La reciente edición se compone por 28 textos entre los que se encuentran autores como Eduardo Chirinos, Vivian Abenshushan, Eduardo Antonio Parra, Alberto Gutiérrez Chong y José Miguel Tomasena. Además, Luvina rinde homenaje al recientemente fallecido escritor César López Cuadras, quien dirigió la revista por ocho años.
José Miguel Tomasena, escritor, periodista y editor de la revista Magis, quien colabora en este número de Luvina, comenta que "la revista podría ser vista como un caleidoscopio de lo que pensamos ciertas personas que estamos en las humanidades y las letras, alrededor de la tecnología; hay conservadores, entusiastas, asustados y emocionados; defensores de la pluma; hay de todo (...) A pesar de lo que nos digan los gurús del futuro, los nuevos aparatos funcionan con base en el invento de Gutenberg".
Por su parte, Juan Nepote, escritor dedicado a la divulgación científica y que también participa en esta edición, subraya puntos de interés referentes a la técnica y la tecnología como herramienta y su influencia en la escritura y la lectura, como artículo de contrabando que moldea el lenguaje y ensancha la imaginación, y como pretexto y motivo dentro de la literatura.
Luvina surgió hace 17 años, como sección de la revista de la Universidad de Guadalajara; luego se decidió lanzarla como publicación independiente con lo más selecto de la literatura y la plástica. Silvia Castillero, actual directora, recuerda sobre la evolución de la publicación el tamaño de los tomos, que a partir del número 50 cambió "con un ejercicio de imaginación. Me daba muchísimo miedo. Era como un salto al vacío, pero al final lo hicimos y nos ha traído buenos resultados".
"La literatura es entrañable porque nos habla de la vida. La experiencia vital está aquí. Creemos que el objetivo, lo que tiene que llevar en sus páginas es el pulso de la vida. Es nuestra filosofía cuando hacemos la revista. Los textos no son aislados; la literatura respira y cada texto pide su espacio y su silencio. Son memorables".
EL INFORMADOR / ROBERTO CONTRERAS
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